Capítulo 5

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Unos brazos me envolvieron y me taparon la boca arrastrándome.

—¡Astrid! ¡Astrid! ¡¿Dónde estás?!

La persona me giró y quedé frente a Noah. Él tenía una mueca de preocupación. Sonrío para relajarme y volvió su mirada sobre mi hombro. Me giré y vi algo que realmente no quería ver.

Violet estaba rodeada por una especie de aura violeta. Había un chico y una chica rodeados por el mismo aura. Su hermano tenía un aura verde que parecía realmente potente. Jayden estaba cubierto por un aura azul, al igual que otro chico. Mientras, dos chicos tenían un aura rojo sangre. La sala parecía un cuadro infantil. El pequeño había lanzado miles de colores al azar, que se habían dejado ver a través del aura de las personas.

—¿Lo ves?— asentí temerosa, sin apartar la vista— muchos de los presentes son así...

—¿Qué son?

—Aliens.

Tragué con fuerza.

—Los que tienen auras violetas pueden controlar el maná, la energía. Los de aura azul leen mentes. Los rojos controlan la vida y la muerte a su antojo. Mientras, Axel, es el más fuerte. Controla todos los poderes conocidos. Hay muchas razas distintas y es difícil conocer todas. Pero te ayudaré a informarte.

—Dios. ¿Y tu? ¿Julem? ¿Daia?

—Yo soy un simple humano. Como tú. Y te voy a proteger. Julem igual. Daia... es humana, pero los apoya a ellos.

—Noah... tengo miedo...

Me giró haciendo que mirase hacia él. Acunó mi cara entre sus manos y sonrió.

—Eh... te voy a proteger ¿sí? Como hiciste tú en el ascensor...

—Se supone que nos odiamos.

—No ahora. Venga, vamos...

Cogió mi mano y me guió entre las personas.

Vi hacia Axel. Parecía enfadado con Violet, estaban peleándose. Y sus voces rebotaban en mi cabeza con fuerza, una fuerza que estaba generándome un dolor de cabeza intenso.

''¡¿Dónde está?!''

''¡No lo sé! ¡Estaba aquí!''

''Joder, Violet. Te dije que la vigilases. Donna la quiere. Además, puede ser peligrosa. Deberías saberlo''

''¡Y lo sé! ¡Pero no es mi culpa que no sepa controlarse!''

Llegamos a junto Julem. Me miró por unos segundos y volvió a centrar su mirada en la gente.

—Vamos a hacerlo.

—¿Por qué tenemos que hacer esto? ¿No podemos dejarlos en paz?— dijo un pelirrojo parado a su lado. No recordaba haberlo visto aquí el año pasado...

—Dijimos que lo haríamos y lo haremos, Leo. Con o sin ti.

—Vale...

—Dale.

Noah activó una palanca y un espeso gas se expandió por toda la casa excepto donde estábamos. Era un gas blanco con olor a anís. Odio el olor a anís.

Poco a poco las personas, o aliens, fueron cambiando de apariencia. Todos mantenían el físico humano. La piel de Violet se volvió violácea y sus ojos púrpuras. De sus manos salían pequeños destellos violetas. Me recordaba un poco a Anodita...

Jayden tenía la piel de un azul tan claro que parecía blanco. Sus pupilas se habían transformado en las de un gato y su iris era azul hielo.

Mientras, Axel tenía la piel pálida llena de dibujos extraños. Parecían tatuajes aunque no sabría explicar como eran exactamente. Sus ojos se habían vuelto negros y ya no hablaba como nosotros, hablaba un idioma completamente extraño y sin sentido.

La gente de alrededor, los que eran humanos, gritaban atemorizados por esos seres que, se suponía, eran nuestros amigos. Muchos salían corriendo. Al parecer el alcohol no les había hecho efecto.

—Vámonos. Astrid, te llevo a casa. Ya hemos hecho lo necesario.

Y allí estaba yo. Rodeada por los que antes eran mis enemigos y alejada de mis anteriores amigos que ahora no eran más que unos seres completamente desconocidos para mí.

AlienaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora