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-¿Sans? – pregunto ladeando su cabeza la pequeña humana, pues no entendía que era lo que tanto miraba en ella su compañero.
- Hmm, primero iremos con una vieja amiga mía, a Hotland.- Frisk estaba confundida – es importante ¿Ok? – insistió el esqueleto con una medio sonrisa forzada - tomaremos uno de mis atajos, donde vive ella hace mucho calor, es una zona volcánica.
Sans iba a tomar la mano de Frisk, pero recordó que esto le provocaría más dolor, además, se veía un poco desanimada... lo pensó durante un momento, y, aunque no le gustaba lo que acababa de ocurrírsele en su cabeza, tal vez eso le subiría el animo a la chica.
- H-Hey niña, ¿quieres montar al caballito? Hehehe~ - ofreció, agachándose lo suficiente para que ella misma tomará la decisión, sin voltear a mirarla.
- ¿De verdad? Eh... - Frisk se avergonzó un poco, y abrazo a su pequeño amigo desmayado. Parecía tener muchas ganas de aceptar su ofrecimiento, pero la niña no sabía si era muy pesada para él.
El se rio al leer sus pensamientos pintados en su expresión.
- Soy fuerte, aunque no lo parezca mucho haha – dándole más confianza, la pequeña Frisk asintió alegremente, acercándose hasta su espalda y subiendo sus piernas sobre los hombros del esqueleto de huesos anchos. Se sentó con cuidado de soltar a su compañero amarillo - Ahora cierra los ojos, yo te sostengo - finalizo, agarrando sus piernas con cuidado de no tocar aquellas florecillas.
La niña apoyo sus manos sobre el cráneo de Sans, pero le fue difícil sostenerse, pues una de ellas cargaba a Flowey.
-Dame a tu amiguito, cuando lleguemos te lo devolveré ¿Bien? Agárrate mejor – la humana accedió a su petición, entregándole a su fiel compañero, sin dejar de preocuparse.
Por otro lado, Flowey comenzaba a despertarse, observando quien estaba llevándolo, para después fijarse en su amiga, que se le notaba contenta de verlo volver. No le gustaba estar en los brazos del monstruo, pero por ella se quedó en silencio, observando con impotencia esas flores que obstruyeron su visión. Él sabía que la niña no estaba del todo bien.
Como la primera vez, Sans lo llevo a otro plano en cuestión de segundos, encontrándose en un laboratorio. Se veía limpio, pero oscuro y macabro, como de película de terror.
Había una pantalla gigante que grababa todo Snowin, Waterfall y lo que era Hotland, también una mesa llena de figuras de acción y muchos libros con páginas sueltas. Sans se acuclilló, dejando bajar a la humana con cuidado, y entregándole a su amigo.
-¡Oh! Hasta aquí tienen esas figuras... - Frisk corrió hacia la mesa llena de figuras de anime y cómics, analizando con cuidado cada una, mientras que a Flowey le eran indiferentes esos juguetes.
Indiferente por la situación, Sans empezó a buscar a su amiga. Hasta que escucho que unos libros se caían desde la segunda planta del laboratorio. Ya sabía dónde estaba.
-Ey, Alphys.
- ¡O-Oye niña! ¡No toques eso! - grito, una lagartija antropomórfica casi de la misma estatura que Sans, este era un poco más alto.
La lagartija amarilla corrió a la planta de abajo cabreada, notando sorpresivamente la presencia del esqueleto, pues no había logrado escucharlo ante la impresión de ver a alguien cerca a sus tesoros.
- H-Hola Sans ¿Qué haces por aquí? ¡¿ADEMAS, CON UNA HUMANA?!- grito indignada atrapando sus lentes.
-Necesito tu ayuda con algo, por eso he venido. -señalo a la niña con su pulgar, ignorando la reacción de la lagartija -¿Sabes lo que son esas flores pegadas en su cuerpo?- el esqueleto sabía que eso no era para nada normal en los humanos, además, las niña se veía más decaída desde la última vez que la vio. Seguramente el dolor incremento más de lo que creía, pero ella lo seguía soportando.
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La chica Flor [FINALIZADA]
Romance-Voy hacerlo, tengo que enfrentarlo - dijo la castaña determinada. A pesar de su estado, su alma seguía intacta. Era tan brillante como las gemas de Waterfall. -Cariño...-el esqueleto se rasco la cabeza, intentando controlar sus emociones. El no que...