Capítulo 24

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Kyungsoo y Jongin viajan hasta un punto de la ciudad al cual sus amigos generalmente no recurren. Antes de ir al cine, almuerzan en un lugar de comida rápida, más específicamente de pollo frito, la perdición de Jongin. Kyungsoo se da el permiso de divertirse sin restricciones este día, por eso ríe por cada idiotez que se le ocurre hacer o decir a su novio, e incluso participa de algunas de ellas. Como cuando Jongin se atreve a jugar con los límites y extiende su brazo con una porción de pollo bañado en salsa barbacoa entre sus dedos para alimentarlo. Kyungsoo normalmente lo ignoraría y lo haría sentir un idiota, pero las miradas que se posan sobre su estúpido y sensual novio lo incitan a aceptar y generarles a todos los espectadores indeseados una gran decepción. Toma la porción entre sus dientes y cuando cierra los labios no se pierde de hacerlo entorno al pulgar del moreno provocadoramente. Jongin se atraganta y las miradas alrededor se apartan rápidamente. Kyungsoo se aleja y mastica con una sonrisa triunfal en el rostro.

- Rico – dice.

A Jongin se le frió la cabeza con ese gesto así que solo asiente y sigue comiendo.

Cuando salen de allí, la lluvia ya se ha largado. El cine está a pocas cuadras, pero la función comienza en veinte minutos. Se miran para corroborar que el otro esté pensando lo mismo y se toman de las manos para luego salir corriendo debajo de la lluvia. Llegan completamente empapados y agitados, pero con una energía positiva fluyendo por su cuerpo que los empuja a reír sin razón. No hay nadie en la fila, el moreno se apresura a sacar las entradas y se dirigen a los baños para sacarse un poco de agua de encima.

No es hasta que entran que reparan en el estado del otro. Aunque tenían los abrigos puestos, el agua se ha colado igual hacia el resto de la ropa, que se les pega al cuerpo y da la sensación de estar más apretada. De las puntas del cabello desprenden gotas que trazan caminos por sus mejillas y luego por sus cuellos. Kyungsoo se muerde el labio ante tan tentadora imagen y el moreno no resiste las ganas de acorralarlo contra la pared y comérselo.

Sus labios se siguen los pasos con deseo y sus lenguas danzan de manera erótica. Las manos de Jongin no tardan en abrirse camino hacia la espalda, la cadera y los muslos de su novio, para finalmente cerrarse en un apretón en sus glúteos. Kyungsoo gime por lo bajo de dolor.

- No seas bruto – lo regaña entredientes con los labios aún rozándose.

- No puedo hacer nada, haces que salga mi instinto animal – vuelve a besarlo apasionadamente. Kyungsoo lo empuja un poco.

- La función está por empezar.

- ¿Quieres ir a verla?

Kyungsoo levanta los hombros, con la mirada baja, tal vez por vergüenza.

- ¿Quieres detenerte? - cambia la pregunta Jongin.

El mayor niega con la cabeza. Jongin toma su mano y lo dirige a un cubículo, que cierra tras de sí. Vuelven a lo suyo sin importarles la película. El menor, ansioso, acorrala al más bajo contra la pared y con torpeza le quita la parte superior de la ropa y le desabrocha el pantalón. Presiona sobre el boxer la punta del miembro ajeno. En contraste con la ropa fría, siente algo caliente brotar bajo su dedo. Kyungsoo contiene un jadeo.

Jongin comienza a masajearlo mientras le mordisquea el lóbulo de la oreja, robándole un par de suspiros. Kyungsoo se da cuenta que no está haciendo nada por él, entonces le coloca la mano en la entrepierna y la aprieta suavemente. Ya está tan grande que ante la expectativa siente a su culo rogar por ello. Empuja al moreno contra la otra pared mientras le desprende el jean. En un segundo le baja completamente la ropa inferior y se pone de rodillas para introducir el miembro en su boca.

ROOMIES (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora