22 - Un plan, y algo más

1.5K 138 32
                                    

|Gwendolyn| Campamento, al atardecer.

He vuelto al campamento desde hace ya unas largas y eternas horas. Cuando volví Peter no estaba. No lo he visto desde que me abandonó en la Laguna Cristal, al castigarme atándome en el agua.

Está, literalmente, loco.

Sin embargo, no podía sacar de mi cabeza el hecho de que me haya salvado. Todos me han dicho que es un vil demonio, pero el cómo se comportó hoy, al impedir que me ahogue y me motive a usar mi mente para salir del agua, creaba contradicciones en mi cabeza.

«Tal vez aún no lo sacas completamente de sus casillas...» Pienso cínicamente, aun con la idea de que Peter es mucho peor que esto. No me conformo con el hecho de que aún no lo vea hacer algo que me deje más que sorprendida, y asustada. Quería saber porqué todos le tenían tanto miedo, quería saber de lo que, es realmente capaz. Además, quería enojarme con él por casi matarme, pero al mismo no podía. Era, tan extraño.

El pedazo de tronco que tanto estaba rajando con una pequeña navaja, se había partido en dos en un chasquido que me sacó de mis pensamientos, y parpadeo casi por la costumbre, dejando que los sonidos a mi alrededor circulen dentro de mi cabeza. Un ardor en mi dedo me hacen bajar la vista, y veo una gota de sangre en el costado de mi dedo índice. Por instinto llevé el dedo a mi boca, tratando de curar la herida como un perro lame sus heridas. Era algo tanto, pero todos alguna vez lo hemos hecho.

Mis ojos miran hacía los trozos de tronco que habían caído al suelo, que con mucho esmero, había tratando de formar una decente figura. Un corazón, pero ahora estaba partido en dos. Perfectamente acomodados de manera estratégica contra el suelo, para que los dos pedazos de corazón estuvieran separados ligeramente uno del otro, creando una linea entre ellos, resaltada verde por el pasto debajo. Se sentía irónico, y comparé el corazón roto conmigo, y la linea partiéndolo de color verde, con Peter. Solo por el simple hecho de que él represente el verde.

También podría ser que él una los pedazos, no que los destruya.

Me sentí tonta por simplemente comparar algo así, tan imposible e idiota. Al menos, fue una imagen fácil que borré de mi mente.

Sentí una pizca de desilusión y coraje por quebrar algo que llevaba más de dos horas tratando de hacer, así que cuando estaba a punto de recoger los pedazos, alguien me interrumpe.

—Hey, umm, Gwen.

—¿Sí? — Volteo a mi derecha, mis ojos conectando con un par de bonitos ojos azules, mirando al pequeño sentado a mi lado.

—Necesito la navaja de vuelta, Pan podría llegar en cualquier momento y debo guardar mis cosas si no quiero que se enoje — Explica el Niño Perdido de no más de diez años, extendiendo su mano.

—Oh — Es lo único que formulo, entregándole la mini navaja. Cuando llegué al campamento, me senté con el grupo de los más pequeños de todos los Niños Perdidos. Decidí que juntarme con Piggy y su ronda de idiotas simplemente sería ser muy insensato de mi parte, así que me uní al club de los niñitos, formando figuritas con trozos de madera. Al principio no me querían ahí, pero al final aceptaron porque prometí traerles más trozos de madera. Sería fácil, y prefería estar conviviendo con niñitos que estar solitaria en una esquina.

Los Niños Perdidos que estaban sentados cerca de mi, se levantaron recogiendo sus figuras y pequeñas estatuas, dejándome completamente sola. Miro a mi alrededor, y mis ojos suben al cielo, notando que las nubes resaltaban contra los colores azul celeste y morado claro. Ya estaba atardeciendo, y a mi mente llegó Henry.

El dijo que antes del atardecer debía ir a la Laguna Cristal, pero, sin Peter aquí, y yo sin reloj, ¿cómo sabría cuando ir? ¿Y si Peter llega en cualquier segundo? ¿Era antes del atardecer? ¿O después?

My World | Peter Pan | Robbie Kay CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora