Mi Secuestrador (Pausa)

2: "Lindo culo"

Lía.
La cabeza me dolía horrores, recordé que había salido la noche anterior, lentamente abrí los ojos.
Me lleve la gran sorpresa que no estaba en mi casa, quise mover mis manos pero estaba atada a una cama de pies y manos. Empece a gritar.
-¡Ayuda!¡Socorro!¿Hay alguien?- Así estuve unos veinte minutos hasta que alguien se digno a verme.
-Ya despertaste hermosura.-Era un hombre un poco viejo de aspecto desagradable, era calvo, parecía que tenía unos cincuenta o quizás más .-Vamos a divertirnos.
Sentía asco, aquel hombre empezó a masajear mi pierna derecha, cada vez iba subiendo más su mano.-¡NO ME TOQUES MALDITO IDIOTA!.-El sólo reía mientras yo soltaba muchos insultos, intento besarme pero moví mi cara hacia la derecha.-Maldita zorra bésame.
-No te besare nunca viejo asqueroso.
Empezó a tocar mis senos, sentía asco, empecé a gritar con todas mis fuerzas, el se bajó la cremallera de su pantalón estaba a punto de bajarlo cuando la puerta se abre de un portazo, y era nada más y nada menos que Max.
-¿Que sucede aquí?¡Ya deja de tocarla!
El calvo saco sus sucias manos de mi cuerpo y se iba por la misma puerta por la que entró.
-¿Por que me tienes atada?Suéltame por favor quiero irme.
-No puedes irte, no ahora quizás nunca estas secuestrada .-Sus hermosos ojos verdes estaban distantes, me desamarro.
Acomodé mi vestido.-Max déjame ir, nadie te va a dar dinero por mi, mi familia me odia.
-¡CIERRA YA TU BOCA!- Me asuste ante su grito, permanecí callada.
Max abrió la puerta y me tomo de la muñeca muy fuerte me llevo prácticamente a rastras hacia un gran pasillo donde había muchas más puertas que creo que eran habitaciones, paro en una de las puertas y la abrió.-Entra-yo moví mi cabeza en forma de negación.-No quiero entrar ahí.
-No me interesa ¡Te dije que entres!
Sin más me hizo entrar a la fuerza, me empujó haciendo que caiga al suelo.
Miré a mi alrededor y no estaba sola había tres chicas más.-¿Que hago aquí?-Empece a llorar.
Una de las chicas que estaban ahí me miró con pena.-No llores cariño.
-¿Que quieren de mi?-Estaba realmente molesta.
-Ellos quieren todo de nosotras.
Levante la vista y note que era una chica realmente hermosa, era castaña de ojos color miel, tomo mis manos y me ayudó a levantarme.
-Me llamo María, ellas son Diana y Dafne.
-Me llamo Lía.- Ellas me saludaron con la mano.
-Lia aquí dormirás tu.- Señaló un colchón en el piso con una manta.-No es mucho pero es lo único que tenemos.
Me senté en el colchón.-¿Como llegaron aquí?.
-A mi me trajo Leon se hizo pasar por mi empleado hasta que un día me empezó a "Enamorar" y el día de nuestra primer cita me llevo engañada a un restaurante, me desmayé y aparecí aquí.-Hablo María.
-A mi me trajo Marco era el supuesto conserje de mi edificio y pasó lo mismo que con Mari.- Dijo Diana.
- A mi me trajo Max, era mi supuesto novio habíamos tenido una noche realmente maravillosa, nos fuimos a la cama y al despertar aparecí aquí, ¿quien te trajo aquí?-Pregunto Dafne
-Max también, me ayudó con la mudanza y después me lo crucé en una discoteca y al despertar aparecí aquí.
-Ese tipo está realmente bueno como no caer en la trampa.-Dijo Diana, Dafne la fulminó con la mirada.
La puerta se abrió de golpe, por ella entró un hombre muy atractivo, de unos 25 años.- Hora de trabajar encantos.-Tiró una bolsa color negra y se fue.
-¿Trabajar?
-Si Lía aquí nos obligan a bailar.- Dijo María.-Es eso o morir.
Diana abrió la bolsa y nos entregó a cada una un conjunto diferente.-A mi me dió una pollera negra realmente corta que dejaba ver gran parte de mi culo acompañada de un top color rojo.
La puerta se volvió a abrir y está vez era Max quien entraba. María fue la primera en salir, luego Diana y cuando toco el turno de Dafne ella se acercó a Max y le planto un beso en la boca el la saco de inmediato y cuando fue me tocaba a mí salir el me tomo de la muñeca.
-Pórtate bien Lía.
Pasamos por un pasillo largo hasta llegar a lo que parecía un bar lleno de hombres todos muy desagradables.
-Hoy vas a bailar igual que las chicas.-Hablo Max
-Y si no quiero.
-Vas a tener que querer.-Sonó tan escalofriante.
Max nos acompañó hasta las escaleras de un escenario. La música empezó a sonar las chicas entraron en escena, todas se movian muy sensuales mire hacia donde estaban las escaleras para salir corriendo pero estaba Max con cara de pocos amigos hizo una señal que me cortaría el cuello, sentí mucho miedo así que empecé a bailar al igual que las chicas mucho hombres se empezaron a acercar todos muy ebrios tirando billetes.
Al terminar nuestro turno bajamos del escenario y un hombre mucho más alto que yo casi igual que Max se me acercó.
-Muy bien Lía.-Aplaudiendo-Me encanta tu baile y a ellos también.- Aquel hombre señaló a los borrachos.
-Quiero que la traten como una reina-Esta vez se dirigió a Max, el solo asintió.- Va a tener su propia habitación, que salga de la pocilga en la que están las otras.-El volvió a asentir.-Y ustedes.-señaló a las chicas-Aprendan de ella.
Y sin más se fue.-¿Enserio? A nosotras jamás nos hizo un cumplido y llega esta con su baile de puta y le va a dar una habitación.-Dijo Dafne muy enfadada.
-Primero niña yo no soy ninguna puta y hice lo mismo que ustedes y segundo si bailas mal no es mi problema.
Dafne se me abalanzó y empezó a tirar de mi cabello yo me defendí hasta que Max me alzo a su hombro, una mano la llevo a mis nalgas como agarre.
-No me toques idiota.
-Si no te caes cariño, por cierto lindo culo.- Y me pego una nalgada en mi preciado trasero.