...
-Eso te lo puedo decir yo- Frisk abrió más sus ojos. Era increíble como es que su pequeño tenía tanto conocimiento sobre ese mundo subterráneo, ¿Cuántos más secretos tendría bajo sus pétalos?
- Pon atención. - La chica asintió en silencio, acomodándose cerca de Flowey, y recostándose sobre la mesa- Hace mucho tiempo, en la superficie, coexistían los monstruos y los humanos, todo era paz, armonía, toda esa tontería, etc... Hasta que hubo un incidente de agresión de unos monstruos contra un humano. Lo que desconocían aquellos monstruos, era el gran poder originado dentro de las almas de los humanos... Determinación, Fuerza de voluntad. Eso solo les pertenece a ustedes, y era algo que les hacía falta a las pobres y débiles almas de todos los monstruos.
-¿Por eso puedo retroceder el tiempo?... Cuando muero... Ahora lo entiendo un poco.
-Así es. Entonces, aquel humano asesino a ese grupo de monstruos por sí solo, y dio aviso a los demás humanos sobre lo peligrosas que podían ser aquellas indefensas criaturas, tomando eso como una oportunidad de romper los pactos de paz. El rey Asgore, nuestro rey actualmente... trato de aclarar las cosas, pero nadie del otro bando quería dialogar. Era matar o morir; dignidad o humillación antes los humanos. Y así dio comienzo a una guerra ya predestinada.
-Yo... conocía otra versión de la historia, pero sonaba tan descabellada... -Frisk se replanteó todo lo que les habían enseñado sobre la gran guerra ¿Las personas cambiaron los sucesos para hacer ver a los monstruos como los malos? Era muy triste.
- Bueno, no podría opinar al respecto – resoplo la florecilla - Continuando con la historia; Los humanos ganaron sin ningún esfuerzo, volviendo cenizas a cada monstruo asesinado, perdiéndose miles de vidas efímeras. Asgore, desesperado, entro con un grupo de sobrevivientes a estas cavernas, intentando salvarles la vida, pero a un gran costo. - Frisk entendió a qué se refería su amigo. - Así es, los humanos aprovecharon la situación, y creando un enorme manto mágico, sellaron toda clase de salidas con el poder de sus almas.
Definitivamente no era como se lo habían contado en su clase de historia.
-Al principio todos vivieron tranquilos, ocultos de la maldad y odio de la humanidad, hasta que poco a poco, la escasez y lo oscuro de este lugar provoco que fueran perdiendo su cordura. No soportaban la idea de permanecer encerrados aquí toda su vida, a lo que el rey tomo la decisión de reunir siete almas humanas, robar su poder, y así romper la barrera y vengarse de la humanidad.
-¿Y cómo reuniría las almas humanas?
-Bueno... otras personas han caído por ese agujero, pero pocos han logrado pasar de las ruinas y llegar a este lugar – Flowey comenzó a ponerse un poco nervioso – los pocos que lograron sobre pasar lo que hemos pasado tu y yo, terminan frente al Rey, y... es mejor que no sepas más.
Un escalofrió recorrido la espalda de la pequeña, quien empuñaba sus manos, teniendo cuidado de no lastimarse con las flores en su cuerpo.
-... ¿Y que más sucedió en la historia?
- Los demás monstruos estaban de acuerdo con el Rey, mientras que una minoría solo seguía sus órdenes obligadamente... estos creían que aún había esperanza en la humanidad- la niña asintió con tristeza, estaba segura que entre esos, podrían estar las hermanas conejas - Su esposa, asustada por el cambio de su marido, huyo lejos de él, escondiéndose en las ruinas y aislándose de todo el mundo.
<< ¿Así que Toriel era su esposa?>>, pensó la niña aún más impactada, lamentando el estado en el que se encontraba la pobre mujer cabra.
- Aquella pareja había tenido años atrás un hijo y adoptado a otro, siendo el segundo un pequeño humano. Estos dos niños se quedaron al cuidado de su padre, pero gracias a la sed de venganza que manchó el alma de Asgore, se volvió violento con ellos... sufrieron de g-golpes y torturas, los pobres no sabían que hacer. Su madre les había abandonado ja... y lo peor es que uno de ellos.... Murió a-asesinado a manos de su p-propio padre. - Flowey bajo la mirada de forma rápida, ocultando las pequeñas lagrimas que comenzaron a brotar de sus ojos.
La chica un poco preocupada se acercó a él acariciando sus pétalos, un rato después, volvió a levantar la mirada hacia su amiga, con la diferencia de llevar ahora dos pequeñas lágrimas en sus ojos que no querían desaparecer. Frisk no comprendía su reacción, pero seguramente algo tenía que ver Flowey con aquella historia.
-¿Seguro que estas bien? No quiero que llores y...
- Estoy bien. Déjame continuar, necesitas saber. – con la voz entre cortada, la florecilla se aclaró la garganta y decidió continuar - ...Así que uno de los pequeños niños tomo el cuerpo de su recién asesinado hermano, y escapo del castillo de Asgore. Llego a las ruinas, donde se encontraba su madre. Ella al ver el cadáver de su hijo siendo cargado por el otro, se quebró, y la culpabilidad rompió todo su razonamiento, a tal punto que ella perdió la razón; Llevándola a tomar la vida del otro niño accidentalmente, cerca de una cama de flores....
<<La cama de flores donde había caído la pequeña Frisk... y donde se encontraba Flowey.>>
Frisk se encontraba sollozando, los monstruos que se encontraban también en la biblioteca le miraban con pesar sin comprender que le pasaba, de igual manera no faltaba el que era indiferente ante la situación, y lo que todos tenían en común era que ninguno se acercaba a los dos amigos.
- Tranquila Frisk...m-mira que ahora estamos juntos, y-y podremos ayudar en nuestro camino a algunos monstruos ¡Hasta podríamos l-liberarlos! vamos, no te sientas mal, ya todo eso es pasado... y no me siento mal. – hablo con una sonrisa su pequeño compañero, logrando calmar el llanto de la niña. - tenemos que seguir, más adelante hay un tipo de lagos muy bonitos, ¡Se que te gustarán mucho!
Flowey posó sus pequeñas hojas sobre las mejillas de Frisk, limpiando las pequeñas lagrimas que aún seguían cayendo, y teniendo cuidado con le pequeñas flores amarillas.
-Esta bien... vamos a ver el lago, gracias Flowey – la niña suspiro aliviada y reconfortada, lista para seguir y ser mucho más fuerte por ella y su compañero. Tenía que hacer todo lo posible para ayudarlo mientras estuviesen juntos.
....
Siguiendo su marcha, pudieron observar varias casas algo viejas, pero que eran habitadas por varios monstruos. Había unas pocas personas andando por el pueblo, nadie le dedicaba una sola mirada a la niña, cosa que agradeció de algún modo, puesto que prefería evitarse problemas... sumando su apenas recuperado estado de ánimo, no se sentía muy bien.
Unos pequeños pasos corrieron en dirección a Frisk, sobresaltándola y notando que un pequeño niño reptil se acercaba a ella. Este sonreía emocionado mencionando algo sobre una heroína o algo así, pero Frisk no lograba comprender a que se refería.
-¡No puedo creer que no conozcas a la heroína de todo los tiempos! Eres una niña desactualizada, ¡Hmp! – Se quejo el niño, y con un movimiento de su cabeza, se despidió del dúo, corriendo hacía otro grupo de niños. El pequeño no vio una pequeña roca, y todo su cuerpo cayo al suelo.
Frisk iba a correr para ayudarlo, pero rápidamente el joven reptil se levanto de un salto con sus piernas, dejando a la niña perpleja.
-No lo había notado... pero... - El reptil no tenía brazos, llevaba un suéter ancho rojo, que le hacía ver gracioso y un poco tierno. Parecía ser alguien muy alegre, llenando de esperanza a la chica, ella sabía que aún había buenos sentimientos en los monstruos.
Después de ese raro encuentro, los chicos continuaron su viaje, llegando a una planicie recubierta de nieve. Y aun lado de un árbol, encontraron nuevamente otra esfera dorada.
Frisk y Flowey se miraron extrañados al encontrar otra tan pronto. Luego de "guardar" una vez más, se encaminaron en un gran plano nevado, las piernas de la niña se encontraban frías como un hielo, haciendo más dificultosa su travesía, pero algo hizo que se detuvieran por completo. Una voz la detuvo, y no sonaba para nada agradable el tono en que los llamaba.
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La chica Flor [FINALIZADA]
Romance-Voy hacerlo, tengo que enfrentarlo - dijo la castaña determinada. A pesar de su estado, su alma seguía intacta. Era tan brillante como las gemas de Waterfall. -Cariño...-el esqueleto se rasco la cabeza, intentando controlar sus emociones. El no que...