KenDoll ( con Harry Styles)

Capítulo 23: "Visitando la familia"

-¡Alex! –gritó Sam mientras corría hacia nuestra mesa.

-Sam, por favor no grites. Dime.

-Es que estaba aburrida y cuando estoy aburrida y no tengo nada que hacer entro a internet, y esta vez entré a twitter y aunque no tengo muchos seguidores pues entro a revisar las cuentas de mis artistas favoritos. Lo vi y pensé ¡Joder, Tiene que ser mentira! Pero no era mentira porque los famosos no mienten sobre eso, entonces supe que era verdad y me dije ¡Chico tiene que saberlo! –habló tan rápido que no entendí nada, fue un trabalenguas.

-Sam, me quedé en el primer “y”. Siéntate, respira, y dime –tomó asiento.

-La estaba stalkeando, pues sabes que soy Lovatic y la amo, ella lo tuiteó Alex, ella lo dijo y no lo pude creer –Sonaba muy emocionada, lo cual me irritó ya que estaba en uno de esos momentos en los que podían explicarme con dibujitos y diccionarios y aun no entendería, me gustaba que me hablaran claro.

-Aún estoy en el aire.

-Alex, Demi viene a Birmingham.

-¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué? –la tomé por ambos hombros.

-Que Demi viene a Birmingham, en avión, mañana en la mañana, en el centro comercial, para firmar su nuevo disco.

-Espera, ¿mañana?

-Sí.

-Mañana tengo examen del profesor Griffiths –su sonrisa se borró.

-Tomamos esa clase juntas.

-Axel…

-Estoy con ustedes en esa clase, por si no lo han notado –no se molesto en levantar la vista de su celular.

-¿Harry?

-Lo siento, tengo una evaluación de matemáticas. No puedo faltar, mis calificaciones no van muy bien.

-¡Joda! Esto no me puede estar pasando. No puedo perderme esto, tengo que verla, tocarla, abrazarla, besarla si es posible. ¡No me hagan esto! Claro, de seguro Griffiths pensó “Estoy aburrido, voy a joderles la vida a un grupo de primer año” Viejo vegetal flácido.

-Salgamos hoy al cine y así te calmas –sugirió Sam.

-No, vayamos al centro comercial, quiero ver dónde estará Demi.

Los cuatro teníamos la tarde libre, así que salimos a pasear al centro comercial. Caminando en cámara lenta, haciendo estupideces como un grupo de niños. Este era mi grupo, mis anormales. Iba riendo al ver cómo una chica rechazaba los encantos de Axel, hasta que lo vi y paré en seco.

-¿Qué pasa? -preguntó Harry.

-Llegué a casa –dije mientras observaba el letrero que decía en letras enormes “Converse” entré a la tienda, era el paraíso. Mis bebes, de todos los colores, altos, bajos, de todas las razas y culturas. Podía escuchar la música melodiosa de fondo, “Let it be”, mientras yo iba corriendo por el prado de flores con mis bebes.

-Chico, ya vámonos –dijo Axel.

-No, no quiero –dije como una niña pequeña. Había dejado mi billetera en el dormitorio, mis bolsillos solo tenían pelusa.

-Alex, preciosa vámonos.

-No me des halagos baratos, no quiero irme.

-¿Si te compro un par no vamos?

-¿Me los compras? –asintió. Salí dando pequeños brincos con mi bolsa en mano como toda una anormal. Unos converse blancos relucientes, los míos ya estaban desgastados y no les cabía una partícula mas de sucio.