CAPÍTULO 14. ¿CUANTO QUEDA?

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VIERNES     28/10/2016     21:30h.

Aunque estos días no he estado de muy buen humor le prometí a Mandy una cena de chicas, y como el domingo me voy con Gabe, esta noche he de salir.

Decido que un vestido fluido negro por encima de las rodillas es lo más indicado para la noche: no llama la atención, es fácil de poner y es cómodo.

Vamos a uno de nuestros restaurantes favorito, un italiano.

Hace muchísimo que no quedo con Mandy a solas, lo único que sabía de ella era lo que me dijo James en el hospital (pasaba mucho tiempo con Neil), pero ya es hora de enterarme yo de las cosas.

Cuando sale el tema de Gabe, Mandy se pone un poco incómoda.

— ¿Así que te va a llevar a su casa de la playa para conozcas a sus tíos los cuales creen que eres su novia? ¡No entiendo como te dejas llevar por ese idiota! —bufa.

— Mandy no es así, no va a ser como en la proposición o sígueme el rollo. El me ha dicho que lo necesita y nada más, solo como amiga. Al parecer no le creen.

— Qué ingenua eres, Grace... Lo único que quiere es enamorarte con su casa en la playa.

— Sabes que yo no soy de esas Mandy...

— Lo sé, pero he de proteger a mi mejor amiga de los depredadores. Además playa es igual a verlo sin camiseta y, no nos engañemos, está muy bueno.

— Lo está, no sabes lo que es verlo recién duchado —reimos.

— Pues aprovecha.

— ¿Perdona? —me está desconcertando.

— Tíratelo —dice volviendo a comer de su plato.

¿Pero esta chica es bipolar o qué le pasa?

Mandy, me acabas de decir que se quiere aprovechar, enamorarme y todos esos rollos ¿Y ahora me dices que me lo tire? —miro hacia los lados por si alguien me ha escuchado.

— ¡Pero sin amor y con condón!

Dios, está loca.

— A ver Grace —continua— Solo quiero que tengas presente que él va a lo que va, y tú eres muy buena y no quiero que te haga daño —respira—. Pero a la vez, como amiga marchosa quiero que aproveches el momento, el tío está muy bueno, no haces daño a nadie.

Ambas reímos y entonces recuerdo a Neil, debo saber qué pasó mientras yo estaba en el hospital.

— ¿Y tú, Mandy, has aprovechado el momento estos días? —digo con una sonrisa burlona.

Al instante ella se pone roja y un poco sería.

— Mandy... —insisto.

— De vez en cuando... —murmura.

— Con Neil —digo intentando que la conversación vaya más rápido.

— Si... —vuelve a murmurar.

— Mandy ¿Qué pasa?

— Solo era por necesidad —se excusa.

— Amor ¿Porqué te sientes tan mal? No pasa nada.

— Es que no quiero que pienses que ha habido amor ni nada...

¿Que yo lo piense?

— Entre nosotros ha quedado claro que no hay amor —continua—. Solo fue sexo.

— ¿Te gusta?

— Un poco.

— ¿Le quieres?

Grace y su vida universitariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora