Max.
Busque por todos lados hasta encontrar una buena clínica para que trasladen a mi madre, pero era inútil, ninguna de las clínicas estaban disponibles para una persona como yo de bajos recursos económicos, me sentía frustrado y cabreado, y la presencia de mi hermanita Adalyn quejándose no hacía más que irritante.
—Maxi, me duelen los pies.—Se quejo por quinta vez.
—Ya cariño sabes que esto es muy importante.—Intete no ser borde, hizo puchero y estiró sus brazos, estire los míos y la lleve en brazos lo que quedaba del camino, hemos estado caminando casi toda la tarde y era entendible su cansancio.
Pensé y pensé mientras caminaba por las calles de L.A. más dinero no podia pedirle a Marcus sabía que se iba a aprovechar y me obligaría a hacer de nuevo lo de los secuestros como lo hice con Lía.
Hacía tiempo que no me ponía a pensar en ella, la extrañaba tanto, la necesitaba en este momento, mi madre estaba muy mal y desde unas semanas que no muestra mejorías, necesitaba de un abrazo de ella o de algo algún insulto o lo que sea, la necesitaba a ella.
Mire hacia adelante y me di cuenta que estaba a solamente unas cuadras de su casa.
Sabia que lo era por que un par de veces intente ir a verla pero siempre la cobardía me hacía volver hacia atrás e irme por dónde había llegado.
—Que bonita casa Maxi.— Adalyn señaló con su pequeño dedo.
—Si lo se es hermosa como la dueña.—Ella puso cara de asombro.
—¿Conoces a la dueña?—Asentí sonriendo.—¿Es tu amiga?
—Algo así.—Ladee la cabeza de lado a lado, baje a mi hermanita y ella salió corriendo hacia la puerta de entrada .
—¡Adalyn!¡No toques la puerta!—Pero fue inútil por que ya era tarde.Lía.
—Que susto me has dado Franchesco.—Podia sentir como mi corazón de a poco se iba calmando.
—Lo siento Lía es solo que...— Se quedó callado.
—¿Que?— Iba a seguir hablando pero fue interrumpido por que llamaron a mi puerta.— Adelante .
—Señorita Lía la buscan en la puerta.—Era Liz.
—¿De quién se trata?
—Son una niña y un muchacho ,Max.—Al escuchar su nombre mi corazón se disparó como hace un momento.—Diles que ya voy.
—Fran, por favor deja vestirme y ve abajo que yo ya voy.—El asintió .
Me vestí lo más rápido que pude y baje prácticamente corriendo escaleras abajo, fui a la sala de estar y ahí estaba el, con una chaqueta de cuero negra, unos pantalones del mismo color, su cabello desordenado, corrí hacia el, Max se levantó del sofá y una vez que llegue hasta su lugar lo abracé, le di un beso, al principio lo tome por sorpresa hasta que me correspondio, enrede mis dedos por su cabello y el puso sus manos en mi cintura haciendo así que esté más cerca de el si es que eso era posible, había deseado estar asi por casi dos meses.
Nos separamos, lo mire a sus ojos verdes , que alguna vez creí que no conseguiría volver a verlos nunca más, al igual que yo sonreía, pero recordé lo que me hizo y le di un cachetazo.
Una carcajada se escuchó, mire hacia un lado y en el sofá estaba sentada una niña de pelo obscuro con los mismos rasgos que Max, sus ojos resaltaban de la misma forma que los de el, iba con unos jeans color azul, una chaqueta violeta y su cabeza adornada con dos coletas.
—Bonito recibimiento.— Dijo Max irónico, noto mi cara de enfado, pero la pequeña niña se acercó hacia nosotros.
—Hola yo soy Adalyn.— Dijo con voz dulce y cero timidez, me puse a su altura .
—Hola Adalyn yo me llamo Lía.— me tomo de sorpresa con un gran abrazo al cual correspondi amablemente.
—¿Mi hermano y tu son novios?— mire a Max , el se agachó .
—A mi me gustaría pero la eh cagado.— Le di un codazo .
—No le hables así a la niña.
—Ella sabe más insultos.— me gire hacia ella y asintió.
—Se.. mierda, imbécil, hijo de p..—tape su boca, Max reía y yo lo mire con cara de pocos amigos.
—Adalyn ,¿te apetecería tomar la merienda?— Asistió emocionada .
—¡Liz!— no tardó en llegar.
—Digame señorita.
—Preparale por favor una merienda para la niña.— ella asintió.— y por favor dime Lía.—Ella extendió una mano hacia Adalyn, con gusto la tomo y desaparecieron las dos por la cocina.
—Tendría a haberte matado a golpes.— estoy furiosa pero a la vez tan feliz de verlo.
—Lía.. lo siento.— me asombre al escuchar esas palabras pero decide estar a la defensiva.
—Max diciendo.. ¿Lo siento? Es algo nuevo.
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Mi Secuestrador (Pausa)
Teen FictionLía Sandes es una adolescente, que tras el fallecimiento de su abuela hereda una gran fortuna, es secuestrada por una banda que es liderada por mafiosos que solamente quieren su dinero, o eso es lo que ella piensa. Derechos de autor reservados. Pro...