Una promesa no cumplida (Sevmione)

Capítulo 21

CAPÍTULO 21

Era tan raro lo que acontecía en ese momento, Susan llevaba una blusa que cubría hasta sus muslos, mientras le terminaba de servir un café a Ron, habían pasado parte de la madrugada hablando de lo que había ocurrido en su embarazo, y una vez que Amber nació cómo poco a poco todo se fue complicando, hasta el momento en que su hija dejó de respirar.

Ron se había mostrado empático con ella, el solo hecho de pensar que pudiera perder a Rose o a Hugo lo volvería loco, sólo vivía por ellos y para ellos, verla destrozada en esa cama lo conmovió, secó sus lagrimas, justo en el punto donde la luna iluminaba su rostro lleno de tristeza. Al final Ron no sabía cómo reaccionar, ella había perdido lo único bueno que tenía, lo que más apreciaba, y ninguna palabra la haría sentir mejor. La abrazó con fuerza, donde la joven mujer pudo llorar abiertamente, por primera vez sintiéndose consolada por alguien.

La sintió conciliar el sueño cuando iban a dar las siete de la mañana, la dejó dormir pero no se separó de ella, quitó aquellos cabellos que estorbaban para ver su rostro, aquellos parpados hinchados por fin se habían vencido, y dormía plácidamente. Sabía perfectamente lo que había hecho, se había metido con la que había sido amiga de su ex esposa, y pareja de Snape, pero no había arrepentimiento en él, era como si se encontrara en paz consigo mismo.

Una vez que dejó de pelear consigo mismo se acomodó y durmió con ella.

Dentro de esa inmoralidad que debían sentir, parecía que solamente eran dos personas heridas, que se habían encontrado en la vereda, y a mitad de ésta se habían detenido a hacer comparaciones de sus vidas.

—¿Sin azúcar? — Le preguntó ella extrañada — ¿Seguro?

—Sí, seguro, necesito despertar bien para ir al trabajo.

—Me siento un poco responsable de tu desvelo — susurró entregándole un plato con huevos revueltos y jamón, Ron se extrañó pero lo aceptó gustoso —, hablé demasiado, y te agradezco que pudieras escuchar.

—Susan... estuve pensando demasiado en lo que me dijiste — la pelinegra alzó la vista confundida —, sobre tu hija, ¿llegaste a pensar en una autopsia?

Al inicio ella guardó silencio, en algún momento esa idea se cruzó por su cabeza, pero la descartó automáticamente, eso era una verdadera locura, el miedo la invadía por completo, y no tenía a nadie a su lado si volvía a caer en depresión.

—El resultado no me regresará a Amber, no importa la razón de su muerte, mi hija ya no está conmigo.

—Eso lo sé, pero si me permites, creo que es la única forma en que tal vez procesarías su muerte y cerrarías el ciclo.

—¿Cómo? ¿Olvidar a Amber?

—No, claro que no — se apresuró a aclarar Ron —, hablo de recordarla y no sentir el dolor que sientes ahora, sonreír al hablar de ella, y que no se quebré tu voz.

—No lo sé, ¿y si Severus no tuvo la culpa?

—¿Y si fue un accidente Susan? — Le dio esa pequeña alternativa que ella no había considerado —, te sentirías libre, de ser feliz y de empezar de nuevo.

—No sé si pueda, no sé como estoy aquí entera, es regresar y...

—Susan, eres una mujer joven y hermosa, no mereces esto. El sitio al que te cambiaste, lo haces porque estás castigándote, tu mereces brillar de nuevo y encontrar de nuevo el sentido de tu vida.