El roble caído

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Stiles salió disparado de su habitación. Bajo las escaleras de dos en dos sin caer; pero si llego a perder el equilibrio un par de veces. Estaba por tomar las llaves de su jeep del tazón cuando su pie se topó con un obstaculo e hizo que Stiles cayera.

No había nadie más en la casa, así que la televisión estaba apagada, la cocina no se estaba usando. Y por ende, sólo se escucharon dos sonidos: el del cuerpo de Stiles cayendo y el de papeles regados por todo el suelo.

Al voltear Stiles se dio cuenta de que había tropezado con un par cajas y que al patearlas las había vaciado. Había cientos de papeles regados, algunos con fotografías y datos personales, expedientes. La clase de documentos que se archivaban en el trabajo de su padre.

Era extraño que su padre hubiese llevado el trabajo a casa, sólo lo hacía en situaciones muy específicas. Y eso era mala señal per se.

Stiles saco un par de expedientes que contenían dos nombres y fotografías diferentes. La única cosa en que coincidían era que los reportes que llenaban en la comisaría parecían poco combincentes.

Tomó otro par, lo ojeo y nuevamente los reportes coincidían. ¿Qué estaba buscando su padre exactamente?, ¿estaba pasando algo que Stiles no supiese?

Recogió el tercer par. El primero era de una chica que había muerto en la carretera, Stiles se abstuvo de mirar la foto del cadáver. El segundo, venía en una carpeta diferente. Tenía el logotipo del hospital de Beacon Hills y parecía reciente.

Al abrirlo, Stiles quedó sorprendido. Su fotografía estaba adentro. Había varias hojas con descripciones de síntomas y medicamentos. También encontró un papel con una cita para ver al doctor próximamente.

Lo cual desconcerto más a Stiles. Hasta dónde sabía no estaba enfermo, y todavía tenía suficientes pastillas de Adderall. ¿Para qué necesitaría entonces ir al hospital?

De repente, el teléfono de Stiles sonó. Había recibido un mensaje, lo cual le recordó que hacía tan sólo unos momentos el planeaba salir.

Tras desbloquear su celular leyó el breve mensaje:

Allison:

Stiles, ven a la veterinaria rápido. Es importante.

Stiles esperó un momento pensando que Allison le mandaría otro mensaje explicandole que había pasado. Pero no sucedió. Había pasado algo lo suficientemente importante como para que tuviese que verlo en persona. ¿Tendría algo que ver con el gritó?

Stiles recogió todos los documentos y los puso de vuelta en las cajas, excepto la carpeta que tenía su fotografía. Ya hablaría después con su padre.

Tomó las llaves y salió de casa. Tenía tanta prisa que olvidó tomar su paraguas. El jeep tardó un rato en encender pero finalmente logró ponerse en marcha.

Era un tanto difícil lograr ver con tanta lluvia, aún así Stiles siguió conduciendo. Stiles no respetó ninguna señal de alto, así que llegó antes de lo esperado. Al bajar de su auto, vio que Allison lo estaba esperando en el umbral del la veterinaria.

Quizás fuese porque la lluvia le había arruinado el maquillaje o que estaba completamente empapada, pero se veía exhausta.

-¿Qué sucedió?- preguntó Stiles- ¿dónde esta Lydia?

-Stiles, Lydia... Lydia me llamó porque dijo que...

-¿Allison que sucedió?- quizo saber Stiles.

-¿Scott no viene contigo, verdad?- preguntó Allison mientras se quitaba un mechón del rostro.

-No, ¿pero qué tiene que ver Scott con todo esto?

Todo mi amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora