-A ver si miras por donde vas, despistada.
-Lo siento es que.....
Y ese día cambió todo, en esa tienda, en ese pueblo fantasma, cambiaría mi vida......mi adolescencia.
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Recojo la ropa que he dejado en el suelo y la dejo en el cesto me giro y hay esta el en la puerta mirándome con los ojos muy abiertos.
-No tenías mas ropa ¿no?- me río por su comentario, el se acerca y quedamos totalmente cerca solo nos separa unos centímetros.- gracias a ti he ganado esta noche, creo que he encontrado a mi amuleto.
-Que dices Derek.
-Que si Adeila, que yo cuando peleaba no tenía por quien luchar o a alguien que me diera suerte y ahora lo tengo.
-No seas tonto y vámonos.
-Ha y bonita casa, ¿como es que os habéis mudado?
-Cosas, si eso ya te contaré
Bajamos a mi cochera para elegir mi coche. Miro las caras de ambos y me hecho a reír.
-¿Que nunca habéis visto coches y motos?
-Si por supuesto, pero no sabía que tenías tan bueno gusto, además no eres la única aficionada a los coches.
Me decido por un audi rojo mate y nos marchamos. Sigo el coche de Derek que no esta nada mal, llegamos a una mansión donde se celebra la victoria de Derek. Aparco y estos nos esperan en la puerta para entrar los cuatro juntos. Derek me coge de la mano y no se la quito, cuando entramos un montón de gente grita su nombre y su seudónimo. Vamos a donde estan las personas que conocemos, y además pedimos algo. Una chica lo coge y se lo lleva a bailar, así que yo me voy con mi amiga a bailar.
-Voy al baño.
-Megan te conozco, por favor no hagas nada de lo que te puedas arrepentir.
Se va guiñandome, busco a Derek y no lo encuentro, después de tantas palabras siempre es lo mismo, paso de rayarme, hay muchos buenorros para tener la cabeza en ese capullo. Voy a donde están todos y me ofrecen un vaso, sin saber que es me lo bebo de un trago, y así sigo hasta perder la cuenta.
••••••
Estoy bailando con un chico muy guapo, y me besa, estoy tan borracha que le sigo el beso, besa bien bastante bien, pero en mi cabeza no deja se estar el maldito Derek. Hablando de el aparece por las escaleras con una chica, y rápido nos ve y su cara es un poema, esta rojo, dejo de mirarlo y me concentro en el chico que me besa y menea mis caderas. Alguien empuja a mi pareja de baile y lo tira al suelo y le pega.
-Pero que mierda haces, que te crees.- no me escucha o me ignora- DEREK ESCUCHAME SUÉLTALO.- le grito, el se gira enfurecido, deja de pegar al chico, me coge de la muñeca y me saca fuera.
-¿De que vas? Te dejo unos minutos te emborrachas y te lías con uno.
-Y que hago, te espero mientras tu te follas a una, tu te crees que soy gilipollas o algo, estoy harta de tus palabras bonitas que hacen que me crea que tu eres diferente, pero no.- no me contesta.- y además tu bien lo dijiste no somos nada- lo miro muy enfadada, se me salta una lágrima y le vuelvo a repetir.- no somos nada.- dicho eso se va, desaparece. Cojo mi teléfono y llamo a Megan, que a la primera me lo coge.
-¿Que pasa?
-Nena me voy, te quedas o te vienes.
-Voy contigo, ¿que te pasa amie?
-Ahora te cuento.
Llegamos a casa, y le cuento todo lo que pasó.
-Ese es tonto, ni caso, no le creas ni una palabra más.
-Eso voy hacer.
Me voy a dormir, ya que estoy cansada, pero antes me tengo que dar una ducha ya que huelo un pestazo a alcohol , me pongo mi pijama y me acuesto. Miro el teléfonos y han pasado dos horas y no he pegado ojo por culpa de Derek, maldito idiota. Voy a la cocina a por agua cuando escucho la puerta, abro y es Derek con el ojo morado, labio ensangrentado y los nudillos llenos de sangre.
-Derek, ¿que has hecho?- lo cojo de la mano y lo meto dentro, voy al baño a por el botiquín. Me acerco a el que esta sentado en la silla de la cocina y le limpio primero el labio, se queja pero sigue rígido.
-¿Me puedes explicar que te ha pasado?
-Pues que te fuiste, te busque, y no te encontré entonces el chico con el que bailabas se me acerco y me replicó lo de la interrupción, y pues nos empezamos a pelear, y así hemos acabado.
-No se que narices te pasa.- le digo limpiando le los nudillos.
-Ahh.
-No te quejes, encima de todo. Y ahora te vas.
-No porfavor deja que me quede aquí.
-No.
-Por favor, y te dejo en paz.
-Uf, vale pero duermes en el suelo.
-Vale.
Subimos a mi habitación y le pongo la almohada en el suele.
