Tu verdadero yo (SESSHOMARU X KAGOME) TERMINADA

C 13: Asuntos

-Gracias por venir señor Sesshomaru....

-Hmp

-Lamento no haber ido...

-No seas tonta- regaña Sesshomaru.

Una sonrisa cálida se dibujó en ella, cerró los ojos y durmió, el par de ojos ámbar la miraban dormir, colocaba paños de agua fría en la frente femenina para bajar la fiebre.

Las horas pasaron, él velaba el sueño de la muchacha, de repente cayó en cuenta que... no entendía sus motivos para preocuparse por una simple empleada, por primera vez en su vida no sabía el motivo de sus acciones.

Tocaron a la puerta, Hojo preguntó si Kagome estaba despierta, había preparado una sopa para su vecina.

Sesshomaru irse, como era su costumbre simplemente salió sin decir nada. Habían asuntos más importantes que solicitaban su completa atención.

Debía hablar con Mioga, su abogado, sobre el tema de Rin.
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Despacho de Magatsuhi

-¡Que!- grita el hombre golpeando su escritorio con la palma de sus manos.

-Como lo oíste- dice Shishinki cruzando los brazos -Su asistente es una Higurashi- su rostro era de preocupación.

-¿Crees que sepa algo?- pregunta cayendo en su silla.

-Lo dudo, o no estaría como asistente en la empresa Taisho

-Hay que sacar a esa muchachita de ése lugar y mantenerla vigilada- apreta los puños el albino.

-¿Qué tienes en mente amigo mío?

-Antes debo saber todo de ella, por fortuna sé a quién preguntar- toca un botón en su teléfono para llamar a uno de los empleados de la casa.

Un niño entra en la habitación.

-¿Llamó señor?- pregunta el niño que no pasaba de los once años.

-Hay que contactar a la chica- dijo Magatsuhi.

-Enseguida señor- el niño salió.

-Pronto sabremos todo sobre ésta Higurashi- mascullo el patriarca.
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Hospital de Tokio

Kagura caminaba de un lado a otro con la tarjeta del abuelo de Kanna en las manos. Ya sabía de lo que Magatsuhi y su hijo eran capaz de hacer.

Tomó asiento en el sofá, recordaba y se arrepentía de lo que había hecho siete años atrás, le había quitado la vida a una persona por tratar de conservar Kanna a su lado.

Kagura había sido empleada doméstica en el panthause de los Shikon hace nueve años atrás, allí conoció a Naraku, siempre le repugno ése sujeto, era extraño en mal manera y lúgubre.

Una noche ella estaba por irse a su cuarto (Era una empleada que dormía en la casa junto al ama de llaves) la señora había salido por motivos personales y Kagura estaría sola en la habitación, entró al pequeño aposento, tomó un baño y salió, grande fue su sorpresa al ver al hijo del dueño en la recámara. Ella no tenía más que una toalla para cubrirla.

Tiempo después Kagura sollozaba en su cama sintiéndose como una taza de cristal recién rota. Él le había hecho algo atroz y deplorable.

Al día siguiente habló con Magatsuhi de lo ocurrido, el hombre la amenazó y la despidió. Dos meses después se dio cuenta de su embarazo.

Cuando Kanna nació se sentía feliz, alguien por quien vivir y luchar, alguien a quien amar. Su felicidad fue corta, Magatsuhi mando a uno de sus empleados  (Byakuya) por la niña, se la arrebataron de sus brazos.