Keana

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Karla salió del vestuario y yo la esperaba en la puerta de salida. No tenía ganas de acercarme donde estaban el resto de brujas charlatanas que habían estado criticando a mi hija antes. Ella vino corriendo y se lanzó a mis brazos dándome un fuerte abrazo y un beso. 

- Vamos pequeña ahora a guitarra. - Le dije mientras caminábamos y le sobaba el pelo.

- Sí mamá... pero.. Y Camila?? - Me giré hacia ella, no me lo podía creer.

- Cómo que Camila?! Has visto a Camila?! 

- Sí mamá... ella.. ella estaba sentada con el resto de madres en las gradas.. yo.. yo la veo siempre.. - Qué?!?! No me lo puedo creer.

- No sé de que me estás hablando Karla de verdad... Vamos hija.. vamos que te lleve a guitarra.

Llevé a mi hija a sus clases de guitarra y una vez la dejé allí con su profesora. Llamé a Keana para contarle todo, pero no me lo cogió y entonces llamé a Jillian.

Jillian y yo estuvimos hablando por teléfono casi una hora, y me dijo que esta noche vendrían a casa a cenar. Eso me tranquilizaba ya que desde lo que me había contado Camila sentía que me seguían por todas partes.

Karla salió y eran las 19:00 de la tarde. Fuimos al supermercado y compré algunas cosas para cenar esta noche las cuatro, mientras Karla me contaba lo que había hecho hoy en el colegio, en el entrenamiento de basket y en clase de guitarra. 

Llegamos a casa y Keana y Jillian no tardaron más de media hora en llegar. Nos pusimos Jillian y yo a preparar la cena mientras Keana jugaba con Karla y nos dispusimos a cenar. 

- Quieres que veamos una película después de cenar moco?! - Le dijo Jillian a Karla mientras cenábamos.

- Síííííí!! Puedo mamá?! - Me preguntó algo asustada, recordando el castigo que tenía por lo ocurrido en la consulta de Camila.

- Mmmm... tú que crees?! Les has contado a las tías lo que has hecho hoy y que estás castigada?! 

- Mmm, no... - Dijo intentando disimular.

- Pues venga cuéntales y luego decidís si debéis o no ver una película.

Karla empezó a contarles a Keana y a Jillian lo que había sucedido con Camila. Que le había "regalado" un anillo de los míos y un vestido también y Jillian se reía sin poder evitarlo mientras le regañaba, y Keana se mantenía algo nerviosa escuchando. Era muy extraña la reacción de Keana ante lo que estaba contando mi hija.

- Entonces creo que hoy deberías cenar y a dormir... Así cumples tu castigo y hacer que el día acabe cuanto antes para mañana empezar de nuevo y mucho mejor, no moquito?? - Le explicó Jillian a Karla.

- Sí tía Jill, está bien... Yo lo hice mal, muy mal.. Por eso ahora voy a la cama y ya mañana más... 

Karla recogió su plato, sus cubiertos y su vaso de plástico y los dejó en la pila para que yo más tarde los fregase. Se despidió de todas nosotras y en especial de mí, volviendo a pedirme perdón una y mil veces y se marchó a dormir. Estaba orgullosa de mi hija a pesar de las travesuras que le daba aveces por hacer.

- Keana!! Te pasa algo?! - Le pregunté solo vi desaparecer a mi hija por el pasillo.

- Qué.. eh.. yoo?! de qué?! Qué dices?! - Me respondió Keana mientras se levantaba hacía la pila de platos para disponerse a fregarlos.

- Tss, tsss, tsss... donde vas tú tan deprisa... Qué te pasa?! - Le dije a Keana poniendome delante de ella rápidamente y cortándole el paso hacía la pila de platos.

- Lauren! Qué dices? Estás delirando... No me pasa nada... 

- Keana.. Qué está pasando?! - Esta vez intervino Jillian algo más seria y notaba que en su rostro ya no se había ningún rastro de broma. - Lauren tiene razón, y estás muy extraña desde que te he contado lo que me ha dicho Lauren por teléfono de la doctora de su hija... Qué está pasando? 

Keana hizo una mueca de disgusto y se dirigió hacía el sofá para volver a sentarse, soltando un fuerte bufido para empezar a hablar.

- Es que... es... Dios... a ver como os lo explico... - Keana se pasaba la mano por el pelo recolocándoselo de forma impulsiva.

- Relájate Keana, está bien... - Le dije algo preocupada. - Qué pasa?! 

- Yo... yo ya conocía a Camila.. - Me miró fijamente a los ojos suplicándome que no la odiara con la mirada. - No te enfades conmigo, Lauren por favor... escúchame.

- Pero qué?! Kaena!! Qué estás diciendo?! - Le interrumpió Jillian.

- Camila habló conmigo en privado cuando llevé a Karla al médico por primera vez. Al principio me asusté por la historia y sabiendo lo que me habías contado, pero luego ella me contó por lo que había pasado, y Lauren... tú ya sabes que yo no puedo.. soy demasiado blanda... Y entonces Camila y yo empezamos a hablar y la dejé ver a Karla cuando estábamos las dos solas y íbamos al parque, o a sus entrenamientos, etc... Entonces tu hija empezó con lo del cine, y yo creí que te reencontrarías con ella y todo estaría bien.. pero no fue así y ahora.. Sé que no ha estado nada bien lo que he hecho... Pero Camila te quiere, quiere a Karla.. y yo... creo que tu no has dejado nunca de quererla, solo la apartaste para que no sufriera y ahora...  - Keana agachó la cabeza y noté como empezaba a llorar. 

Me levanté del sofa y apunté a la puerta. - Fuera de mi casa, ahora... 

- No Lauren espera, perdóname... - Keana me cogía del pantalón para que la mirara mientras Jillian no podía creerse lo que su novia había dicho.

- He dicho que fuera de mi casa, ahora, las dos!! - Y se levantarón, Jillian acercándose a Keana para rodearla con el brazo y que dejase de llorar, y se marcharon de mi casa. 

Cuando escuché el golpe de la puerta al cerrarse me derrumbé, y caí en el sofá llorando como nunca en mi vida. No podía creer todo lo que estaba pasando, todo lo que había ocurrido a espaldas mías y como Keana había sido participe de esto, sabiendo cuanto he confiado en ella y en Jillian y poniendo en peligro a mi hija. 

Sollocé hecha una bolita en el sofá hasta quedarme sin voz, desgarrándome la garganta por los llantos y los gritos de dolor. Realmente sentía como si me estuviesen desgarrando el corazón una jauría de lobos. Y me quedé dormida en el sofá entre un mar de lágrimas.



Karla Jauregui (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora