Capítulo 14

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CAPÍTULO 14

SEVERUS SNAPE

La chica me observaba con nerviosismo, había asentido al menos unas cinco veces desde que había comenzado a hablar, intuía que se encontraba al borde de la histeria y del pánico, pero lo ocultaba a la perfección, y yo prefería ignorarlo.

—¿Comprendió?

—A la perfección señor, contratos, los vendedores, la entrega a los Black, vigilar los laboratorios del piso de abajo y tomar todos los recados, no tomar decisiones sin consultarle... y... — entró en pavor.

—No dejar entrar a la señorita Susan.

—Sí... ya... se me escapaba — se disculpó anotándolo —. ¿El señor Azel se va demorar?

—No regresará a trabajar, sorpréndame esta tarde y el puesto es suyo. — En vez de saltar de felicidad la joven sonrió a punto de llorar.

Tomé mi túnica y salí rumbo al departamento de Hermione, no tenía excusa para haber olvidado la cita médica, había tantas cosas que Azel había tenido razón, había pasado a Hermione a segundo plano, todo mi mundo giró alrededor de Susan y Amber, sin poderme dar cuenta que ella sufría con mi falta de tacto.

Ni siquiera podía imaginarme lo que tuvo que pasar cuando fue al médico sin apoyo, saber que nuestro hijo corrió peligro y sobrellevar eso sola.

Así mismo comenzaba a temer su falta de interés en todo. Cuando llegué al departamento las cortinas estaban cerradas, no esperaba que me cerrara la puerta en la cara así que me aparecí en la sala. Maldije cuando me di cuenta que no estaba, fui a la recámara y mi mundo se vino abajo, el tocador estaba vacío, abrí los cajones con urgencia para verlos sin ninguna de sus pertenencias.

—Maldita sea.

Salí como alma que se lleva el diablo. El primer lugar al que acudiría sería la casa de sus padres, aunque eso significara hundirme más de lo que estaba.

Cuando abrí la puerta la señora Granger por poco la cerraba, puse mi mano con sutileza.

—Por favor...

—No es grato verte en estas circunstancias Severus — me respondió sin permitirme la entrada.

—Hermione... ¿ella ha estado aquí?

—Vino por la mañana, hubiera sido menos bochornoso para ella que dieras la cara a su lado — alcé la mano buscando que me diera la oportunidad de defenderme, de decir algo, pero ella me calló con solo la mirada —. Tú puedes ver las cosas como quieras, pero Hermione se ha quedado sola en todo esto.

—Jamás la he dejado sola, es algo que no permitiré.

—Que yo sepa tu mujer está esperando un hijo tuyo, eso me dijo mi hija — cerré los ojos con impotencia, Hermione le había dicho todo, no tendría a la señora Granger de mi lado y que intercediera.

—Susan no es mi mujer.

—Pero si tu prioridad ¿no?

—No, señora Granger hay demasiados malentendidos, debo hablar con ella con urgencia, dejó el departamento en que vivía y...

—El departamento que le pusiste... como si mi hija fuera...

—¡No lo diga! No es así, esperábamos el divorcio para poder arreglar nuestra relación, pero...

—Sé perfectamente lo que sucedió Severus — me interrumpió abriendo la puerta pero sin permitirme el acceso —. Los problemas te hicieron huir, pero supongo que sabías que ella era casada, con una familia, eso dejó de ser atractivo supongo.

Una promesa no cumplida (Sevmione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora