Karla Jauregui (CAMREN)

Viernes noche

Terminó la película y camino a casa en el coche Karla se durmió y podía ver por el retrovisor como Camila apoyada en la cabecita de Karla también iba con los ojos cerrados. Así que sin sobresaltarla mucho le pregunté.

- Camila, es por aquí tu casa?! - A lo que ella abrió los ojos con cuidado para luego asentir. - Ya estamos llegando, despiértala si quieres para despedirte de ella...

- Oh no, déjala que descanse. - Dijo acariciándole la carita. - Dile que me lo pasé muy bien hoy con vosotras.

- Está bien. - Respondí susurrando.

Ella se coló entre el hueco de los asientos delanteros para darme un corto y educado beso en la mejilla, para marcharse a casa.

- Oye Camila... - Le dije antes de que saliera por la puerta. - Si quieres venir el viernes a cenar a casa... Quiero decir... Solemos cenar con Keana y Jillian los viernes, con Karla, y así estamos todas juntas... Puedes... no sé, traer a Dinah si quieres... Debéis estar solas por aquí, y sé como se siente venir a Nueva York sin conocer a nadie. - Le dije con una sonrisa, y es que una parte de mi no quería dejar de verla.

- Oh! Eso sería perfecto. - Respondió con una gran sonrisa. - Le comentaré a Dinah y te diré algo, pero cuenta conmigo. - Y ya bajo del coche apoyada en la ventanilla de mi puerta añadió. - Y gracias por la noche de hoy y dejarme formar parte, aunque sea un pequeñita parte de la vida de Karla. - Y volvió a darme un beso en la mejilla para luego marcharse.

Conducí hasta casa y saqué a mi pequeña en brazos para llevarla hasta su cama. Me acosté en la mía y aunque me costó un poco dormir por todo lo sucedido, finalmente me dormí.

La semana pasó como de costumbre. Hablé con Jillian y Keana sobre como había ido el cine y la conversación que había tenido con Camila, y ellas dijeron que esa era la decisión más madura que había tomado, y les pareció perfecto que hubiese invitado a Camila y Dinah a cenar a casa el viernes.

Camila por otra parte me confirmó que ambas vendrían y le dio mi número a Dinah con la que pude tener un par de conversaciones y aclarar un par de cosas antes de encontrarnos después de tanto tiempo. Al fin y al cabo a ella también la había dejado tirada sin más, y había sido para mi como una hermana toda mi vida.

Todo estaba solucionado y el viernes se acercaba. Tenía ganas de descansar de tanto trabajo, de poder estar con mi hija, y con mis mejores amigas, tanto las que habían sido mi familia desde que había llegado a Nueva York como las amigas que había enterrado en el pasado, aunque Camila no ocupara ese lugar en el pasado.

- Wow Karla!! Vas guapísima!! - Le dijo Jillian solo entrar a casa. - Qué le ha pasado a mi pequeño moquito pijamero?! - Le dijo dándole un par de empujones amigables.

- Tía Jill!! No me llames así vale?! - Dijo ella enfurruñada. - Ya no soy ni pequeña, ni moquito, ni llevo pijama... Bueno eso sí, pero solo para dormir. - Aclaró mi hija, ya que ella siempre estaba en uno de sus pijamas completos de animales o superhéroes que tanto le encantaban.

- Déjala Jill, está realmente hermosa mi niña! - Dijo Keana tomándola en brazos. - Pero de donde has sacado esta camisa de cuadros tan molona?! - Le preguntó Keana.

- Es nueva, la ha hecho mamá, y se parece muchísimo a la que llevaba Camila el día que fuimos al cine! - A lo que ambas, Kean y Jill me miraron.

- Oh por Dios... Qué cosas tienes Karla... - Dije intentando disimular. - Pues una camisa a cuadros como cualqier otra no?! - Dije dirigiéndome a la cocina.

- Sí bueno... Lo que la de Camila era roja y negra... - Suspiró mi hija como abatida. - Aquella me gustaba más, pero ya saben, colores de "infantiles"... - Dijo mi hija entrecomillando la última palabra, a veces era demasiado inteligente.

- Anda calla, y ven a ayudarme a terminar de poner la mesa! - Le reñí y todas empezaron a ayudarme.

Preparamos todo en la mesa, aunque de normal comíamos en la mesa camilla del sofá, pero hoy éramos más así que montamos la mesa para estar más cómodas. Preparé pizzas, y un par de ensaladas, y en cuanto menos nos dimos cuenta Camila y Dinah ya habían llegado.

Karla se encargó de hacer todas las presentaciones, aunque a Dinah ni si quiera la conocía, y mi hija sin saber que yo ya conocía a estas dos mujeres, me incluyó en su inocente presentación, lo cual agradecí ya que lo hizo todo mucho más fácil.

- Madre mía, me siento como si estuviese conociendo a mis consuegros... - Dijo Dinah mirándonos a mí y a mis amigas con una sonrisa, ya que Karla había dicho "esta es Camila mi... "amiga" ". - Esta hija tuya es muy espabilada no?

- Wow... No lo sabes tú bien... Puede salir por cualquier parte.

- Esta te supera Jauregui, ya verás jajajaja. - Añadió Dinah y esque aunque quisiesemos evitarlo, no podíamos negar que esa chica y yo nos conocíamos desde que nacimos.

Empezamos a cenar y todo estaba siendo muy divertido y ameno. Nosotras hablábamos como de costumbre de nuestras semanas, Dinah y Camila se unieron a nuestra conversación contando qué tal les había ido su semana, y mi hija hacía incisos con sus andaduras del kinder que nos hacían sonreír a todas.

- Oye Lau! - Dijo Keana. - Mañana vas a salir!? - Preguntó como de costumbre Keana para saber si mañana se quedarían con mi hija.

- Oh bueno... No lo había pensado... - Respondí. - Pero si queréis iros a algún lado por mi perfecto. No tengo muchas ganas de salir y esta pequeña también tiene que aprender a pasar los sábados con su mamá, eh Karla!! - La cual me miró de reojo ya que esa idea no le gustaba para nada.

- Que va Lauren! No nos importa... - Dijo Jillian mirando a Keana. - Nos iremos a cenar, pero podemos llevarnos a la pequeña y que se quede a dormir con nosotras... Obvio nos quiere más a nosotras y por eso no quiere pasar los sábados con su aburrida mamá, verdad Karla?! - A lo que la niña me miró he intentó reprimir una sonrisa ante el comentario de aburrida mamá.

Miré a la pequeña achicando los ojos y volví a mirar a Kean y Jill.

- Camila y Dinah van a pensar que soy una mala madre... - Dije mirándolas. - Es ella que no sé que concepción tiene de los sábados con su madre y siempre se va con estas dos locas que seguro le dan chocolate y cafeína por un tubo y se pasan la noche jugando videojuegos hasta las tantas. - Y miré a las tres acusativamente.

- Jajajaja, que va... - Dijo Camila para tranquilizarme. - Es entendible que pasen esas cosas con los pequeños.

- Oh venga vamos... Interrumpió Karla... - Levantando sus manitas para cortarnos a todas. - Me quedaré este sábado con mamá aunque me aburra para que podáis celebrar algo de eso que celebráis los mayores... - Dijo mi hija como perdonándonos la vida.

- Oh Dios mío... En qué momento te volviste tan atrevida?! - Le dije enfadándome un poco.

- Jajajaja, desde que la pariste Jauregui! - Me cortó Jillian. - Te dejaré el juego de la play para que juegues en casa Karla...

- Oh por Dios!! Me estáis pintando como un completo muermo!! - Añadí. - De verdad que no soy tan aburrida.

- Esa ya lo sabemos Jauregui, solo hay que ver a tus amigas los domingos en la mañana. - Dijo Kean haciendo que me ruborizara y Camila abriese los ojos como platos fijando la mirada en mi.

- Este sábado se queda conmigo y yo con ella y no se hable más. Y es mi última oferta Karla Camila Jauregui!! - Dije autoritaria.

- Dios que ganas tengo de que te eches una novia de una vez por todas... - Dijo mi hija levantando las manos mientras se iba camino del baño, y todas las allí presentes empezaban a reírse a pleno pulmón.