Conversación A Ciegas.

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(No es un juego... No es nuestra culpa...)

[...]

—¡Ema!

Salí del cuarto y cerré la puerta. Escuche un "auch", creo que golpee al tomate, pero eso no importa si quiero seguir viva ¡ahora solo debo correr!

Antes de salir la madre de Nathaniel me habló.

—¿Qué sucede cariño?-

Voltee a verla, junto a ella estába su esposo y la pequeña tomatito. Le digo así porque no se su nombre, eres brillante Ema toda la tarde aquí y nunca preguntaste por su nombre.

—No ocurre nada señora sólo...

Atrás de ella apareció Nath tomando su nariz.

—¡Gracias por todo!, ¡me retiro!

Y salí corriendo, corrí y corrí como nunca antes en mi vida, tres minutos y creo que es mucho.

Comencé a caminar normal, ya que correr tanto cansa. Revise mi celular, apenas eran las 7:30 de la noche. Pase por el parque y pude ver a los chicos.

Me acerque a ellos.

—¡Rubia!— grité y él volteo a verme.

—¿Ema?, ¿qué haces aquí?

—Pues estaba huyendo de una muerte segura, lo normal.

—¿Una muerte segura?— preguntó Mari un tanto preocupada.

—¡Si!, fue horrible.

—¿Qué sucedió?— se unió a la plática el moreno.

—¿Fue tan malo?— le apoyó su novia.

—¡Si!, fue peor que cuando se te cae tu croissant al suelo sin siquiera haberlo probado.

Adrien hizo una cara de horror. Y los demás hicieron cara de "No sé porqué nos preocupamos tanto"

—¿Tan malo fue?

—¡Si!— las chicas rieron por lo bajo.

—¿Tanto así?

—¡Fue traumático!

—¿En serio?

—¡Que si!, ¿acaso estas sordo Nathaniel?— volteé a verlo ya que estaba atrás de mi. —Espera...¿¡Nathaniel!?

Él sonrió de una forma que no me gusto para nada.

Corrí y me puse atrás de Adrien.

—¡Ayudame!, ¡me quiere matar!

—¿Matar?— me preguntó asustado.

—¡Si!

—Yo no te voy a matar, aúnque tengo unas ganas muy fuertes de hacerlo.— después sonrió muy fingidamente.

—Vamos Nath, no puede ser tan malo.— me defendió Adrien. Él lo pensó un rato y luego suspiró.

—Bien, no fue tan malo, pero aún así no lo vuelas a hacer.

Yo asenti energéticamente.

—¡Ah!, y no lo andes enseñando a todo mundo, porque si es así... Ni Ladybug te podrá salvar.

Volví a asentir energéticamente, ¿qué más hacer? estaba asustada.

—Bien...

¿Eso es todo?, ¿¡Estoy salvada!?

—¡Gracias Adrien, te amo!, claro no más que Marinette pero aún así se entiende.

Los dos se pusieron rojitos, en especial Mari.

Changement de lame, nouveau dessin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora