Changement de lame, nouveau dessin.

¿Guerra De Shipps?

(El tiempo viene... Para que yo... Desaparezca...)

[...]

¿Cómo decir lo que ocurrió después?

Bueno, sólo imaginen a cuatro chicos acorralando a una pobre chica inocente, yo soy la chica inocente.

Adrien me tomó como había tomado a Marinette minutos atrás y me sentó en medio de la habitación. Los demás empezaron a acercar la mesa y la lámpara para después apagar la luz.

Nino sostenía la lampara apuntándome. Marinette, Alya y Adrien tenían unos lentes oscuros y para colmo, Marinette sacó de quien sabe dónde unos sombreros, sólo les faltaba el saco para tener el disfraz completo.

—Bien Ema, di lo que sepas...—habló de repente Adrien asustandome un poco. ¿Así se siente ser la víctima?

—Dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis, seis y dos son ocho, y ocho y ocho dieciséis.

Él me miro mal.

—¡Sabes que no me refería a eso!

—¿No?, ¿entonces a qué?— pregunté haciéndome la que no sabía.

—Vamos Ema, sabes que Adrien se refiere a Nathaniel.— intervino Marinette.

—¿Qué sabes sobre Nathaniel? — soltó de repente Alya, quien hasta el momento se encontraba al lado de su novio.

—Esta bien, lo diré...— todos me miraron con cara de fangirl. —Nathaniel es un chico de 16 años, es alto; bueno no es tan alto pero tampoco es tan bajo, es más alto que yo, tiene un cabello color rojo un poco largo, por lo que pude ver hoy le gusta dibujar y creo que lo hace muy bien..

—¡Que no!— me gritaron todos.

Me encogi de hombros por el susto.

—¿Por qué querías enviarle la foto?— Adrien se empezaba a irritar y a mi eso me estaba divirtiendo.

—Pues porque me rechazo al quererlo invitar para que viniera a la pijamada. Dijo que estaba ocupado después del helado, pero resultó que no estaba ocupado y quería presumirle que nos estábamos divirtiendo sin él.

—¿Después del helado?— preguntó Nino.

Quiero quitarmelos de encima, pero en vez de eso les doy material para que me molesten ¡¿por qué?!

—¡Es cierto!, Ema y Nathaniel fueron por un helado, nos lo dijo a la salida de la escuela...— dijo Marinette para voltear a ver a Alya quien sonrió al recordarlo.

—¿Y qué tiene de malo?, sólo fuimos por un helado después de clases.

—No tiene nada de malo, de hecho es muy bueno...— otra vez esa sonrisa en la cara de Alya, me esta asustando mucho.

—Desde que se presentaron en la escuela, ustedes dos...—dije señalando a las chicas. —...Traen algo entre manos y creo que es momento de que me lo digan.— lo dije de forma firme y decidida, cosa que me sorprendió.

—¿Traen algo entre manos?— le cuestionó Nino a Alya.

Las chicas se miraron y luego bajaron las miradas.

—Esta bien...— comenzó Marinette.— ...Nosotras desde el receso, cuando Alya te explicaba de lo que pasaba aquí en París y de que te contara de los akumatizados, cuando te emocionaste por las fotos. De todas la fotos que te mostramos a la única que reaccionaste fue a la de Evillustrator...