Todo mi amor

Ex toto corde

El plapeo seguía escuchándose cuando Stiles le dirigio la mirada a quien evitaba que le cayera encima

-¿Disculpa?- preguntó el chico.

-Dije que es un bonito día- contestó Willow.

Stiles la miró mal sin darse cuenta. Odiaba la lluvia.

-Muy gracioso- comentó sarcástico.

-No estaba bromeando- negó Willow. Medio alegre, medio incómoda.

El auto de Lydia seguía sin aparecer.

-Tenía la impresión de que a ti también te gustaban. Quiero decir, te vi aquí tu sólo y pensé: "Vaya, alguien normal a quien le gustan este tipo de días".

"Claro, normal" pensó Stiles.

-¿Para qué el paraguas en ese caso?- preguntó hostilmente.

Willow sonrió al ver que Stiles trataba de alargar la conversación.

-Fui al taller de arte, tengo que terminar unos proyectos para mañana y no me gustaría que la lluvia los arruinase.

Stiles le echo una ojeada al otro brazo de la chica que en efecto tenía un bolso con orejas de gato.  Parecía llevar muchas cosas.

Stiles, deseando que Willow se callará, se limitó a decir:

-No soy muy fanático de los días lluviosos.

-¿Porqué lo dices?

-Asuntos personales- contestó a secas Stiles.

Willow suspiró como si estuviese cansada de algo.

Pasaron otros largos minutos y Lydia aún no aparecía. Stiles estaba tratando de recordar el horario del autobús, pero lo más probable es que el autobús se hubiese ido hace un buen rato. Luego, Willow volvió a hablar.

-Si no te agradan este tipo de días, ¿qué haces aquí afuera en semejante lluvia?

"¡Ocupate de tus asuntos!" exclamó una voz en la cabeza de Stiles.

Poco faltó para que Stiles repitiese aquello en voz alta; pero algo, no supo qué, lo detuvo.

-Estoy esperando a alguien- respondió él.

Stiles no abandonaba la esperanza de que Lydia aún siguiese en la escuela, quizá Willow a habría visto de camino al taller.

-Oye, ¿no habrás visto a Lydia Martin en el taller?

El rostro de la chica cambió. Ahora sus pequeñas cejas expresaban confusión.

-¿Quién?

-Una chica de un metro con sesenta, ojos verdes, piel blanca y cabello rubio rojizo- resultaba ventajoso aquel flechazo que tuvo por la chica Martin.

-¡Oh!

-¿La conoces? ¿sabes donde esta?

-No la conozco ¿es ella a quién estas esperando?

-Sí, ¿sabes donde esta?- volvió a preguntar Stiles con impaciencia.

-No en realidad- hizo una pequeña pausa en la que Stiles maldijo por lo bajo.

Antes de darse por vencido, Stiles miró en su celular para ver si ya había señal. Y muy para su fortuna, había cobertura. En el acto, Stiles buscó el número de Lydia y presionó el botón con la leyenda "marcar".

El primer tono sonó y  a Stiles le temblaba la pierna de impaciencia. Entre tanto, Willow lo miraba con cierta fascinación.

"¿Porqué no estas aquí, Lydia?