Se estaba haciendo tarde y Harry aún no pasaba por mí, odio la impuntualidad. Después de desayunar, papá me llevó hasta Abbotsford. Pasé, como siempre, por mi casillero a retirar un libro. El de al lado se abrió, miré de reojo. ¡Ahhh!
-¿Qué te pasó? –le pregunté a Louis al ver su cara llena de moretones. Esas son heridas graves. Iba a hablar pero, frunció el ceño, y se marchó ¿Y a este qué le pasa? Cerré mi locker y di media vuelta. ¡Ahhh!
-¿Es una moda o ya es Halloween? –pregunté a Harry quien también tenía la cara adornada de manchas moradas. Estúpida, se mataron- Eres un idiota, te dije que no hicieras nada. Tú nunca piensas, ¿Dónde dejaste tu cerebro? Porque últimamente no lo has estado usando. Eres un tonto –saqué mi Sharpie negro de mi mochila, me acerqué a su cara y le escribí en la frente TONTO- No te lo quitarás en todo el día, para que aprendas a actuar cuando yo te diga. ¿Ok? Agradéceme que no te abofetee, porque ganas no me faltan.
Todo el día las personas se nos quedaron mirando, a Louis, a Harry y a mí. ¡Joder, Harold eres un idiota! Harry siempre hace de las suyas. Cuando papá los vea empezará a hacer preguntas y moriremos todos. ¿Por qué el tonto ruloso tiene que ser tan complicado?
Al salir de clases fui con Harry hasta su apartamento. Entre al baño y saqué el botiquín de emergencias. El estaba tirado sobre el sofá con una expresión triste.
-Quítate la camisa –lentamente y haciendo muecas de dolor- ¿Con qué rayos te pegó Nalgas? ¿Con un garrote? –su pecho estaba manchado por moretones morados, rojizos, hasta azules.
-No es tan débil como pensé, pero yo le dí más duro –negué con la cabeza.-No sé por qué te enojas. Hice lo que querías, no cuando querías, pero lo hice. Las engañó a ti y a Annie, no me arrepiento de nada. Deja de decirme idiota o estúpido o tonto. No sé porque eres tan complicada –sonreí.
-Eres un tonto, un estúpido y un idiota –mojé un gran pedazo de algodón en alcohol y lo pasé con mucho cuidado por las heridas de su pecho. Hizo una mueca de dolor.
-Gracias por agradecerme que te defendiera.
-Gracias Harry, aprecio lo que hiciste, pero me enoja que actúes ajeno a lo que te digo. Me alegra que me defendieras.
-Siempre voy a defenderte –y esas esmeraldas nunca dejaban de brillar.
-Él ni siquiera era tan importante, estoy más ligada con Zayn.
-¿Tengo que pegarle a él también?
-No, el es mi amante favorito –reí.
-No es gracioso.
-Eres muy celoso, Harold.
-No tengo por qué negarlo, sí, soy muy celoso. Y sí tengo que golpear a cualquier imbécil, lo haré.
-Oh ámame –dije abrazándolo fuerte, rió pero me apartó mientras se quejaba de dolor.
-Ya, te amo, pero no me ames tanto, me lastimas –rió. Y fue cuando nos dimos cuenta de que la innombrable estaba parada frente a la puerta. Oh oh.
-Nathalie –Harry se puso de pie y se acercó a ella. Solo falta la línea de “No es lo que piensas”
-¿Qué te paso? –dijo mirando sus heridas. Siento que sobro aquí, pero me quedaré a molestar.
-Nada importante.
-¿Nada importante? Mírate, parece que un camión te hubiera arrollado.
-Hola Nashlie, ¿Cómo estás? Yo estoy muy bien, gracias. –dije con una sonrisa burlona mientras sacaba una lata de Heineken del refrigerador, ella me fulminó con la mirada.
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KenDoll ( con Harry Styles)
RomansaMuere lentamente quien se transforma en esclavo de los hábitos, quien no se arriesga, quien evita una pasión, quien no arriesga lo cierto por lo incierto, quien abandona antes de empezar, quien se queja de su mala suerte, quien no viaja, ni lee, ni...