...
-ASGORE...- pronuncio con fuerza la chica, llamando la atención de aquel se encontraba decaído. Un ruido metálico estremeció todo el lugar, siendo el causante de esté un enorme tridente con el cual se apoyaba esa enorme criatura. Aquel ser se dio media vuelta, y escalofríos recorrieron la espalda de la pequeña humana, mientras que Flowey bajaba su mirada al suelo con temor.
Frisk se encontró con unos ojos color sangre, que destilaban ese peligro latente; La melena oscura de ese monstruo le hacía lucir como un gran león apunto de devorar a su presa... Asgore era muy similar a Toriel, siendo de la misma raza, pero con un aire todavía más aterrador que ella. Este es mucho más alto, imponente y macabro, no había ni una pizca de locura en su mirada, él parecía saber a qué venía la humana.
-Humana, al fin llegas. – hablo, examinando a la pequeña con esos inexpresivos ojos – Sabía que había un humano rondando mis tierras, pero no pensé que vendrías hasta aquí por tu cuenta.
La cabra oscura caminaba hacía una pequeña ventana, y sin observar a Frisk, contemplo el paisaje, manteniendo aquel tono de voz tan apagado.
-Necesitaba una última alma humana para hacer realidad mi sueño. - saco su enorme oz, y se volteó, apuntando a la niña. - lástima que seas tan pura, pero no tengo hay más remedio que matarte. - En su mirada, Frisk podía sentir el rencor y odio hacia la humanidad.
La niña apretón sus manos, buscando las palabras adecuadas para dirigirse a él, pero el ambiente era tan pesado que su cuerpo sentía la opresión de tan solo respirar.
- Bien, NO HA SIDO UN PLACER CONOCERTE. – y sin más, empezó sus ataques.
-¡Cuidado!- grito la planta, a Frisk le era muy difícil esquivar aquellas llamas que fueron lanzadas con una velocidad enorme hacia ella, pero como si su alma supiese lo importante de ese momento, encontró las fuerzas necesarias para moverse igual de rápido. Su cuerpo ya no se sentía tan pesado.
Flowey le ayudaba atacando a Asgore, ralentizando los ataques de su enemigo. Pero el Rey de los monstruos tenía mucho poder, y no se desgastaba pese a sus ataques fallidos.
-Parece que no quieres morir, menuda determinación; Pero en ese estado no esquivarás todo. - se burló, pues una de las llamas le había dado en un brazo la chica, provocando que soltara a su amigo ante el ardor. Flowey se levantó un poco mareado del golpe, mirando como Frisk jadeaba cansada.
-Yo te protegeré... levántate Frisk. – exclamo con preocupación la florecilla, quien se levantaba y se interponía entre Asgore y la niña.
- Es mejor que te sometas, entrégame tu alma. - rodeo a Frisk en un aro de fuego con llamas de dos tonos, rojizas y amarillas, acercándose a ella - Así harías las cosas más fáciles para los dos. – Flowey intentaba atacar con todo a la oscura cabra, pero era inútil, ya que sus semillas eran calcinadas por esas feroces llamas.
Frisk se encontraba observando ahora al imponente rey. Estaba justo frente a ella, observando como las ropas de la humana se calcinaban y aquellas flores en su cuerpo destellaban a medida que se hacían cenizas.
No podía huir, no podía depender de Flowey, ni siquiera era capaz de dirigirle una palabra a ese ser que solo mostraba hostilidad. ¿Así iba a morir? Se pregunto mientras se sostenía sobre el suelo, con sus manos temblorosas y ardiendo. Bajo su cabeza, escondiendo unas pequeñas lagrimas escapando de su único ojo. Estaba preparada para afrontar aquel descuido.
- MUERE. - alzo su oz produciéndole un corte profundo a Frisk, manchando de carmesí cada flor que decoraba ese pequeño cuerpo. Flowey grito horrorizado y se agacho con dolor -Adiós, humana.
ESTÁS LEYENDO
La chica Flor [FINALIZADA]
Romance-Voy hacerlo, tengo que enfrentarlo - dijo la castaña determinada. A pesar de su estado, su alma seguía intacta. Era tan brillante como las gemas de Waterfall. -Cariño...-el esqueleto se rasco la cabeza, intentando controlar sus emociones. El no que...