ROOMIES (PAUSADA)

Capítulo 25

Ojo! Subí otro capítulo antes

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- ¡Qué sucios! ¿No podían hacerlo en otro lugar de la casa, menos ahí?

Kyungsoo y Kai escuchan acalorados el sermón de Baekhyun. Se levantaron muy temprano y supusieron que los otros dos lo harían tarde, como siempre, ya que se habían suspendido sus primeras horas de clases. Por eso el chico de ojos grandes no dudó demasiado cuando su pareja comenzó a restregarse contra su parte trasera mientras lavaba las tazas del desayuno.

- Bien... Un rapidito, ¿si? No sabemos cuándo pueden despertar – le dijo al moreno complacientemente.

Jongin asintió efusivamente como un niño y rodeó la cintura de su novio para besarlo con cariño. Obedeciendo las pautas del bajito, le bajó un poco la ropa inferior y ocupó pocos minutos para prepararlo, a lo que éste no protestó.

Kyungsoo llevaba ganas de sentir al su novio adentro suyo, especialmente en esa posición, luego de lo del sábado. Dejó que el chico manipulara su cuerpo como se le antojara. Sintió las cálidas manos en su cintura haciendo que volteara para quedar de espaldas a él, las rodillas entre sus piernas obligándolo a abrirlas y unas caricias en sus brazos que lo llevaron a apoyarlos sobre la mesada, quedando inclinado sobre ésta, expuesto para Jongin.

Kai entró despacio mientras besaba la espalda de su chico, con las manos firmes en la cadera ajena. Kyungsoo estaba gimiendo por el ardor del principio, así que debió usar una mano para taparle la boca o despertaría a los otros dos. El bajito se exasperó porque su novio ya se estaba tardando demasiado, por lo que llevó las manos detrás de su espalda, dejando caer su pecho sobre la mesada, e intentó agarrarse de las caderas del moreno para empujarlo más adentro y marcar el ritmo. Kai se relamió con esa imagen.

Escucharon la puerta de una habitación abrirse y unos pasos cansados por el pasillo. Cuando ya se acercaban por detrás de la pared decorativa antes de la cocina el moreno no tuvo opción que llamarles la atención.

- ¡No vengan! – gritó.

Los pasos se detuvieron en seco antes de llegar al arco.

- No me digan... que están cogiendo en la cocina – dijo asqueado y molesto Baekhyun -. Oye, qué... qué hac...

Escucharon cómo el mayor hacía sonidos incomprensibles como si alguien le hubiese tapado la boca y luego el cuerpo fue arrastrado de nuevo a la habitación. Compartieron una mirada cómplice y se rieron avergonzados, para luego terminar rápidamente con su travesura.

Y ahí están ahora, siendo regañados como si hubieran sido encontrados haciendo cosas sucias por su madre, arrodillados en medio de la sala frente al mayor del grupo.

- Kyungsoo no es así, seguro lo forzaste, negro, ¡te cortaré las pelotas!

- ¡No! – grita el chico de ojos grandes asustado de que Baekhyun rompa su promesa de no más violencia – Yo quise.

El castaño lo mira sorprendido. No cabe en su cabeza que su virginal amigo (aka su bebé) esté diciendo que aquel acto depravado fue consensuado.

- Tienes que estar bromeando.

- No... Solo estoy siguiendo tu consejo, dijiste que cediera un poco y le diera algo de amor a mi novio.

- Sí, exactamente eso. Algo de amor. No un espectáculo sexual en el medio de la cocina. Esto ya se pasa, Kyungsoo. Viven con otras dos personas aquí, demonios. Sean conscientes. Se que es muy excitante con todo el morbo y eso, pero mínimo avisen.