Luego de vestirme, me topé con Annie y Louis bajando las escaleras.
-¿A dónde van?
-A la fiesta de tu novio.
-No puedes tomar alcohol.
-Pero puedo festejar. ¿Vienes con nosotros?
-Gracias Anniemal, pero Zayn viene a buscarme –ella rodó los ojos, tomó la mano de Louis y se fueron. Zayn no tardó en llegar.
-Oh bella angelina jolie.
-Zayn, no me digas que te metiste al mundo de las drogas –rió.
-Un cigarrito no hace mal, ¿o sí? –bromeó.
-¿Nos vamos?
-A menos que me invites a pasar y hagamos una fiesta privada para nosotros dos.
-Me imagino las ganas que tienes de tocar –levanté mi pierna flexionada- Recién rasurada –me miró pervertidamente y trató de tocarla, pero la bajé y le dí un manotazo- No es para ti.
-Oh nena, no me provoques que eso me pone a mil –dijo con ambas cejas levantadas y una media sonrisa.
-Ni porque soy la novia de tu mejor amigo –dije sacudiendo la cabeza.
-Y el grammy a la novia del momento es para, chan chan chan chan… Alexis Morris –comenzó a aplaudir, yo solo reí ante su estupidez.
-Oh cariño, tú te llevas el Oscar al peor amigo –rió- Ya, vámonos sexy calentón descendiente de terroristas.
-Hey, más respetos con mis ancestros, tomaré solo los dos primeros adjetivos –negué con la cabeza y lo halé hasta su auto. No sé cómo se las arregla Harry para que los vecinos no llamen a la policía, la música estaba muy alta, desquiciados de últimos año por doquier, algunos juniors, nadie de primer año esta vez. El apartamento era espacioso, pero había mucha gente. Zayn me dejó en una esquina mientras trataba de buscar dónde estaban las bebidas. Si no me equivoco, sonaba la canción de Swedish House Mafia, “Save The world”. Recuerdo algunas líneas, yo las gritaba a todo pulmón.
Who’s gonna save the world tonight?
Who’s gonna bring you back to life?
Y ya no recuerdo más, mi canto fue interrumpido por una fuerte palmada en el trasero, volteé boquiabierta. Por suerte era Harry, de otro modo la fiesta se hubiera convertido en una noche sangrienta, como cuando pierde uno de los equipos de fútbol y los aficionados se vuelven locos.
-Hola preciosa –su fuerte olor a alcohol hizo que se me cayeran todos los pelitos de la nariz.
-La fiesta empieza y ya estás ebrio, eres un asco.
-Sí, lo sé. -Dijo riendo- ¿Bailamos?
-¿Contigo? No, prefiero esperar que Malik vuelva con mi trago.
-¿Por qué siempre bailas con él primero? –hizo un puchero.
-Porque sus baterías resisten más que las tuyas –Zayn se nos unió, no sin antes poner un vaso de JD’s en mi mano- Lo siento, no puedo festejar con alguien que se emborracha por adelantado, necesito a alguien que lo haga conmigo.
-Harry ve despacio, la noche apenas comienza –le dijo Zayn palmeando su hombro.
-Es que me emocioné –pasó una mano por su pelo, desordenándolo.
-Harry, ¿bailamos? –dijo una morena que apareció de la nada.
-Claro que sí, muñeca –me lanzó un beso y desapareció. Por suerte heredé la carencia de celos de Lucy. Reí, bailé un par de minutos hasta que mi bebida se acabó.
-Malik, necesito más alcohol –tomó mi mano y me llevó hasta el mini bar instalado en la cocina.
-Benjamin, dame dos chupitos – ¿Chupitos? Eso suena como un caramelo. El chico rubio y delgado, sirvió dos pequeños vasos con el líquido transparente. Zayn puso uno en mi mano, yo lo iba a beber pero él me detuvo. Puso un pedazo de limón entre sus labios, sin quitar su mirada de mí, y unió sus labios a los míos para darme del líquido ácido. Joder, eso fue muy excitante. Me gustó, me gustó.- Ahora –al mismo tiempo bebimos el alcohol. Era fuerte, muy fuerte. Zayn rió por la mueca que hice.
-¿Qué coño me diste?
-Tequila, tranquila –y se echó a reír. Ladeó su cabeza para que lo siguiera, cerca de la pared y supe sus intenciones. Pero solo bailamos, un buen rato. Sus manos acariciaron mi cintura, luego me acariciaban el estómago y ya estaba tocando demasiado. Me alejé, entonces descubrí a Harry riendo.
-Imbécil, pensé que eras Zayn, te iba a pegar entre las bolas.
-No, las bolas no –hizo una mueca de dolor. Reí.
-¿Qué le hiciste al moreno?
-Nada, él está por ahí, qué se yo –dijo algo enredado- Además, me sentía cerca de ti al verlo tan celoso –dijo abrazándome con los ojos cerrados
-¿Qué? –Dije riendo- Oh Harold, estás delirando. No te preocupes ricitos, mami está aquí –Le quité la botella de tequila al tal Benjamin, más media rodaja de limón que había en un bowl pequeño, ni me importó si alguien lo había baboseado. Lleve a Harry hasta su habitación a empujones, estaban cerradas, a él no le gustaba que ensuciaran su habitación o hicieran cochinadas sobre ella, excepto él. Le arrebaté las llaves, el estaba viendo borroso y se echó a reír en su fallido intento de abrir la puerta. Tiré todo sobre la cama y me abalancé sobre él.
-¡Auch! Creo que se me rompió la columna con la botella –Metí la mano bajo su espalda y saqué la botella. Tomé el pedazo de limón y eché mi cabeza hacia atrás mientras lo exprimía dentro de mi boca, tomé la cabeza de Harry con ambas manos y junté mi boca a la suya para compartir la acidez. Empiné la botella sobre mi boca, y tomé un gran trago ¡Error! Me mareé, un pequeño dolor de cabeza y la garganta me ardía. No dejé que Harry tomará, el ya estaba demasiado tomado. Anyway, seguimos besándonos apasionadamente, de vez en cuando lo mordía inconscientemente, creo que estaba un poco ebria. Quemé todas mis neuronas con el alcohol, mis hormonas estaba alocadas y Harry estaba en mi misma situación. Me sorprendió cuando se puso de pie conmigo enredada a su cintura, y mi espalda chocó bruscamente contra la pared, todo el aire salió de mis pulmones, Harry no me dejó respirar, volvió a besarme. Despegué mi boca por falta de aire, sus labios húmedos bajaron a mi cuello y me dio un ataque de risa, un extraño hormigueo invadió todo mi cuerpo. Él se unió a mi risa, posando su frente sobre la mía. Mis hormonas gritaban ¡Sigue! Mientras mis neuronas decían ¡Para puta! Harry pareció hacerle caso a sus neuronas porque me recostó sobre la cama y se acostó junto a mí, envolviendo su brazo sobre mí, en cucharita. Aspiró mi cabello y luego suspiró.
-Te amo –susurro. ¿Debía responder? Estaba borracho. Volteé cara a cara con él. Sus ojos cerrados, sus cejas peludas pero lucían bien, sus labios de color rosa fuerte por el acto anterior, los hoyos de su nariz se anchaban mientras respiraba- ¿Por qué sonríes? –Joder, debí imaginarme que tenía esa sonrisa estúpida en mi rostro.
-Tu nariz es grande –sus hoyuelos aparecieron.
-No es cierto.
-Sí, lo es. Te estás aspirando todo el aire de la habitación, no puedo respirar –reímos. Plantó un pequeño beso en mis labios y apretó su agarre a mí alrededor, acarició mi nariz con la suya. Lo abracé fuerte, como si no quisiera que me lo quitaran nunca, como si él fuera mi escudo, como si fuera nuestro último día juntos.
-Te amo, demasiado –susurro con los ojos cerrados- Alex ¿me amas?
-¿Recordarás esto mañana?
-Estoy colocado, pero de alcohol –rió.
-Sí, te amo, Harry –sonrió, pero no abrió los ojos. No sé por qué, es lo que él me hace sentir, es por ser él, porque cuando estamos juntos el tiempo se congela, todo desaparece. A pesar de lo cursi que me volví por su culpa, lo amaba. Cantaba casi inaudible, o por el sonido de la música afuera, una canción. Recuerdo algunas estrofas, era “What started as a friendship has grown stronger” “I feel so secure when we’re together” “Baby I can’t fight this feeling anymore”… ése era el nombre “Can´t fight this feeling anymore”. Supe que su confesión de amor la había tomado esa canción. Tonto ruloso.
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KenDoll ( con Harry Styles)
RomanceMuere lentamente quien se transforma en esclavo de los hábitos, quien no se arriesga, quien evita una pasión, quien no arriesga lo cierto por lo incierto, quien abandona antes de empezar, quien se queja de su mala suerte, quien no viaja, ni lee, ni...