...
Luego de un largo silencio por parte de Sans, este procedió a rascar su cráneo con total rendición, pues no era alguien que rompiera sus promesas.
- Bueh, no se puede hacer nada, está bien- las dos mujeres lo observaban con curiosidad, sin entender sobre que iba la plática de Frisk y el esqueleto - Iré entonces a pasar el rato con mi colega, nos vemos después, par de tórtolas hehe~- guiño su cuenca, dejando bajo tensión el ambiente entre aquellas chicas monstruos.
-¡Ugh...! ¡Eres un maldito entrometido! – exclamó avergonzada Undyne, desviando su atención a otro lugar, se notaba muy incómoda, y ni que hablar de la científica.
- S-Solo vete... ¡Pero no vuelvan muy tarde! O no podré ver mi maratón junto a la humana... - Alphys vio de reojo a su amaba mujer de la guardia real, y, aunque le había incomodado el comentario, ella sonreía muy contenta.
Sans espero que la niña fuese por su pequeño amigo, quien se notaba nervioso y confuso por tener que acompañarlos. Flowey no había escuchado lo que harían, pero rápidamente la pequeña humana le susurró su plan.
-Ha llegado el momento... je, y yo que pensé que... -pero se detuvo, no quería interferir en la esperanza de su amiga. Lo único de lo que estaba seguro era en lo que iba a suceder, y los escalofríos no dejaban de recorrer su tallo.
-...Vamos. – Sans se acercó a la pequeña, y antes de retirarse, escucharon como un inquilino irrumpía dentro del laboratorio.
- OHH YEAHH... LES HAN ATRAPADO QUERIDAS~~.- Una voz robótica se escuchó desde alguna parte desconocida para Frisk, y mientras el esqueleto rodaba los ojos, la humana se pegó a su lado, se agarró fuerte a Sans, específicamente de su chaqueta sin entender que sucedía.
-He, algo bueno de esto es que no tendremos que ver a ese robot de... -bufo Sans, sonriendo de lado a la chica y dándole confianza en que nada pasaría.
- ¿A qué te refieres? - y en menos de unos segundos, reaparecieron en una la sala gigantesca, hermosa como una pintura de la edad media. Frisk se olvido por completo de la pregunta cuando observo el panorama.
El largo pasillo estaba decorado de muchas ventanas que permitían apreciar todo el subsuelo, también había altas columnas, el suelo era rojizo y algunas partes de este estaban rotas.
- Aquí estamos... -pronuncio el esqueleto, permitiendo a la pequeña caminar un poco adelante- sinceramente, no quiero que hagas esto, yo... - las palabras estaban en su tráquea, pero se le dificultaba pronunciarla.
-¿Sans?... – la joven chica se volteó en su dirección, preocupada ante la reacción que tenía el esqueleto.
Sans no dejaba de recordar todas las atrocidades que había hecho su padre en este lugar, tampoco olvidó cuantas veces tuvo que ver la crueldad de Rey junto a su padre mientras experimentaban... era muy terrorífico para él tan si quiera ver aquel sitio.
- No podre ayudarte, no puedo... entrar a ese lugar. Te traje hasta aquí por la promesa... pero... ahh, perdona cariño. - sentencio el esqueleto. Frisk se acercó nuevamente a él, quedando frente suyo, con una mirada triste. Ante la expresión de la humana, Sans posó sus manos en los hombros de la pequeña.
Tal vez... si le decía aquellas palabras, ¿la humana cambiaría de parecer? Entendiendo que no estaría a su lado, suplico para que así fuera. Sin embargo, ella no decía nada, y suspirando con aprensión, intento mantener sus ojos en los de ella.
- Y-yo podría cuidar de ti. ¿No te gustaría? No tendrías que hacer nada peligroso – insistió, embozando una sonrisa cálida - además, sabes que si llegan brotan más flores en tu cuerpo... tu dolor será hará aún más insoportable. Aún así... ¿piensas seguir? - la niña se abrazó más a Flowey que concordaba con Sans, por primera vez.
Pero ella no permitió que sus emociones la controlarán, sentía que era su deber continuar con esto.
-Lo siento Sans...p-pero quiero intentarlo, ¡Sé que podre contra él! Y tal vez podamos romper esa barrera...Q-quiero sacarte de aquí. - Frisk tenía miedo así sus palabras fuesen las más determinadas. Ella sabía que esto no sería más fácil que Undyne, y menos ahora que Sans no lucharía junto a ella... pero lo comprendía, Frisk ya estaba lo suficientemente agradecida con él por todo lo que había hecho.
Gracias a Sans y a Flowey, pudo desplazarse con más confianza a través de ese mundo mágico, y logró relacionarse con criaturas maravillosas. Estaba en deuda con ellos.
Observo un extremo de la sala, percatándose de una esfera dorada, comprendiendo lo cerca que estaba del final, sabía que esta sería la última vez que resguardaría su propia vida.
No sabía qué pasaría si era consumida por las flores... ante alguna equivocación, pero prefería pensar en positivo y no darle importancia. Ella estaba determinada a salir de allí, POR SU FAMILIA, POR SUS AMIGOS.
-Ah...comprendo. -que impotente se sentía aquel esqueleto en ese momento- te dejo el resto a ti, colega. - sonrió, dándole por primera vez un abrazo sin importarle la flor de por medio.
La envolvió con cuidado entre sus brazos, atrayéndola hacia su pecho. Quería sentir el dulce olor que emanaba la humana que tanta felicidad le había traído. Y la humana que estaba destrozando su pequeña alma mortificada ante lo que podría suceder después.
-No te preocupes por mí, ya me siento contenta en saber que conocí a personas tan buenas como tú.
- Bien, Estaré aquí más sin embargo... voy a verte aquí cuando vuelvas, aunque espero que eso no pase de la forma que pienso, cariño. – Sans le dio una cálida expresión mezclada con dolor.
Flowey se quedó en silencio, puesto que no tenía intenciones de unirse a ese emotivo momento. Frisk le dio un último vistazo a su compañero huesudo, y se alejó, comenzando a caminar hacía el punto de guardado.
-Tengo un mal presentimiento, no sé qué pasara haya adentro...- tartamudeo Flowey, rompiendo el silencio que invadió a la niña luego de quedarse sola junto a él -tratare de ayudarte esta vez- hablo en vos baja.
-Gracias... -respondió la pequeña, tocando la esfera dorada.
El viaje termina aquí, tu destino se marca en este momento.
Una vos en su cabeza habló, dejando un extraño sentimiento en su interior. Su conciencia se sentía vacía, y las únicas palabras que pasaban en su mente le estaban incomodando: sobrevive, abandona, quédate...
-No. – se respondió así misma, esos mensajes no cambiarían su objetivo, nada lo haría en este punto en el que había llegado.
Los liberaría a todos, y así podría volver a ver sus otros seres queridos. Dándole un desenlace diferente a dos razas separadas. Una nueva oportunidad.
Con el poder de su alma, la determinación a cumplir su deseo era gigante.
Frisk abrió las puertas oscuras que se hallaban al final de ese ancho pasillo color sangre. Miro la nueva habitación, tenía un aire muy denso y se encontraba repleta de flores marchitas.
Algo llamó la atención del dúo, el centro se podía reconocer a alguien que estaba dándole la espalda a la niña. Llevaba una capa roja algo desgastada, y algo puntiagudo sobre salía de su cabeza. Aquella criatura se encontraba sosteniéndose de una inmensa silla.
-El trono REAL. – sentenció la flor.
(...)
(Estoy creando una sobre Ink <3, no es muy muy parecida a las demás, tiene su toque original :3)
Pronto la empezare a subir y si quieren pasen por allí v.v
me despido y ¡¡gracias de nuevo!!
besos n_< !
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La chica Flor [FINALIZADA]
Roman d'amour-Voy hacerlo, tengo que enfrentarlo - dijo la castaña determinada. A pesar de su estado, su alma seguía intacta. Era tan brillante como las gemas de Waterfall. -Cariño...-el esqueleto se rasco la cabeza, intentando controlar sus emociones. El no que...