My World | Peter Pan | Robbie Kay CANCELADA

08 - Neverland

| Gwendolyn |

Tengo que llevar mi mano por encima de mis cejas para poder observar el perímetro en el que me encuentro, ya que el Sol no ayuda mucho. Una brisa de aire caliente hace volar mi cabello, las olas del mar están a un costado de mi, a metros de distancia. Del otro lado veo una jungla, y mis ojos se abren como platos.

Mi respiración se altera, y el miedo y el terror aterrizan en mi. Empiezo a temblar frenéticamente, el calor sube por mi sistema. Mi corazón late contra mis costillas como si fuera un boxeador golpeando un costal. Tengo que abrir la boca para poder respirar, las bocanadas de aire son temblorosas. Estoy hiperventilando.

Sentía todo irreal y mágico. Mi madre, la niña, La Sombra, Alex...¿dónde estaban todos?

¿Lo logré? ¿Realmente lo logré? ¿Estoy en Neverland? No. Esto es un sueño. Hace no más de una hora me enteré de que Neverland "existía", y, ¿ahora estoy aquí? No me considero una persona muy creyente.

«Ni si quiera crees en ti misma lo suficiente»

Hay algo aquí que anda mal.

—¿Gwen?

Una masculina voz me sobresalta, y me giro completamente. No hubiera gritado si no hubiera visto una cosa negra tirada en el suelo. Su chaqueta negra golpea la sorpresa en mí, y veo a Alex hincado sobre sus rodillas, con sus dos manos apoyadas contra la arena. Veo subir y bajar sus hombros lenta, profunda y pausadamente, recuperando la respiración. Levanta la cabeza, y se obliga a levantarse con un poco de dificultad. De su nariz, una linea de sangre resbala hasta su labio. Me encuentro estática, totalmente sorprendida de verlo. ¿Qué mierda le pasó?

—¿Alex? ¿Qué estás haciendo aquí? — Logro articular.

—¡¿Qué fue lo que te dije, Gwendolyn?! ¡Te dije que no lo hicieras! — Comienza a gritarme mientras camina a largas zancadas hasta mi. Su cara roja demuestra coraje y frustración. Me apunta con su dedo.

—¡¿Disculpa?! — Grito de vuelta, alzando las manos por el aire. Me encontraba tan nerviosa que mi única manera de reaccionar era hacerlo de manera...negativa: agresiva. —¡Tú nunca dijiste — Golpeo mi dedo contra su pecho —, que esa cosa me traería a África o Madagascar, pedazo de idiota!

—De hecho, estamos en Neverland, cariño.

Alex estaba a punto de replicar, pero una voz masculina ni grave ni aguda con acento británico, nos interrumpe. Para mi sorpresa, yo me giro completamente solo para encontrarme con algo que resaltaba más por obviedad.

Era fácil de descifrar quién me había hablado. Era el chico castaño vestido ridículamente con ropa verde parado frente a mi, él no estaba ahí segundos antes. Está cruzado de brazos, y su mirada baila de diversión barreando todo mi cuerpo, y una sonrisa satisfactoria adorna su rostro.

Frunzo el ceño. No me digan que...

—¿Quién demonios eres tú? — Pregunto lentamente, mirándolo de arriba a abajo con una mirada de desagrado y una mueca. No lo podía creer. Me sentía tan incrédula. Esto no es real.

Me fijo más en su rostro. Su mandíbula es determinante, sus labios son delgados, sus ojos son increíblemente verdes y su cabello es castaño como el mío. Es bastante alto, guapo como un demonio y no se ve que sea buena persona. Simplemente lo notas por su las intenciones de su mirada.