Punto de quiebre

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La clase había empezado veinte minutos atrás, pero Stiles no había prestado atención a una sola palabra del profesor Wheeler. 

Pero a diferencia suya, Scott parecía estar profundamente concentrado en cada palabra del profesor. Aparentemente Scott estaba transcribiendo lo que el profesor estaba diciendo, palabra por palabra. Lo cual no era del todo una sorpresa para Stiles, después de todo, Scott se había comprometido a mejorar sus notas ese semestre.

Stiles se fijó un momento en la chica de rasgos asiáticos con la que había estado hablando su mejor amigo. No le parecía haberla visto antes, y estaba seguro porque de haberlo hecho no habría olvidado haberse topado con una chica tan bonita. Y Stiles no parecía el único en haberse dado cuenta de eso, ya que Scott la miraba a hurtadillas cuando ella miraba a otro lado.

Stiles miró a otro lado, fijandose en Dany, quien no se veía mejor que él. Se veía muy dolido y no podía culparlo, ni a él ni a Lydia. Sus parejas, Ethan y Aiden respectivamente, se habían ido semanas atrás sin decir nada. Y Stiles sabía perfectamente que ambos sentían un gran afecto, cada uno hacia su gemelo. Por un momento Stiles pensó en lo doloroso que eso podría resultar; pero era difícil hacerlo, ya que su único interés había sido la misma Lydia, y ella nunca había mostrado el más mínimo interés en él.

El monólogo interno de Stiles fue interrumpido cuando la puerta del aula se abrió y entró el entrenador,  quien iba acompañado de un chico más bajito que él.

El hombre del silbato se acercó al escritorio donde estaba profesor Wheeler, hablaba en voz baja con él mientras le enseñaba unos documentos. 

-...lamento el retraso, es sólo que el recorrido tomó más tiempo de lo que creí- se explicó el entrenador aún en voz baja.

-No te preocupes- le contestó el profesor Wheeler con el mismo tono casi inaudible para Stiles-, hoy casi llego tarde por toda esta lluvia, ¿son todos los papeles que necesitas que firme para el chico?

-Sí, sólo son hojas de asistencia, nada importante-le explicó el entrador Flinstock-, y por cierto es una chica.

Aquel último dato había tomado por sorpresa a los pocos que habían alcanzado escucharlo, entre ellos Stiles.

A primera vista Stiles intuyo que se trataba de un varón; pero cualquiera que hubiese visto el cabello corto y negro de la chica hubiese creído lo mismo.

La conversación de los docentes terminó y el profesor Wheeler se puso de pie para luego pedir la atención de su clase.

-Muchachos, el día de hoy se nos une una nueva alumna...- el profesor dejó la frase a medias al darse cuenta que desconocía el nombre de la chica a la que intentaba presentar.

-Willow, señor- dijo la chica, que parecía incómoda de estar parada al frente de la clase.

Willow tenía un acento curioso, no como el acento de Lydia, el cual daba la impresión de estar hablando con un tejano. No, aquel era el acento propio de un londinense. El entrenador tomó el mando de la conversación esta vez.

-Entonces, la señorita Willow estará acompañándonos este semestre- hizo un intento por darle renombre a la palabra "señorita", algo que en su vida había intentado con otro alumno, haciendo que Stiles sospechara que la chica le había caído bien- es nueva en la ciudad, así que espero que se abstengan de comportarse como la bola de gorilas que son y demuestren que Estados Unidos sigue siendo un gran país, buen día - concluyó para abandonar el aula.

-Bienvenida señorita Willow, por favor, tome asiento- mencionó el otro profesor.

-Gracias, señor- le agradeció Willow.

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