Carmen

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Llegamos al paseo marítimo y aún quedaban como una hora para las 21:00 que era la hora de la reserva.

- Me aburro mami... - Dijo Karla balanceándose hacia adelante y atrás.

- Y yo mi vida! Pero no podemos hacer nada o nos ensuciaremos... - Le dije rodando los ojos con un tono gracioso.

- Ni si quiera en la arena?? – Preguntó ella con cara de corderito.

- Llevas medias, los zapatitos se te llenaran de arena... - Y la vi ponerse muy triste. – Venga ven corre!! Vamos ahí!! AHORA VOLVEMOS!! – Grité para mi familia porque ya estaba corriendo con mi hija de la mano.

Entramos a una tiendecita de útiles que había cerca de allí y miré por todo el lugar donde estaba el hombre hasta encontrar algo que pudiese divertir a mi hija.

- Deme eso! – Le dije al hombre señalando una peonza con luces.

- 15$.

- Dios mío... Vuela o algo? – Dije levantando las cejas con tono irónico. – Aquí tiene.

Y tomé la peonza para dársela a Karla que abría la boca y los ojos en señal de sorpresa y me miraba súper agradecida.

Volvimos con mis padres y empezó a intentar hacerla rodar en compañía de mi hermano Chris y Taylor mientras les sacaba fotos.

- Lauren... Sin que suene a reprimenda... Pero las peonzas no son juguetes para niñas! – Dijo mi madre y yo no pude poner los ojos más en blanco.

- Mamá! YA! – Le dije bastante cabreada ante su comentario. – No entiendo como no puedes entender nada?? No hay peor ciego que el que no quiere ver...

- Tengamos la cena en paz por favor... - Interrumpió mi padre.

- Tu hija... Cuando te arrepientas entonces hablaremos... - Y me quemaba tanto todo esto.

- Vete a la mierda!! – Y me fui de allí muy indignada.



Tomé mi celular y sin darme cuenta marqué el número de Camila.

- Sí? – Preguntó Camila al otro lado del aparato.

- Estoy muy enfadada... Ayúdame... - Le dije con la voz llena de ira.

- Eih, eih... qué pasa?! Qué ha pasado? – Me tranquilizaba.

- Mi madre es lo bastante estúpida como para en 6 años no haberse dado cuenta aún de que soy lesbiana! De que soy libre de hacer con mi vida privada lo que quiera, y de que puedo educar a mi hija como me venga en gana!! – Bufé fuerte. – Odio su maldita educación católica retrógrada...

- Venga, relájate... Tú mamá solo se preocupa por ti Lauren...

- NO CAMILA!

- Ey, no me grites... Relájate Lauren... No puedes ponerte así...

- Es que es siempre lo mismo... Y luego se quejan de por qué no les traigo a Karla más a menudo a Miami... Mi pequeña no tiene que ir escondiéndose de nadie, yo no la he educado así... Y que su propia abuela sea la que más la juzgue es algo que me repatea demasiado y...

- Eso tiene fácil solución! – Me interrumpió Camila.

- Cual? – Le pregunté dudosa.

- Demostrarle a tu madre que una familia que se sale de la norma también puede ser políticamente correcta... - Y creo que no entendía muy bien lo que quería decir.

- Qué quieres decir? Cómo?...

- Bueno... - Y dejó una pausa para que lo asimilara.

- Oh vaya... - Y me quedé pensando. Camila se estaba ofreciendo a venir a la cena, o eran ideas mías? – Quieres decir de venirte ahora? Y así demostrarle a mi madre que todo puede ser políticamente correcto...??

Karla Jauregui (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora