Capitulo 6

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De nuevo junto a la esfera dorada.

No se hallaban muy lejos del manto congelado, pero eso que le acababa de ocurrir, no se lo espero en ningún momento Frisk, permaneciendo en silencio, pensando en lo imprudente que había sido al dejarse llevar por las apariencias.

Nada era seguro para un humano, todo podía lastimarla a ella y a su amigo.

Su compañero empezó a reprenderla, haciendo que la chica riera un poco tratando de parecer normal y sin preocupaciones, pero muy dentro de sí, las flores amarillas estaban provocando cansancio y dolor.

Dos le habían brotado cerca de su ojo derecho, y una más que salió también una en su cuello, haciendo que fuese un poco fastidioso moverlo de cualquier manera. Se encamino hacia la pista de hielo, pero grande fue su sorpresa al encontrarse con Sans, quien obviamente estaba esperándola.

-Ey, hola niña, parece que empiezas a tener problemas, ¿no es así? -Frisk se asombró ante su afirmación, ¿Acaso sabia de su muerte?

Le pregunto a Flowey casi en un susurro, a lo que este afirmo que era imposible, o eso se suponía. Solo ellos dos podían tener ese poder gracias a la determinación de seguir con vida de la humana.

- ¿Qué tanto piensas niña? Entonces, quieres mi ayuda o no - La chica salió de sus pensamientos, asintiendo rápidamente a lo que el esqueleto le decía.

Sans colocó especial atención al rostro de la chica, notando unas pequeñas florecillas que antes no tenía. Estás parecían estar obstruyendo un poco su visión.

- Hey, ¿qué es eso que tienes en el rostro? No sabía que a los humanos les brotaban plantas en el cuerpo - pregunto curioso Sans, a lo que Frisk se puso nerviosa y no respondió, ni siquiera ella sabía que era lo que le pasaba con esas nuevas intrusas.

Ante el silencio de Frisk, el esqueleto acerco su mano a una de las pequeñas flores en el rostro de ella, esta no se movió. Tocó unos de los pétalos, y la pequeña sintió de repente un dolor punzante en el lugar que el esqueleto tocaba, haciendo que retirará su rostro rápidamente y se quejará adolorida mientras miraba al su pequeño amigo.

-Duele...

- Uauh lo siento, pequeña humana, no pretendía lastimarte. - Resopló confuso y pensativo, mirando aquellas flores que adornaban la cara de la niña. ¿Por qué la lastimaban? Además, ¿Cómo es que las obtuvo? Cuando la vio por primera vez, solo tenía una florecilla en su rostro.

Por más que lo pensará, no podía hacer mucho, y no deseaba tampoco hacerlo; Así que siguió con su plan inicial, descartando lo que acababa de ocurrir.

-Como sea, dame la mano y sígueme- este tomo con un poco de fuerza la mano de la niña guiándola a través de la pista congelada, esta vez, por el camino correcto hasta llegar al otro extremo. - Fácil ¿ves? sigue como te lo indique antes.

-Gracias Sans.

El esqueleto carraspeo sus palabras, y desvió su atención de la pequeña, quien le sonreía con alegría.

-Desactivaré algunas trampas, pero más adelante estará el "ultimo" puzle, nos vemos allá- y sin decir más, volvió a desaparecer.

-Qué curioso monstruo, creí que solo bromeaba con ayudarnos, parece que no todos son tan malvados... extraño. - finalizo Flowey mientras se abrazaba más a la niña, ya que literalmente se estaba congelando.

Frisk solo escuchaba en silencio lo que decía su amigo, no tenía muchas ganas de hablar, pues por el dolor que las florecillas le producían, y el helado clima de allí, empezaba a sentirse cansada. Pese a ello, no se podía dar el lujo de descansar, no en ese sitio... Necesitaba seguir avanzando.

Pasaron algunas horas y Frisk seguía caminando, ya había pasado varios puzles muy sencillos, tal vez por eso Sans no había aparecido por allí. Él le había asegurado haber desactivado algunos, tal vez los más peligrosos, dejando de lado aquellos que parecían ser solo juegos de estrategia. Frisk logro pasarlos, al fin y al cabo.

No paso mucho tiempo hasta que llego a un tipo de puzle con símbolos raros, era inmenso. Flowey le dijo que se detuviera, por lo que la niña así lo hizo, comenzando a observar a su alrededor.

Allí estaba él, provocando que el miedo de Frisk se esfumará. Sans estaba recostado en un árbol mientras sonreía.

-Veo que te fue bien con los sencillos puzles anteriores... heh, no me esperaba menos. Bueh, a continuación, la obra maestra de Papyrus- señalo el montón de símbolos regados en la nieve- es prácticamente imposible pasar este, tiene una combinación que solo conocemos mi hermano y yo, pero no te preocupes Niña, lo resolveré en un segundo, literalmente.

-Si es tan difícil... como lo resolverás en un según...

En un abrir y cerrar de ojos Sans había desaparecido, saltando de símbolo en símbolo, desapareciendo y reapareciendo una y otra vez en lugares diferentes. Un "Click" resonó, haciendo que un camino se abriera frente a los ojos de la niña y su amigo, quienes estaban sorprendidos ante la rapidez del esqueleto.

- Te lo dije, soy SANSacional hehe~~- la pequeña se rió divertida por su mal juego de palabras, al tanto que Flowey miraba seriamente a esqueleto. - Si sigues este camino pronto llegaras a Snowin, allí hay una posada, si quieres descansar.

-¿Una posada...? Umm - Flowey cruzo miradas con la pequeña, y un temor los embargo.

La chica estaba claramente preocupada, metió sus manos y hurgó en sus bolsillos dando a saber que no tenía dinero y mucho menos el que manejaban es el subsuelo.

Claro, los humanos no manejaban la moneda de los monstruos ¿Cómo pudo olvidarse de ese pequeño detalle? Esa florecilla tampoco parecía tener dinero, por lo que sería inútil para la niña encontrar un lugar donde descansar. Sans maldijo todo a su alrededor con recelo, aquella mirada de cachorrito que ponía esa pequeña... lo tenía trastornado.

- ¡Ahh!... Toma, esto será suficiente para que pases un tiempo allí...-menciono fastidiado. Para él, ser amable, era algo totalmente extraño, y ese día lo había sido más de la cuenta. ¿Por qué? Ni siquiera él lo sabía.

- ¡Sans te lo agradecemos mucho! Eres una buena persona - exclamó contenta la pequeña, recibiendo el dinero y guardándolo en sus bolsillos.

- Seh... he, trata de no encontrarte con mi hermano, si quieres vivir, claro está. -El esqueleto se rasco el cráneo, y desviando la mirada, intento ocultar una pequeña sonrisa.

-Ya captamos el mensaje -respondió dudoso la flor.

- Eso espero, nos vemos luego, cariño. - Finalizó, observando a la humana y volvió a desaparecer.

-¿Cariño? ¡Cuanta confianza tiene ese monstruo! Hmp...

-No te preocupes, Sans parece ser una persona buena. Es mejor seguir. -intento calmar a su pequeño amigo, quien no dejaba de maldecir por lo bajo, viéndose un poco gracioso ante los ojos de Frisk.

La niña emprendió la marcha ahora con dinero de sobra, tal vez podría comer algo allí. Esperaba que los monstruos comieron algo parecido a las personas... Pero recordó que llevaba en su mochila la tarta de Toriel, aunque solo la tomó por no ser descortés, porque si de verdad sabía cómo olía, prefería quedarse con la duda...

<<Que la comida aquí sea más apetitosa, por favor>>

(...)

Espero este siendo de su agrado :D

La chica Flor  [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora