Capítulo 4

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—¿Qué queréis?— dije de la forma más fría y amarga que pude.

—Wow, buena presentación. Ahora, ¿la piscina?

—¿Qué? Ni de coña. Venga, fuera.

—Astrid, no entiendo por qué estás empeñada en llevarte mal con nosotros—habló esta vez Noah.

—Es un engreído. Y me mirasteis mal el primer día. Por no decir que tú te negaste a darme unos cupcakes que eran para nosotros. Además, es algo desde que nos conocimos, no vamos a cambiarlo ahora— dije fulminando a Julem con la mirada.

—Astrid, solo te digo que vamos a ser de los pocos que estemos en tu bando.

—¿Mi bando? ¿Qué? ¿Bando de qué?— pero ya se estaban alejando y haciendo caso omiso de lo que decía.

¿Bando? En el instituto no hay bandos. Y si los hay no estoy enterada y dudo estar en alguno de ellos. Dijo que sería de los pocos que estarían en mi bando... pocos... me da igual. Si es algún tipo de pelea de bandas y cree que estaré en la suya está equivocado.

Y ahí estaba yo. Siendo aconsejada por Daia y Violet para escoger la ropa que usaría en una hora. Yo apostaba por un short, una camiseta o blusa y mi chaqueta de cuero, acompañado todo por unos botines de tacón. Mientras Daia y Violet querían que me pusiera una falda de lentejuelas plateadas, una blusa negra y unos botines del mismo color.

—Con los pantalones voy más cómoda.

—Pero dejas mucho a la imaginación- dijo Violet rodando los ojos.

—¿Cómo?

—Comiendo. El tema. Ponte lo que nosotras elegimos y otro días escoges tu—dijo Daia poniendo cara de cachorrito.

—Agh, vale.

Me cambié y salimos al jardín. Miré a ambos lados esperando ver un coche o algo que nos llevase hasta la casa donde se celebraba la fiesta. Cuando miré hacia el lado donde está la casa de Julem vi a Julem y Noah saliendo de ella y acercándose a unas motos.

—¡Julem!—gritó Daia— ¿nos lleváis?

—Sois tres—dijo poniendo los ojos en blanco- además, ella no me cae bien— dijo señalando a Violet.

—Es mutuo, ntr. Igual, podéis ir con ellos, a mí me pasan a buscar Jayden y mi hermano.

Jayden... Miré a Vio que se encogió de hombros sonriendo. La fulminé con la mirada y ella me lanzó un beso. Será maldita. Igual la quiero. Por lo que sé, Jayden y Violet están coladitos el uno por el otro pero no lo quieren admitir. Idiotas.

—Bueno, entonces... nena, toma—dijo mirándome.

—¡Y dale con lo de nena! ¡Ni de coña, voy con Noah! Me cae mejor que tú...— dije acercándome a él y dejando un beso en su mejilla.

Noah me tendió el casco que no tardé en ponerme. Subí y me abracé a su cintura.

—¿Vas bien?

—Ajá.

-Agárrate, princesa— dijo haciendo rugir la moto. Agarré con más fuerza su cintura y estuve segura de que había sonreído.

En pocos minutos estábamos en la fiesta. Vi a Violet salir de un coche seguida de Jayden y Axel. Tenía el pelo despeinado, cubriendo levemente sus ojos chocolate.

Caminé con Daia hasta Violet. El hermano de esta mantuvo su mirada unos segundos en mí, se acercó a su hermana, le susurró algo y se fue.

—¿Vamos, Vio?— ella asintió enérgica y enlazó su brazo con el mío.

Entramos en la casa y ninguna de las dos se apartó de mí. Estuvimos bailando y bebiendo. Aunque la diversión terminó cuando las luces se apagaron y todo se volvió oscuro.

AlienaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora