MIÉRCOLES 02/11/2016 13:30h.
Todos los sucesos de la noche anterior dan vueltas por mi cabeza una y otra vez.
Neil no quiso decir nada más, aunque yo tampoco tenía muchas ganas de hablar.
Nuestro silencio se prolongó hasta que le pedí comer con él hoy, como siempre hacíamos, así todo sería más fácil. O al menos eso pensaba ayer, pero no es así, mi corazón va a mil por hora porque cuando salga de mi facultad Neil estará ahí, seguramente con ojeras y una cara larga.
Por fin la última clase del día acaba y con nervios recojo mis cosas para salir.
Cuando salgo por la puerta me sorprendo al no ver a Neil por ningún lado, suele estar esperando en la misma columna.
Lo primero que pasa por mi mente es que se va a retrasar por algo de clases así que espero unos minutos aquí.
Han pasado quince minutos desde que he salido de clase y se me hace raro no tener ni un mensaje, peor, que no haya llegado.
Estoy comenzando a pensar que no quiere hablar conmigo, sí, puede ser que sea eso. Sería comprensible, así que comienzo a caminar hacia casa por el campus, no quiero ir a la cafetería sin Neil.
Observando el móvil y caminando por el campus una voz familiar me sorprende.
— ¡Grace!
— James... ¿Qué pasa? —digo viendo que venía corriendo.
— Nada -respira acelerado—. Pensaba que no llegaría.
Sin querer decir nada me quedo mirándole esperando a que me diga lo que sea que quiera decirme.
— ¿Qué tal estas? —pregunta.
— ¿Para eso vienes corriendo? —frunzo el ceño.
— Sí —se encoge de hombros—. Es que... Te echo de menos.
Respiro hondo sin intención de ocultar mi cara de desagrado, no es que no le eche de menos, es que me duele escucharle decir eso.
— No quiero hablar contigo, James.
— Vamos, Grace -dice cogiendo mi brazo.
— No, James, no puedo —digo moviendo mi brazo, aunque no sirve de nada ya que me está cogiendo con fuerza.
— ¿Quién es? -pregunta cabreado.
— ¿Quién qué? ¿De qué hablas James?
— ¿Gabe? ¿Neil? ¿Otro tal vez?
— Déjame, James—digo algo tensa.
— Dime quién es —dice haciendo una media sonrisa— ¿Es Gabe? ¿Le prefieres a él? —un silencio se forma, no tengo intención de contestar- Es Gabe -ríe.
Su mano apreta mi brazo, no dejándome ir, cada vez hace más fuerza y comienzo a sentirme mal.
— Por favor, James, suéltame —suplico.
Haciendo caso omiso a mis palabras me acerca a él, abrazándome entre sus brazos. A pesar de parecer un gesto de cariño, sé que no lo hace con esa intención. Mi respiración se acelera cuando veo que no tiene intención de soltarme, comenzando a andar, arrastrándome con él.
Intento apartarme, luchando contra su agarre, pero no puedo.
Parece mentira que haya salido con él.
Una lágrima de impotencia sale de mis ojos.
Un sonido de alivio sale de mi boca al ver a Neil de lejos, él me mira extrañado pero en pocos segundos se da cuenta de la situación.
Se acerca a nosotros, yo sigo tratando de soltarme de sus brazos.
— James —dice Neil a su espalda con seguridad— Suéltala ya.
James ríe y me suelta apartándome a un lado. Veo la expresión de su cara, sonríe, no se siente mal por hacerme sentir incómoda.
— ¿La proteges cuando ha elegido a Gabe? —le dice con una sonrisa amplia.
La cara de Neil muestra su dolor, espero que no crea las palabras de James.
— Vete —dice Neil acercándose a mi.
James, sorprendentemente, se va, soltando una carcajada antes de desaparecer de nuestra vista.
— Yo no dije eso —aclaro.
— No me importa, Grace, no quiero hablar ahora. Lo siento por no aparecer antes —dice comenzando a andar.
— ¿Que pasó? —digo llegando a su paso.
— Me sentía mal, creo que en el fondo no hay nada que hablar, te quedarás con Gabe —su voz suena ronca diciendo esto último.
— ¿Por qué dices eso? —digo poniéndome delante suyo.
— Algo en mi lo dice, mejor aceptarlo hoy.
Un suspiro de desgana sale de mi boca.
—Estuve celosa —suelto.
La cara de Neil muestra su desconcierto.
— Cuando saliste con Mandy.
Caminamos en silencio hasta nuestro edificio, ambos pensando. Por suerte el hecho de haber estado celosa no le ha parecido un suceso demasiado importante, solo parece que ha calmado un poco la situación. Al menos eso espero.
— Grace —dice parándome antes de entrar en el portal.
— ¿Sí?
— Lo siento, por no decir nada desde el principio. Nuestra amistad era tan buena que tenía miedo y todo ha acabado igual, o peor, que si lo hubiese dicho.
— Yo tampoco lo hubiese hecho —digo respirando, mirando su rostro triste algo dentro de mi sintió romperse, me abalancé sobre él rodeándole entre mis brazos.
Un abrazo que duró por lo que parecieron los mejores minutos de estos días.
— Demos tiempo al tiempo —dice apartándose- ¿Te parece?
— Me parece —sonrío.
Por primera vez Neil sonríe, esta situación es extraña. Pero tiene razón, ambos necesitamos tiempo, todo debe relajarse.
Y yo tengo que aclararme.
Gabe, Neil.
Neil, Gabe.
¿Doce gatos?
Mi cabeza está llena de líos.
No sé que hacer ahora mismo.
La situación es insoportable, pero solo yo puedo mejorarla, o enpeorarla.
La decisión es mía.
Y tengo miedo.
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Grace y su vida universitaria
RomanceGrace nunca pensó que le sería tan difícil tomar la decisión de estudiar su pasión y es que, después de dos años, ha conseguido entrar en la universidad ¿El problema? Está a 562 kilómetros de casa. Ahora la vida de Grace cambiará al mudarse a un apa...