Tu verdadero yo (SESSHOMARU X KAGOME) TERMINADA

C 18: Viaje, Día tres

Tercer día de aquel viaje lleno de sorpresas, Taisho y Higurashi aún dormían, ése día sólo debían encontrarse con algunos representantes de cadenas televisivas interesadas en transmitir sus programas en Japón pero esas reuniones se llevarían a cabo en la tarde.

Por el momento ellos dormían. Kagome había fundido su rostro en el cuello de su jefe, lo abrazaba y el tenía una mano en el trasero de la joven.

Quién sabe lo que soñaba la muchacha, aspiró el aroma del peli plata quien soltó un gruñido, Kagome lo besó en el cuello y Sesshomaru despertó.
Sonrió, se podía imaginar despertar así todos los días, levantó la mano y en el aire a centímetros de la piel de la joven recorrió su cuerpo, no la tocó pero era casi como si lo hiciera.

La joven reía entre sueños y su acompañante observaba cada gesto. Lo estaba logrando, en la fiesta daría el siguiente paso para finalmente mañana hacerle la pregunta que flotaba en su cabeza, la que definiría su futuro. Pensaba en la posibilidad de su rechazo cuando ella colocó su pierna en él, aprovechó para acariciarla, podía sentir su piel erizarse ante el contacto, estaba disfrutando aquello.

Para el momento en que los ojos azules se abrieron, estaba sola en la cama, se dirigió al baño sovnolienta, no contaba con que su jefe tomaba una ducha en ése preciso instante, se volteó y corrió afuera del baño hecha una gelatina de cereza, temblaba y temía desmayarse, por fortuna parecía que él no se había dado cuenta.

Más tarde ya estaban listos para las actividades del día, fueron a las reuniones y luego pasaron por un café para tomar el té, visitaron algunos castillos y entre risas y besos disfrutaron el día, aunque el rostro del caballero era frugal Kagome sabía o al menos intuía que se divertía, por último visitaron el Kensington Garden, pasearon viendo las flores, había un par de personas en el lugar que observaban a la pareja algo extraña, la muchacha se veía hermosa, radiante y jovial mientras que el hombre aunque atractivo parecía demasiado serio y arrogante.

Se encontraron con un artista que por un par de libras les hizo un retrato.

Kagome y Sesshomaru estaban satisfechos con el resultado.
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Hotel Best Western, habitación de Bankotsu

El joven de cabellos negros hablaba con su padre por teléfono.

-¡¿De qué hablas?!- pregunta el padre a su hijo algo alterado.

-Hay algo entre el Taisho y su asistente padre, él no lo deja ver... pero ella es más que obvia- contesta el hijo.

-Esa relación no me conviene, si descubren quién es ella Sesshomaru la podría ayudar- Agrega más irritado.

-¿Qué debería hacer?

-Hablaré con Sara, ella nos ayudará, también necesito a Shishinki, cuando regreses a Japón tendremos que separar a esos dos, no correré riesgos- colgó.

-¿Con quién hablas?- pregunta una mujer sin ropa recostada en la cama.

-Con mi padre- contesta Bankotsu -Quiere que lo ayudes Sara, con Sesshomaru...

-Será todo un placer...- sonríe sentándose en la cama dejando ver sus pechos.

Bankotsu la miró y sonrió.
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Kagome fue dejada por su jefe en un lujoso salón y spa, dijo que al no estar Jakotsu la llevaría a algún sitio a que la ayudaran.

Él regresaría después, el vestido que usaría ya estaba en el salón.
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Sesshomaru recorrió varias joyerías pero ningún anillo le parecía, decidió llamar a Rin, la niña estaba en Italia con su abuela y Jaken.