Ojo! Subí dos capítulos antes
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Minseok llega a casa pateando el suelo, enfadado con Yixing por no atender sus múltiples llamados de obvia urgencia. Un tipo que conoció alguna vez en un bar, con el que se acostó un par de veces, le mensajeó temprano para que se encontraran en su departamento y follaran tranquilos, pero había olvidado que a esa persona le fascinaba dejar enormes chupones aunque solo se tratara de acostones esporádicos. Para que Jongdae no lo notara e hiciera un escándalo, pensaba pedirle a Yixing (el único cómplice de lo que tiene con Jongdae) que le prestara una chalina o algo con lo que cubrir su cuello, pero de nada sirvió quedarse una hora más dando vueltas alrededor de esa zona esperando su ayuda.
Antes de abrir la puerta, levanta las solapas de su campera de jean con la esperanza de que Jongdae no cuestione su look peculiar o qué intenta ocultar. Pero no corre con esa suerte. Ni bien se da vuelta para cerrar la puerta, la voz chillona de Jongdae a su espalda interroga:—¿Te uniste a un club de motoqueros?
Con un suspiro cansado, Minseok planea rodear a Jongdae y encerrarse en su habitación, pero el menor no es exactamente respetuoso con sus mayores, y tira de las solapas de su chaqueta cuando está pasando, acercándolo a él. En un principio su intención es simplemente atraer a Minseok para besarlo, porque no lo ha visto en horas y la necesidad que siente de él es cada vez más grande. Pero luego nota las manchas oscuras y baja las solapas bruscamente para observarlas con detenimiento.
Sin poder imaginar alguna excusa para esas manchas además de pensar que sean chupones, levanta la mirada intentando encontrar algún sentimiento en los ojos de Minseok que denote que no le agrade tenerlas en la piel porque fueron forzadas. Pero no hay nada de eso. Minseok las recibió porque se le antojó. Esas marcas que Jongdae jamás se atrevió a hacerle cuando lo folla para no pasar límites que puedan incomodarlo.
—¿Te acostaste con otra persona? —No espera a que responda debido a que la respuesta es obvia—. ¿Luhan?
Minseok retira las manos de Jongdae de sus solapas y se aleja.
—No, es solo un tipo con el que me acuesto muy de vez en cuando —comenta con desinterés—. Diablos, es bruto —gruñe, frotándose el cuello.
—¿Te acostaste con otra persona sabiendo lo que siento? —pregunta incrédulo y espantado.
Minseok lo mira con aburrimiento y responde:—Sí.
—No puedo creerlo. —Se desinfla en una risa cínica y Minseok frunce el ceño—. A pesar de mi confesión y sosteniendo este tipo de relación, fuiste y te acostaste con otra persona. ¿Era necesario?
—No era necesario. Tampoco es necesario que me acueste contigo, pero lo hago de todos modos. Dijiste que lo entendías, que estaba bien.
—¡Pero yo no sabía que te acostabas con otras personas, nunca lo dijiste!
—No debería importar.
—Me estás usando...
Minseok resopla.
—No quería este tipo de confusiones, te lo dije desde el primer momento, y te lo repetí cada vez. No te estoy usando, dado que siempre dejé en claro lo que quería. Pero si no te gusta esto, entonces puedo prescindir de ti.
Con esas duras palabras entra en su habitación y cierra con fuerza la puerta. El "clack" del seguro es lo último que Jongdae escucha antes de quedar sumido en el total silencio, incluso de su mente. Abatido, se desploma en el sofá con el cuerpo flojo. Todavía no se hace a la idea de que todo este tiempo Minseok probablemente estuvo viendo a otras personas a su espalda y que él solo es uno más de sus entretenimientos.
Realmente no los une nada especial. Ni siquiera puede decir que son buenos amigos, porque nunca pasaron por ese punto posteriormente a ser viejos compañeros de secundaria y previamente a ser conocidos que follan por el simple gusto de hacerlo. No hubo punto medio. Y él cometió el estúpido error de enamorarse, de alguien que ni siquiera podía catalogar como follamigo.
Antes de ser del todo consciente de la situación, el rostro de Jongdae es surcado por las lágrimas y su nariz se congestiona. Las últimas palabras de Minseok caen en él con efecto tardío como un baldazo de hielo y se levanta torpemente, limpiándose la cara con las manos. Avanza hasta la puerta de Minseok para golpear con los nudillos suavemente. No puede controlar el temblor en sus manos. Minseok abre dos minutos después, serio pero con remordimiento, y halla a Jongdae de pie en su umbral con una expresión penosa que no lo conmueve pero sí lo hace sentir despreciable.
Como si le debiera algo, a pesar de ser muy consciente de que no, Minseok lo recibe cuando Jongdae lo abraza con nerviosismo y une sus labios de manera torpe, rogando por lo bajo que no lo deje, que haga lo que quiera pero no lo aleje. Cede cuando lo empuja sin fuerza sobre la cama y cuando tira de su ropa despacio, como si pidiera permiso para desnudarlo. A Minseok ya no le importa. Así como tampoco le importa que Jongdae se introduzca en él sin preguntar si está bien que lo haga sin condón, si confía o si le molesta. Y aunque tiene la mínima consideración de acabar afuera, Minseok no se siente menos sucio por eso, pero aún así no está enojado con Jongdae, porque él pudo detenerlo pero por alguna razón quiso que lo ensuciara.
Lo que no quiso es escuchar el pequeño susurro que brotó de los labios de Jongdae, como si no hubiese querido ser escuchado pero que inevitablemente lo fue. Solo bastó un te amo para que Minseok perdiera el oxígeno y se sintiera arrepentido de haberle abierto la puerta.
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ROOMIES (PAUSADA)
FanfictionCuatro amigos que se conocen desde la secundaria, deciden vivir juntos para ahorrar gastos y alejarse de sus familias. Luego de tres años conviviendo en paz, los sentimientos y secretos que se esconden entre ellos, algunos desde la época en que se c...