"Nos prometieron que los sueños podrían volverse realidad. Pero se les olvidó mencionar que las pesadillas también son sueños. " -Oscar Wilde.
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Todo me pertenece en sí; portada, idea, historia. No me pertenece Peter Pan, ni Félix de OUAT. Todo...
Jamás la había escuchado, pero sabía que era esa. Lo sentía dentro mi. ¿Qué sería sinó?
Avanzo unos pasos a ciegas, creyendo dar con el punto exacto de donde creo que se dirige el sonido de la flauta. Doy un paso más, y la flauta aumentó su volumen. Se elevó el volumen tan repentino que me asombré de ese dato. Alcé mis cejas, pero retrocedí un paso. Justo cuando me alejé ese pequeño paso, luego bajó el sonido momentáneamente. Apreté los dientes, no entendiendo qué está sucediendo. Devuelvo mi paso hacía el frente, y la melodía incrementa. Retrocedo, y baja. Una sonrisa se incrusta en mis labios cuando empiezo a dar pequeños saltos hacía adelante y hacía atrás, el volumen subiendo y bajando momentáneamente a reacción de mis acciones.
No sé qué estaba pasando, o cuál sea el significado de éste extraño, pero genial hecho. Sin embargo, me agradaba. Neverland me sorprendía cada vez más, pero, como ya había dicho, Peter se empeñaba en hacerlo ver como un infierno.
Y de pronto,....Soy una nube de contradicciones, ya no sé si quedarme y esperar, o largarme de una buena vez y acabar con todo esto. Neverland me gusta, estoy encantada con el lugar y sus mágicas interacciones,...pero Peter, era el gran problema.
Sacudo la cabeza, y me concentro. Me olvidaré de ese idiota por ahora.
Paro de jugar con la melodía, y levanto la vista en dirección a dónde la escuché en su tope de volumen, y noto que realmente no había algo fuera de lo normal que me indicara si era el lugar correcto, pero seguiré mi instinto del sonido, de todas formas. Y si por allá se escucha, significa que por ahí debo de ir.
Tal vez Pan me esté guiando, aunque es extraño. Todo es muy extraño aquí en Neverland.
No dudo un segundo más antes de correr por entre los árboles, siguiendo a ciegas ese extraño pero hermoso sonido, esa melodía delicada. Hasta era pegajoso, y en mi interior...me agradaba. Me hacía sentir...como si ya no importara nada, como si el momento fuera lo justo y necesario ahora. No sé porqué estaba pensando en eso, pero era lo que esa melodía me transmitía. Era como...sentirme libre, sin preocupaciones.
Y yo estaba llena de ellas, sin embargo,...esa melodía me hacía olvidarlas por unos segundos.
Sigo el sonido aún, mis pies pisando estratégicamente aquellas ramas que se veían seguras para pisar. No quería tropezarme y enredarme en el acto.
Pero ahora, lo salvaje apareció. Mis ojos pronto fueron captando como el bosque iba cambiando a tonalidades más oscuras, y más lianas colgaban de las copas de los árboles más altos. Poco a poco, la tierra bajo mis pies comenzó a quedarse abajo de la hierba que pronto se hacía cada vez más presente. Piso las plantas, que ahora conforman todo el suelo; eran tantas, que no se notaba si es que había algo debajo de ellas. Los árboles se hacían cada vez más espesos y me interrumpían el camino de vez en cuando. Trato de seguir en camino recto a pesar de que tenga que esquivar los mugroso troncos llenos de musgo y enredaderas. Las lianas colgaban por todos lados, y de repente me topaba con troncos tirados que tenía que literalmente saltar.
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