CAPÍTULO 8. ESTO NO HA PASADO

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Por fin logro pestañear, recuerdo haber abierto los ojos varias veces pero el simple hecho de abrirlos dolía tanto que los volvía a cerrar, la mayoria de las veces cayendo dormida.

Aunque esta vez mis párpados no ardían, en mi cabeza sentía pinchazos y una presión horrible.

Sé que he pasado días así, no sé cuantos, pero he escuchado unos 'buenos días' varias veces.

Giro mi cabeza algo adolorida y le veo, con los ojos cerrados, sentado en la butaca al lado de la cama, tiene una pequeña mancha amarilloviolacea cerca del ojo y el labio un poco partido. Me pregunto porqué, si hace días de la pelea y nadie llegó a mayores.

Cuando me doy cuenta sus ojos se abren, clavándose en los míos, me mira durante un largo rato, al ver que no los cierro de nuevo se acerca a mi rápidamente.

— Grace... —exala. Solo sonrío, su cara de felicidad lo dice todo. Al momento toca algo que está encima de mi cabeza, no logro verlo.

James se queda mirándome durante unos minutos, lame la herida de su labio repetidas veces cerrando los ojos, parece avergonzado cada vez que lo hace. Cuando intento hablar la voz de un hombre corta mi tanteo.

— Señorita Hunter soy el Doctor Martinez —dice acercándose a la camilla— ¿Cuanto tiempo lleva despierta? —mira a James.
— Solo unos minutos —dice con la mirada aún en mi.
— Vaya a avisar a sus tíos, tendremos que hacer algunas pruebas pero en una hora podrán hablar con ella —dice, él al momento asiente y sale cerrando la puerta.

Al parecer llevo casi una semana en esta cama, me han mantenido sedada por miedo a que el golpe que me di en la cabeza al desmayarme provocase algo peor. Al parecer todo está bien, aunque me advierte de que si no consigo hablar al principio puede ser normal, insiste en que intente decir las vocales durante estos días.

Al irse el doctor la habitación queda vacía y los recuerdos llegan vagamente a mi. Sé que todos han estado aquí: mis tíos, mi primo, mis compañeros de piso y James. También sé que mi tía tuvo que tranquilizar a mi madre: "cree que es más grave de lo que es" me decía acariciando mi mano.

"Tienes que despertar, necesito que me ayudes" entre sollozos de Neil. Neil llorando... Sé que ha venido casi cada día diciéndome lo mismo, respirando profundo una y otra vez, me hablaba calmado aunque sabía que se sentía mal. Me ordenaba que dejase de dormir, reía y al momento volvía a aclarar su garganta y respirar profundo.

"Grace, te echamos de menos, no te puedo contar nada, algún día lo entenderás pero no tengo que ser yo quien lo diga, aunque esto me duela y te pase factura a ti, yo no puedo hacer nada..." Tammy hablaba una y otra vez del mismo tema el cuál parecía un secreto, April también lo comentaba de vez en cuando, aunque pasaba la mayoría del tiempo diciendo de lo guapa que estaba y acariciando mi cabello, a veces Mandy venía con ella y me hablaban de celebridades del momento "para que estés enterada de lo que pasa en estos días" justificaba April.

"Si pudiese" en un susurro, era Gabe, "buenos días". Venía cada día cuando no había nadie, lo sé, pasaba horas, sin tocarme como la mayoría hacía, solo daba vueltas por la habitación, hablaba de sus sentimientos, sin especificar en nada, "bella durmiente, despierta", es lo último que recuerdo.

James, en cambio, agarraba mi mano durante un largo tiempo hasta que se dormía, no decía nada que no fuese "te echo de menos", excepto una vez que dijo que lo sentía.

No lo recuerdo todo, ni siquiera sabía cuantos días podían haber pasado, seguramente dormía más de lo que yo creía.

Al entrar mis tíos y mi primo a la habitación me abrazan de inmediato, siento felicidad al verlos sonreír.

Mis padres ya han planeado venir más de una vez, aunque el trabajo de mi padre en este momento se tambalea y no creían que fuese lo mejor, mi tía los ayudó cuidando de mi y prometiendo que si iba a mayores les avisaría. Mi hermano, en cambio, está viniendo en coche, al enterarse quiso venir, pero mis padres le obligaron a esperar. Tengo ganas de verlo.

Por fin es hora de ver a mis amigos, James entra antes que nadie dándome un largo beso. Tammy y April sonríen y ríen sin para, abrazándome "qué susto nos has dado" chillan una y otra vez. Veo a un lado de la habitación a Neil y Gabe apoyados en la pared, Gabe también tiene marcas de guerra, mi mirada les pone incómodos (no entiendo porqué) Neil me sonríe pero ambos se encogen de hombros cuando le devuelvo la sonrisa.

No puedo hablar ¿Porqué apartan mi mirada? Gabe ha sido el que más tiempo ha estado aquí, al menos que yo recuerde, y Neil lloraba constantemente (por otras razones, pero lloraba, conmigo).

Miro con cara extrañada a James, esperando que me entienda.

Él pide que le dejen solo conmigo un segundo.

— Gabe no va a la universidad la mayoría de veces, por ahora está suspendido en algunas asignaturas por faltar a los exámenes... Y Neil y Mandy han estado aún más tiempo juntos, en casa, ya sabes. — "Creo que sé" pienso "eso es genial, para Neil al menos ¿Estará avergonzado por estar con Mandy?" — Al parecer Mandy quería decírtelo, pero Neil no —dice acariciando mi mejilla— Te he extrañado tanto, pequeña.

_____


La doctora sigue insistiendo en que diga la "a" por centena vez, parece que produzco bien los sonidos. Eso significa que mañana podré salir de aquí, por fin. En unas horas mi hermano llegará, aunque será de noche por lo que la entrada de visitantes no es posible, dormirá en mi habitación, en casa de Tammy, hasta mañana por la mañana, que incluso es mejor, porque estaré con más fuerzas para levantarme y abrazarle.

La puerta se abre y mi corazón da un vuelco.

— Gabe... —susurro con dificultad.

Se acerca con decisión a la cama en la que me encuentro sentada para comenzar a estabilizarme. Sus ojos no se apartan de los míos mientras recorre la habitación, noto su mano en mi mejilla, el tiempo se para en esos ojos miel que me miran como si fuese una presa a punto de cazar, y lo hace, me está besando, como si no hubiera un mañana, me besa agarrando mi cara con sus fuertes manos. Acaricia mi cabello y no dice nada, me sigue mirando a los ojos, centímetros entre nosotros. Sus manos sueltan mi cabello, puedo escuchar un "esto no ha pasado" susurrado. De repente él ya ha dejado la habitación, corriendo, y mis labios húmedos por ese beso. Estoy paralizada.

Grace y su vida universitariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora