C 31: Malas noticias

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Algunas personas ayudaron para sacar de entre los hierros torcidos de un auto chocado a un hombre que no paraba de sangrar de su cabeza, brazo izquierdo y abdomen donde tenía un metal incrustado. Llamaron a los paramedicos que no tardarían en llegar.

El caballero de cabello plateado comenzó a abrir sus ojos con dificultad.

Los presentes se alegraron al ver señales de vida en el hombre, la ambulancia llegó, lo subieron a una camilla.

Dentro del vehículo los paramedicos lo revisaban, vendaron su frente y brazo colocando algo de presión en la enorme herida tratando de parar el sangrado.

Lo llevaron al hospital general de Tokio. Revisaron sus documentos, fue ingresado y la mayoría de enfermeras y doctores se sorprendieron al escuchar que el hombre era Sesshomaru Taisho.
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Habitación de hospital donde está Hakudoshi

-Quiero saber lo que sucedió...- dice Naraku tomando asiento en el sofá de la blanca habitación.

-Estaba en su casa cuando inició el incendio, traté de salvarme y ella no se despegó de mí, es todo...- miraba la ventana.

Por sus quemaduras se mantenía recostado de lado.

-¿Tanto te agrada ésa mocosa?, ¿Estás dispuesto a mentirle a tu padre?

-Sólo la mantengo cerca por si acaso, fue lo último que me ordenó el jefe...- tomó asiento con dificultad para poder ver al hombre a los ojos -¿Realmente estás aquí por preocupación?

-No te sientas tan especial, es solo que tu ya conoces mis negocios y sabes manejarte en ése mundo, no tengo humor para entrenar a otro- su expresión era de total frialdad.

El niño sonrió de lado, era la respuesta que esperaba. Él no le importaba realmente.

-Mataré a esa niña Hakudoshi...- la tensión entre ambos era evidente -Mataré a todo lo que me estorbe... no te entrometas- advierte.

Tocaron la puerta.

-Pase- permitió Hakudoshi sin quitar la vista de su padre.

Kagome entró lentamente, Naraku la observó, la mujer de Taisho, no se explicaba lo que veía en ella, aquella muchachita era tan simple como el papel a los ojos de él.

Ella saludó con una leve reverencia al hombre. Se acercó con ternura al niño.

-¿Te encuentras mejor cariño?- preguntó con ternura al niño.

-Mucho mejor señora, ya limpiaron, curaron y vendaron mis quemaduras- sonrió el albino.

-Me alegra tanto que estés bien- sus ojos se aguaron -Temí que te pasara algo- se acercó a él y con cuidado rodeó al niño con sus brazos frente a la mirada de Naraku que permanecía en silencio.

-¿Cómo está?- pregunta en el oído de la joven.

-Muy bien, se quedará en observación y le darán el alta mañana- contestó ella en el oído del niño -Te traje frutas pequeño- dijo terminado el abrazo y alzando un bol de frutas que había dejado a un lado de la cama antes de abrazar al chico.

-Es muy amable señora- las recibió con alegría.

-Vendré más tarde a verte, las frutas ya están lavadas y peladas- dijo abriendo la puerta del cuarto -Con su permiso señor Shikon -hizo una reverencia y se retiró.

-Que mujer tan melosa, es insoportable tanta dulzura en alguien - habló el peli negro haciendo una mueca de desagrado 《Por fortuna, pronto su existencia junto con toda esa dulzura se irán》
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Oficina de Shishinki

Tu verdadero yo (SESSHOMARU X KAGOME) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora