15:"Celos, frustración y sorpresa"

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Franchesco.
Estaba en aprietos Lía es un poco..no  bastante molesta con lo celos, cuando éramos pequeños me celaba de más, creo que ni mi madre fue así conmigo.
Madeleine es una amiga por así decir, de vez en cuando nos besamos y tenemos sexo, pero nada más que eso.
—Hola, ya te dije que no me digas así.— a ella no pareció importarle y me dió un beso en la boca.
—Ejemmm...—Era Lía.
—Chicas ella es Madeleine mi..— Madi me interrumpió.
—Su novia.— Lía levantó su ceja derecha y la inspeccionó de arriba a bajo.
—Hola yo soy Laura y ella Lía.— Laura le estrecho la mano y ella hizo lo mismo, pero cuando Madeleine le estiró la mano a Lía ella sola miro la mano y empezó a caminar por el centro comercial.

Lía.
¿Esto es enserio? Por Dios si es una broma que aparezcan las cámaras ya.
Franchesco jamás a tenido novia oficial .
Es alta, de piernas super lindas y bonita, su cabello es perfectamente brillante, sus dientes son blancos, se viste realmente bien y es muy alta de nuevo.
No puede ser que sea la novia de Fran, no puede ser. Los celos brotan de mis poros, no lo puedo controlar.
—¿Vamos por un helado bebé ?— Su voz es irritante.
Seguimos caminando por los pasillos del centro comercial y a mirar vidrieras y de más.
—¿Vamos a tomar un helado bebé?—Le digo a Laura a modo de burla imitando la voz de esa niña tonta. Lo sé suena muy infantil pero soy así más cuando se trata de Fran.
Laura no tarda en reír a carcajadas.
—Oh que petición no me podría resistir.— Contesta ella.
Así paso la tarde Laura y yo molestando a Madeleine y Franchesco mandando miradas de advertencia.
Tengo un don en hacer irritar a las personas pero este vez no lo hacía para joder a alguien, era por qué inmediatamente apenas apareció esta chica mis celos se despertaron como una alarma ruidosa que no tiene un botón o palanca para desactivarla.
Compre algo de ropa, dejé a Laura en su casa y seguí para la mía.
Cuando estaba a punto de estacionar note que había un auto color negro e insulte en voz baja. Llegué hasta la puerta con las bolsas de las cosas que compre en el centro comercial.
Abrí la puerta, en el sofá de la sala se encontraba mi madre.
—Hola hija.— Se levantó del sofá.
—Hola mamá, ¿a qué viniste?— Dije sin ganas, todavía estoy enfadada por lo de Franchesco y Madeline, ella se llevo una mano al pecho ofendida.
—Solo quería saber como estabas Lía, sé que lo que te pasó no fue algo bueno, habla conmigo por favor, como madre me preocupo.
—¿Como dijiste?—No puede ser verdad.— Desde que nací prácticamente me crió mi nana y tu vienes a decirme que ahora estás preocupada por mí por qué eres mi.—Hice como comillas con los dedos.—"madre"
Se quedo inmóvil, abrió lo boca e intento decir algo pero terminó por cerrarla e irse por la puerta en la que yo minutos antes habia entrado .
Lleve las bolsas a mi cuarto, me desvesti y me metí al baño a tomarme una ducha de agua fría para poder olvidar a la puta de Madeleine y a mi madre.
Mi frustración se fue un poco, sali del baño con una toalla cubriendo mi cuerpo y otra en mi pelo.
Salí a mi habitación y me pegué un susto al ver a la persona que estaba sentada en mi cama.

Mi Secuestrador (Pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora