Todo mi amor

Ideas absurdas

No había mucho de que hablar con el resto de la manada. Isaac y Lydia pasaban la mayor parte del tiempo cuidando a Allison. Y el poco tiempo libre que les quedaba era consumido por la escuela.

Aún así, Stiles encontraba tiempo para prepararle el almuerzo a su padre. Quien le dijo que no se preocupara por Scott, que eventualmente se recuperaria y las cosas volverían a la normalidad.

Aunque a Stiles le parecía que "normalidad" no era la palabra adecuada. Porque las cosas jamás serían igual, nunca más.

Sin un druida, nadie podía contestar las preguntas de la manada. Si había una forma de hacer menos dolorosa la existencia de los sacrificios Deaton se lo había llevado a la tumba. Su hermana, la señorita Morrel, quien también era druida había estado ausente. Aparentemente había llamado a la escuela para avisar que por la pérdida de su hermano quería tomarse unos días libres.

No sólo tenían que estar preocupados por la presencia de un asesino del que no tenían ni una sola pista. También tenían que prepararse para el examen de historia que se avecinaba.

Stiles hizo su mejor esfuerzo para que nada lo distrajese de estudiar. El jueves después de la escuela cuando Stiles llegó a casa se llevó la sorpresa de que su padre estaba ahí, buscando entre las cajas con las que Stiles había tropezado.

Cuando el sheriff se dio cuenta de que su hijo estaba ahí, dejo lo que estaba haciendo para recibirlo con un abrazo.

-¿Mal día?- le preguntó Noah.

-¿No lo son todos?- contestó Stiles.

-Ven, compré el almuerzo.

Eso puso nervioso a Stiles. Cuando su padre no estaba en casa, Stiles podía no comer para evitar vomitar. Pero ahora no podía esconderlo, y cuando su padre lo descubriese se preocuparía aún más. Justo lo que Stiles no quería.

-¿Tienes mucha tarea hoy?- cuestiono el sheriff mientras le daba un bocado a su comida china.

-No mucha, mañana tengo un examen de historia. No es gran cosa.

-¿Has sabido de Scott?

-No- contesto a secas Stiles.

-Quiero que entiendas que no es que no le importes, es sólo que necesita tiempo para procesar todo lo que esta ocurriendo. El perder a Deaton, que su papá llego al pueblo...

-¿Rafael esta aquí?- preguntó atónito Stiles.

-Sí, llego hace unos días- admitió con cierto disgusto su padre.

-¿Qué se supone que esta haciendo aquí?

-No lo sé- contestó con un tono extraño Noah el cual no pasó desapercibido para su hijo.

Stiles soltó un bufido. Scott y su padre no tenían una buena relación, y no era un buen momento para lidiar con él.

Noah no acabó de comer, dejo a medias el platillo y siguió buscando entre los papeles que tenía. Al fijarse mejor, Stiles se dio cuenta que eran los papeles con los que había tropezado una semana atrás. De hecho, cuando recordó el asunto de los papeles llegó a su memoria la carpeta con su fotografía.

-¿Estas buscando algo, papá?

El sheriff levantó la mirada y se puso de pie.

-De hecho sí, ¿no habrás visto una carpeta del hospital?

-¿Una que tenía mi fotografía?- preguntó Stiles.

En el acto, el sheriff frunció el seño. Las ojeras se le remarcaron y parecía sorprendido de que Stiles estuviese al tanto del contenido de esa carpeta.