"Un oráculo es la respuesta dada por un Dios a una pregunta personal, concerniente generalmente al futuro, como método de adivinación. Los oráculos solo pueden ser interpretados por videntes en algunos lugares de culto determinados, sobre objetos determinados y con respecto a unos ritos determinados. Además de interpretar las respuestas de un Dios, expresa de diversas formas de poder que requieren a veces de un aprendizaje. Por extensión el término Oráculo designa también al intermediario humano que transmite la respuesta o incluso al lugar sagrado donde se transmite o a la respuesta dada."
-¿Sabes todo eso de memoria?-le pregunté mirando hacia el callejón donde habíamos visto Patrick y yo las ratas.
-No-dijo.-Esto lo he acabo de leer en la Wikipedia.
Cuando me volví para mirarla la chica ya estaba guardándose su móvil táctil en el bolsillo de la chaqueta azul celeste que llevaba. Cada vez que me encontraba con algo como aquello, algo que no comprendía del todo bien, me daba dolor de cabeza.
-Ahora voy a contarte lo que sé-declaró acercándose a mí y poniéndose a mi lado en la ventana. Ambos nos quedamos durante un momento mirando al cielo.
-¿Has oído hablar alguna vez del Oráculo de Delfos?-inquirió a continuación.
Negué con la cabeza pero la chica no me miraba ya, por lo que contesté con un rotundo, no.
-"Delfos en una ciudad Griega situada junto al monte Parnaso. Dicen que después de que Apolo matara a la serpiente que guardaba el sitio en nombre de la diosa Temis, tomó a unos cuantos navegantes y les hizo levantar un templo en su honor y les pidió que lo venerasen bajo el nombre de "Apolo Delfino", dicen que dentro del templo hay una cueva profunda a la que llamaron el Oráculo, ya que descubrieron que esta tenía poder, un pastor que llevaba cabras al lugar para los sacrificios que se hacían en nombre de Apolo, quedó atrapado por un terremoto y meses después comenzó a predecir sucesos futuros. Daba muestras de pequeños dones e incluso incitaba a aquellos que no creían en su palabra a sentarse y escuchar fascinados, le llamaron Pitia, ya que al ser varón no podía llamarle Pitonisa".
La chica rió al decir aquello.
-¿Y que más?
-No se. La historia termina ahí.
-Bueno pensándolo mejor..., todos los que creían en los dioses del olimpo tomaron el Oráculo de Delfos como centro del mundo, decían que dentro del templo había una especie de Ónfalos, donde se guardaron muchos tesoros y botines de guerra allí.
-No entiendo que tiene todo eso que ver conmigo-solté a voz de pronto y con desesperación.
-Pues que tus dones son muy parecidos a los que te acabo de contar de aquel pastor, ¿no crees?
-A si que crees que he pasado de servir a la causa de Zeus, para servir a la de Apolo-dije con sorna.
-Todos sirven a la causa de Zeus, incluso los demás dioses. ¿Por qué no iba a utilizar Zeus a los que veneraban a Apolo para proteger las llaves, siendo estas una causa mayor?
Negué con el cabeza, despachado, yo creía en un Dios muy distinto a aquellos de la mitología. Era católico, yo creía en la iglesia, pese a mi condición sexual, por lo que todo aquello era muy desconocido para mí.
-¿Qué piensas?-me pidió.
Me despeiné el pelo con las manos y suspiré fuertemente.
-Pues que todo eso me da igual-dije alzando la voz, luego la bajé tanto que casi susurré.-A mi lo que me importa es saber si Patrick me quiere de verdad o es solo un encantamiento de esto que me pasa.
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Pequeños Tesoros
Teen FictionHa estallado una guerra, una carrera a vida o muerte entre los Custodios y los Hijos de Epimeteo por conseguir la ansiada caja de pandora. La clave para conseguir su objetivo es un buscador que no recuerda que es buscador. Ultima parte de la trilogí...