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—Sans, en mis sueños veo fragmentos de la vida de tu amiga, la pequeña que está enterrada en el subsuelo... más bien parecen visiones borrosas. Puede que lo esté imaginando, pero algunas de esas memorias encajan a la perfección con la historia contada por el rey Asgore — la chica tenía la mirada baja mientras narraba sus pensamientos. Se veía inmersa en su propio mundo mientras recordaba.
Ella espero alguna respuesta, siendo el silencio lo único que recibió. Al mirar de nuevo a Sans, no esperaba percibir la calma con la cual estaba escuchándola, ni sorpresa o confusión.
Sans vio duda en su mirada, así que tomó la palabra.
—Te estoy escuchando, y me interesa saber todo el contexto. Sin embargo, y por ahora, no creo que sean más que simples sueños. Seguramente imaginaste esas escenas luego de escuchar la historia ¿No? Pareces muy entusiasta sobre el tema — ella bajo la mirada desilusionada, creía que esa reacción era más que obvia y había perdido su oportunidad ante los impulsos de sincerarse, entonces... — pero esto puede cambiar si me respondes algo.
La luz volvió a sus ojos, como si le hubieran mostrado una paleta dulce aun niño pequeño.
—¡M-Muy bien! Dime que necesitas saber.
—Si es verdad que tienes visiones sobre el pasado de Frisk ¿Sabes por qué o como le brotaban esas flores? Debes de saber a cuáles me refiero —Sans cuestionó con seguridad.
Ni siquiera él mismo tuvo claro en algún momento porque el cuerpo de Frisk se llenó de esas flores tan dolorosas. Era imposible conocer ese hecho, nunca lo hicieron público, así que hizo la pregunta para no perder más tiempo escuchando cosas extrañas.
Aunque en el fondo deseaba que no fuera simple coincidencia, su lado racional y científico exigía desenmascarar a esa chica humana, quien parecía ser muy fanática, pero que jamás podría adivinar el poder que aquella niña valiente tenía al resetear su propia línea temporal cada vez que moría.
Solo él, Flowey y Frisk conocían esa habilidad.
Ya estaba preparándose para salir del auto y olvidar el hecho que conoció a una joven como ella. Ni si quiera le preguntó su nombre para evitar cultivar más la curiosidad que le daba. Entonces, cuando aquella chica decidió hablar, sus palabras hicieron que Sans se detuviera en seco.
—¡Frisk podía tocar luces d-doradas! Cuando lo hacía, su cuerpo se llenada de energía y esa energía fue la que consumía su vida cada vez que...
—¿Cada vez que qué?
En el rostro de la joven, una expresión de dolor se hizo presente.
—...Fue asesinada por ti, y los monstruos que perdonó y liberó con su propia alma. No sé cómo es eso posible, me lo cuestione mucho, me cuesta aún entender...pero lo que veo se siente tan real... simplemente no podía olvidarlo. Fue... una niña llena de determinación, ese don que tenía era extraordinario, logro cambiar sus corazones... y creo... saber c-cuánto la extrañas.
Sans se quedó petrificado al oír aquellas palabras. Avivar en su memoria esas dolorosas verdades que nunca quiso aceptar, hizo que se le hundiera el pecho.
Era... ella sabía cosas que no podía saber ¿De verdad era ella? ¿Podía creer que de verdad era el alma de Frisk? ¿Por eso sentía que su energía era tan similar? Había pasado tanto tiempo desde ese suceso que a veces se cuestionaba si era capaz de recordar la cosas a la perfección.
—¿Te has preguntado por que puedes ver esas memorias?
—Hay ocasiones que lo hago, ¿No te resulta impresionante nuestro parecido? Creí que era descendiente de su familia, pero no tengo nada que ver. M-Me siento extraña, no quiero obligarte a pensar que estoy relacionada — Ella levanto las manos en señal de sorpresa, no parecía tener la intención provocar un malentendido con Sans, pues esté tenía el mismo pensamiento que ella, pero... no creía que fuera descabellado.
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La chica Flor [FINALIZADA]
Romance-Voy hacerlo, tengo que enfrentarlo - dijo la castaña determinada. A pesar de su estado, su alma seguía intacta. Era tan brillante como las gemas de Waterfall. -Cariño...-el esqueleto se rasco la cabeza, intentando controlar sus emociones. El no que...