El Despertar del Nuevo Dios. #wattys2017 #TWGames #AlfaAwards17 #LWA

Capitulo 28

Umbrarum:

Axel:

Despierto en la mañana antes que ella, aún permanece dormida a mi lado, se ve hermosa, esta arropada y la sabana le cubre un poco más arriba del pecho, dejando ver sus clavículas al aire. Su cabello castaño oscuro estaba algo desarreglado y varios mechones caían sobre su rostro.

Su brazo derecho estaba descansando sobre mi pecho, y su cuello descansaba sobre mi mano derecha. Quería moverme un poco pero no quería despertarla. Al apenas lograr moverme una milésima de distancia se despertó.

— Lo siento, no quería despertarte — ella aún estaba algo adormilada.

— No, tranquilo. No hay problema — dijo bostezando y arreglándose con lentitud el cabello, trataba de colocárselo hacia atrás pero no se dejaba y seguía cayendo al frente, delante de su rostro —. Vístete, hay que partir pronto.

— Ya se ¿Qué tal dormiste? — no pude evitar sonreír, más bien quise hacerlo.

Ella paso su mano hacia atrás por su cabello y luego se agarró el cuello, se empezó a dibujar una sonrisa en su rostro, era muy amplia.

— Estupendo ¿Y tú? — dijo mirándome a los ojo con su mirada adormilada.

— Perfecto.

— Bien, vístete — dijo y se levantó sujetando la sabana para cubrirla y buscando la prenda más cercana.

Una camiseta azul oscuro que tenía puesta bajo del traje. Ayer se la había quitado muy rápido.

Se levantó de la cama y comenzó a vestirse, yo apenas me quede sentado observándola, ya no me dolía el pecho, las heridas finalmente habían cicatrizado y no sentía dolor alguno.

— Vístete — volvió a decirme cuando se colocaba el jean negro.

— ¿Quieres ir?

— ¿A dónde? — respondió in voltearse.

— A umbrarum.

En ese momento si volteo y se quedó observándome, como si la respuesta fuera obvia, y lo era.

— Por supuesto.

— Creo que... no deberías de ir.

— ¿Por?

Finalmente termina de abrocharse el jean y se acerca a mí.

— Escucha, estaré bien e iré no importa qué.

— No es necesario, ya demostré que puedo cuidarme solo, no tienes que ir.

— Pero yo quiero ir.

— ¡Pero yo no! — ella me observa con atención mientras se colocaba las botas.

Sus cejas están enarcadas hacia abajo y siento su duda sobre que me pasa.

Sus ojos me observan con una absoluta atención que hace que tenga que bajar la mirada.

— ¿Qué te sucede?

— No quiero que vallas, me sentiré más seguro si sé que estas a salvo aquí.

— Escúchame, iré a si a ti no te guste — por su tono de voz supe que estaba molestándose.

— No...

— Si, iré — me interrumpió —. Eh estado entrenando por años para esto — su tono de voz iba aumentando cada vez más — ¿Tienes idea de todo lo que eh pasado? ¿Todo lo que soporte para venir? ¡¿Tienes idea de por qué me uní al ejército en vez de ser buscadora?! O al menos ¡¿Tienes idea de lo que sentí cuando ellos mataron a mi madre?!