Cortilargos

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Era miércoles por la mañana y desde el lunes cuando Camila se marchó de mi casa, que no he sabido nada de ella. Le envié un par de mensajes y la llamé un par de veces también pero nada... ni una respuesta. Tal vez esté muy ocupada... No sé.

Vestí a Karla adecuadamente para hoy, esto de que Karla no tuviese escuela a la que ir era un jaleo muy grande. Primero que todo tengo que vestirla con toda la ropa de mi marca, para que los inversores, accionistas, y trabajadores de la empresa vean que soy fiel al estilo. Luego tengo que ir con ella al trabajo, trabajar como puedo con ella al lado preguntando por cada cosa qué es? Para qué sirve? Y así.... Y para colmo no puedo quitarme de la cabeza a Camila y la necesidad creciente de hablar con ella.

Llegamos a la empresa y desabrocho a Karla de su sillita, la pongo en la acera, y cargo a la pobre de trastos, cables, y telas, para subirlos a mi despacho. Mi pequeña mujercita.

Subimos y Karla ya se ha metido en el bolsillo a media empresa, saluda a todo el mundo a su paso, y creo que se sabe más nombres de mis trabajadores y compañeros que yo.

Entramos al despacho y le entrego a Karla unos cuantos papeles viejos que tengo y ya no sirven para que juego con ellos, los coloree, o se invente sus historias como de normal, y me pongo a trabajar en lo último que tengo entre manos.

Cuanto menos me doy cuenta ya son las 11 y me doy cuenta que Karla está demasiado absorta en sus pensamientos como para no haber reclamado su ansiado bocata del almuerzo.

- Karla cariño, qué haces?! – Le pregunto.

- Nada mamá... aún nada... - Me responde sin mirarme, mientras sigue mirando su dibujo en el papel.

- Qué has dibujado ahí Karla que es tan interesante?!

- Mmmm... nada, no es nada mamá. – Me responde algo frustrada y esta vez sí me mira, lo que me hace fijarme en lo que está haciendo.

- Como que nada, venga mi amor, a ver en que has estado trabajando toda la mañana, seguro que es algo chulísimo... - Y me acerco a ella, para ponerme a su altura en el pequeño escritorio que le he habilitado en mi despacho.

Miro el dibujo y veo que ha estado dibujando sobre el dibujo esquemático de pantalones "cortilargos" que dibujé en su momento, pero que deseché porque no le encontraba la manera de terminarlos de hacer útiles para niños. Y después observé como en el patrón de estos mismos había incluido su idea para hacerlos sencillos y útiles para niños.

- Karla... Cómo has hecho esto cariño?! – Le dije muy sorprendida.

- He hecho algo malo mamá?! – Me respondió algo asustada.

- No cariño, esta está perfecto!! Porque me has dicho que no era nada, si esto es mucho mi chica!! – Le dije con gran alegría. – Me explicas exactamente qué es esto y qué has hecho?! – Le pregunté con cierta gracia para que se riera.

- Aahh mamá... con que ahora eres tú la que me pregunta qué es esto eeh?? – Me dijo con su respectiva cara de pilla. – Debería responderte como tú me haces a mí...

- No Karla cariño, porque yo te respondo "te lo he dicho las 400 veces anteriores que me has preguntado", cuando me lo has preguntado 400 veces mi amor... Pero no volveré a decirte eso... Y ahora, me lo cuentas?!

- Está bien... - Responde dándose por vencida y no pudiendo contener más su emoción. – Es muy sencillo... Vi el dibujo de los pantalones cortilargos, y vi que intentaste ponerle unas correas eléctricas con un botón que al pulsarlo hiciesen que se volviesen piratas, o cortos... Y pues lo resumí, coloqué en su lugar unos cordones que desde el bolsillo se tiran y así poder hacer magia y hacerlos cortos... Porque sabes qué mamá?! Tú sabes que chulada sería tener esos pantalones y decirle a mis amigos, "mirad que magia" y hacerlos cortos... Jajajajaja, ya puedo imaginarme sus caras, ajajajajaja. – Y cogí a mi pequeña y la llené de besos y de achuchones.

Karla Jauregui (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora