Cambios de humor, excitación.

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Hola personitas que leen.

Los personajes no me pertenecen son de Oda-sama, yo sin fin de lucro.

Nos leemos abajo, ven que no me demore mucho en traer otro cap.


Tras un largo baño recuperando energías y limpio terminando pulcro...esa noche dormiría como vino al mundo, decidió lavar su ropa y la puso a secar mañana estaría lista para usarse, salió esperando que el moreno se hubiera marchado pero lo encontró sentado en un pequeño sofá frente a la cama mirando por la ventana.

Al salir Zoro le miro, una mirada extraña sin deseos solo contemplándole, suspiro y volvió a mirar por la ventana como lamentándose, si, tal vez se le había pasado la mano y estaba reflexionando y es que todo lo que tenía que ver con el rubio le hacía sentir preocupado, enojado, calmado, deseoso tantas cosas provocadas por Sanji.

-¿Piensas quedarte?-pregunto con parsimonia mientras seca su cabello.

-Si quieres que me vaya-suspiro.

-No he dicho eso-contesto-Puedes...quedarte a dormir si quieres-murmuro.

-Algo más te sucede-comento-No puede ser que tu estómago, el cual después de haber probado tantas cosas, siga resentido-le miro-Tienes que hacerte revisar por Chopper, todo lo que él te diga entiendes.

-¿Es una orden?-pregunto intrigado.

-No, no es una orden pero tampoco es una sugerencia-le contesto-Si enfermas Luffy armara un escándalo, Chopper...no lo quieres ver molesto y los demás tampoco queremos verte...enfermo.

Lo miro por unos instantes, el espadachín era la única persona que lo sacaba de casillas y luego hacia que su corazón latiera rápidamente llevando al cielo y al infierno en cuestión de segundos y su preocupación lo ablanda le gusta, y lo ama no hay nada que pueda hacer en este punto.

-¿Y si mejor te explico que sucedió en el callejón?-pregunto con mejor ánimo.

-Mmm...es verdad gritaste al sobre que era "mi culpa"-le digirió una mirada curiosa, entre sorprendido por el cambio de ánimo del rubio y la complicidad de la pregunta.

-Por supuesto que lo es-le sonrió-es tu culpa que me excitara en medio del camino, es tu culpa que haya reaccionado así-dijo pasando sus dedos delicadamente por su entrepierna mostrándole a un gratamente sorprendido moreno la creciente erección bajo la toalla.

Zoro deja sus katanas a un lado del sofá, levantándose sin apartar la mira del espectáculo dado por el rubio quien al tener el torso desnudo recorre con su mano sin vergüenza todo eso sin aparta tampoco la mira del moreno.

Retira su haramaki, seguido por su abrigo, sin prisa regalándole la mejor visión al rubio sonriendo ladinamente provocándole, a gatas sube a la cama, recorre con sus manos desde los pies del piel nívea, sus rodillas sus muslos llegando al borde de la toalla blanca jalándola para crear cierta fricción con el erguido miembro del rubio provocando un suspiro.

Siente la mirada expectante de Sanji y cuando le hace creer que lo tocara su mano sube un poco más llegando a ese plano vientre pero continua, rodea con su dedo una de las aureolas nada más por un rato y continua su ascenso acaricia su cuello llegando a su mejilla y retira el cabello para apreciar ambos ojos.

Brillan de emoción, de deseo y algo más, los mira como si en ellos encontrara todo lo que necesitara pero eso también le ¿asusta? Encontrar todo y al final perderlo siempre ha sido así, por eso es que prefiere que solo sea...algo simple y banal pero cuando piensa en dejarlo, en cortar de una vez por todas con esta "relación" le duele, le duele el pecho como si un agujero se le abriera peor que un dolor físico pero sabe que Sanji no podría aceptar algo más. ¿Verdad?

Estamos hablando del amante incondicional de las mujeres, que solo el rubio sabia porque acepto tal condición. Aun así, aun si esto solo fuera un juego quiere seguir en el después de todo es su culpa por acostumbrarlo a él, es su culpa por hacerle desear su compañía, desear su calor su cuerpo y el espiral de emociones que tenía por Sanji.

Sintió una mano en al borde de su pantalón, tirando de el para quitárselo, sonrió y ayudo con ello retirándose toda prenda y quedando desnudo así como el ojiazul. Acerco su rostro al del rubio besando su labios casto y efímero luego rozo con sus dientes el mentó y continuo dejando un estela de besos por su cuello, delineando la clavícula con su lengua mientras su mano derecha recorre el torso del níveo.

Desciende y con sus labios encierra el rosado botón de Sanji, provocando un liguero estremecimiento, su lengua no se queda quieta y lo lame alternándolo con una sutil succión y mordidas que comienzan a subir más la temperatura del otro.

Su mano por primera vez toca la dureza del otro provocando un ahogado gemido, la mueve despacio sintiendo el calor y el pre seminal escurrir entre sus dedos, sigue así hasta que logra que se corra en su mano, gimiendo su nombre.

Mientras Sanji está perdido en aquella embriagante sensación se cola entre sus piernas separándolas con las suyas y guiando sus dedos a la entra del rubio utilizando su propia semilla para entrar, el primer dedo seguido de dos más, dilatando su entrada provocando que el miembro del otro despierte nuevamente y que el suyo hinchado y derramando pre semen le doliera por la espera, la necesidad de sentirse dentro de Sanji, de su calor y ser uno.

Sin esperar más guía su miembro a la estrecha entra del menor y entra, despacio sintiendo como el otro le pide silenciosamente por más, lo necesita, él lo necesitan y empuja hasta el fondo, llenándole provocando que su espalda dejara de tocar la cama y el cerrara los ojos por la fuerte sensación.

Después de unos minutos se mueve, saliendo por completo para penetrarlo de una estocada, el rubio lo abraza por el cuello y rodea sus caderas con su largas y tonificadas piernas empujándole para que entra más rápido y más fuerte, indicándole en silencio que no se romperá gimiéndole en el oído para que también sepa que lo disfruta y quiere todo.

Las horas pasan, en esa espiral de fuertes emociones, de amistad, de confianza así como de esperanza de algo más. El amanecer llega y tras un efímero beso descansaron tanto como pueden después de todo sus nakamas los esperaban para partir.

Una vez en el barco el moreno se dedicó a pensar más de lo normal, era obvio que se necesitaban el uno al otro, era obvio que no iban a detenerse y menos ahora que sabían que ambos tenían sentimientos más allá de amistad, para Zoro era un tanto complicado pero trataba de no darle tantas vueltas, le gustaba Sanji y lo mejor era adaptarse antes de que las cosas se pusieran feas.

Su aparente relación era un secreto para el resto, perono los malestares y los dolores en el rubio, había días en que se reunían para conversar,únicamente para ello, al principio fue extraño ya que no es muy común en ellospero luego se dieron cuenta de que no era tan malo y más si tenían cosas queles gustaban a ambos o temas que podían pasar horas en ello e incluso de loslibros de la biblioteca.



¿Qué tal está quedando?

Gracias por los reviews me alegran el día, la tarde, la noche y puedo continuar con su apoyo.

Sin más que decir me despido y les prometo otro capítulo pronto.

Todo por tu culpa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora