Junmyeon ya no se siente en el estado físico necesario para estas salidas de parranda. No son lo suyo. Como si hubiese envejecido muchos años de golpe. Ya no resiste el alcohol de la misma forma y rápidamente se siente agotado físicamente. Hay tanta gente y están todos bailando con tanta euforia que no comparte, que se siente sofocado. Se aparta del grupo sigilosamente y atraviesa el predio hacia la salida para buscar algo de aire. Afuera hace mucho frío pero su cuerpo lo agradece. Está tan sudado que a pesar de su ropa fina se ve mediocre. Su cabello es un desastre al igual que su camisa: los primeros botones abiertos y las mangas arremangadas por el calor. En sus manos lleva el saco todo arrugado. Apoya su espalda contra una pared y se estremece por la sensación helada. Alguien a su lado imita su acción y gira su cabeza curioso.
- Ey – dice Yixing.
- ¿También te estabas asfixiando? – le pregunta.
- Algo así – responde y se quedan en silencio mirando la calle hasta que decide sincerarse -. En realidad te vi salir y me preguntaba si estabas bien.
Junmyeon mira el piso y en sus labios se forma una pequeña sonrisa porque Yixing nunca cambia. No puede con su amabilidad.
- Estoy un poco cansado – explica.
A Yixing lo recorre un temblor y Junmyeon vuelve a reparar en el hecho de que la camisa que lleva es demasiado delgada y no tiene abrigo.
- Deberías volver adentro.
- Estoy bien – afirma obstinadamente.
Junmyeon mira su saco y luego a Yixing abrazarse a sí mismo y se lo tiende. El contrario lo ve con precaución pero acepta el saco y se lo pone. No hace para nada juego con su conjunto pero Yixing tiene una belleza exótica y emana una masculinidad depredadora que no importa lo que lleve puesto, sigue siendo irresistible. Junmyeon lo envidia un poco.
Saca el celular del bolsillo para ver la hora y Yixing sabe lo que está por decir.
- Creo que me voy.
- Voy contigo, si no te molesta – responde el chino, impulsándose lejos de la pared y dando ya un paso en dirección a la calle.
- ¿No esperarás a Min? – pregunta Junmyeon mientras se apresura para llegar a su lado.
- No me siento de ánimo para quedarme hoy.
- ¿Volverás solo? Es un poco lejos...
- Estaré bien – levanta los hombros y mete las manos en sus bolsillos traseros, luciendo aún más atractivo.
- Puedes... - Junmyeon espera no arrepentirse de esto – Puedes quedarte en mi casa.
Yixing no dice nada, solo continúa caminando y así lo hacen ambos en silencio. Pero su respuesta se da por sentado cuando se sienta a esperar en la misma parada que Junmyeon. No es hasta que están al fondo del autobus que le pregunta:- ¿Estás seguro de que no me echarás a patadas mañana?
Junmyeon no está seguro pero aún así asiente.
Al entrar a la casa, no necesita repetirle las reglas a Yixing. Éste se descalza y se coloca las sandalias que usó más temprano y camina por la sala con las manos en sus bolsillos, manteniéndolas lejos de cualquier objeto. Junmyeon no es fanático de compartir la cama para algo más que sexo y tampoco comparte su propia cama para eso, pero prefiere tener a Yixing cerca, bajo la mira, que dejarlo durmiendo solo en el sofá.
- Puedes dormir conmigo. Pero debes bañarte y ponerte un pijama limpio primero. Y lavar tus dientes. Y no dejar tus cosas tiradas por ahí... te daré un canasto para que las guardes – contó con sus dedos cada cosa que recordó mencionar.
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ROOMIES (PAUSADA)
FanfictionCuatro amigos que se conocen desde la secundaria, deciden vivir juntos para ahorrar gastos y alejarse de sus familias. Luego de tres años conviviendo en paz, los sentimientos y secretos que se esconden entre ellos, algunos desde la época en que se c...