Changement de lame, nouveau dessin.

Capítulo 30- La vengaza es dulce.

(Solo duerme... Solo sueña...)

[...]
Estaba en un extraño lugar, rodeada de árboles de caramelo, césped de chicle y un gran lago de chocolate.

Estoy en el paraíso, un delicioso paraíso.

«-¡Oh por dios!-»

-¿¡Qué sucede!?-
Pregunté asustada mientras me sentaba en mi cama, ¿quién rayos me despertó de aquel hermoso sueño?

-¿Hola?-
Pregunté a la nada esperando una respuesta.

Bien, recuerda que paso ayer...

Ah si, Adrien y Nathaniel se emborracharon. Nathaniel comenzó a hacer cosas raras, luego se acostó a dormir en mi cama.

Ya entiendo, Nathaniel se despertó y se asusto ¿tan mal me veo?

Me revise en un espejo, la verdad me veo igual que siempre.

Me acerque a la puerta del baño, en donde supongo que se encerró el tomate.

-Nathaniel, ¿sucede algo?-

Pregunté mientras tocaba ligeramente, el abrió la puerta y salio para sentarse en la orilla de mi cama.

-¿Nathaniel?-
Él tenia la mirada en el piso.

-¿Qué demonios paso conmigo?-
Preguntó tocando su cabeza. Seguro que tiene resaca.

-Te emborrachaste. Muy mal tomate, muy mal...-
Regañe divertida por las caras que hacia.

-¿Q-qué paso con n-nosotros?-
Volvió a preguntar desviando su mirada, estaba sonrojado.

-¿Con nosotros?-

-S-si ya sabes... ¿Q-qué paso entre nosotros?-
Decía mientras regresaba su vista y se señalaba y me señalaba.

-Pues la verdad nada, ¿qué imaginaste?-
Lo mire directamente a los ojos, él solo desvío nuevamente la mirada.

-No me digas que...-
Solté divertida, trataré de vengarme y de no morir en el intento.

Nath se encogió en su lugar, avergonzado de las cosas que pensaba. No lo culpo, bueno si, él se acostó junto a mi sin permiso.

-Nathaniel pervertido...-
Dije imitando la posición que el había hecho ayer. ¡Dulce venganza!

-¡B-Bueno!, ¿entonces qué paso?-
No porque cambies de tema dejare de molestarte.

-Pues veras... Te emborrachaste, comenzaste a actuar raro, dijiste un montón de  cosas raras, hiciste cosas raras y al último me dijiste «Quiero dormir junto a ti.»Así que me lanzaste a la cama y te acostaste a dormir. Fin de la historia.-

Aunque en verdad estuviste súper cariñoso, de hecho tengo planeado emborracharte más seguido.

-¿Qué fue lo que dije exactamente?-
Preguntó serio.