CAPITULO 11 Tristezas.

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---Albert---

¿Amar o ser amado?

¿Acaso no se pueden las dos cosas a la vez?

¿Acaso no merezco ser feliz?

Soy de las personas que aman por completo, se entregan arriesgando el todo por el todo, quiere amar y ser amado, pero creo que ese es el error que cometo siempre...

Cuando tuve a mi amante me engaño con otro en nuestro propio hogar...

Tan deprimente...

Era nuestro aniversario, le pediría que se casara conmigo, pero... Que sorpresa me lleve yo al verlo en nuestra cama revolcándose con otro, llamándolo por su nombre, diciéndole te amo...

Palabras que nunca me dedico a mí...

Soy tan miserable...

Él simplemente me dijo que yo tenía la culpa, que mi amor era una miseria, que no valía la pena estar con alguien como yo, que tenía asco cada vez que le hacía el amor, que solo se fijó en mi dinero, porque en mi persona jamás se fijaría.

Dolor, tristeza, depresión...

Solo fui un idiota enamorado del amor...

Sufrí como nunca pensar sufrir pero seguí adelante...


Nunca pensé que todo cambiaría, que volvería a creer en el amor, que volvería a levantarme y sentirme feliz...


Cuando fui a la editorial Marukawa para ver a mi amigo del departamento de literatura ya que le iba a llenar unos manuscritos que olvido y me pidió el favor de llevárselo.

Al entrar al lugar mis ojos se posaron en una hermosa figura, alta, de cabello negro azulado, ojos azules hermosos que podría perderme en ellos, su sonrisa de trabajo tan linda...

Sin duda alguna, era mi amor predestinado...

Lo escuche platicar con un castaño y luego lo perdí de vista después de que se subiera al elevador.

Al llegar con mi amigo le pregunte acerca de ese hombre hermoso.

Me dijo que su nombre era Yokozawa Takafumi, tiene 28 años, le llaman El Oso Gruñón de Marukawa por su fuerte carácter y que siempre está enojado, pero que es un hombre responsable y trabajador.

Si me enamore de él a primera vista, ahora estaba embelesado con solo escuchar acerca de él, sin duda alguna lo amo...

Tanto tiempo pensando en él, esperando el día de acercarme hasta que el destino nos juntó...

Lo amo...

Lo deseo...

No dejaré que ese idiota de Kirishima me lo quite, y mucho menos cuando él fue quien lo lastimo y no se merece ni una mirada de mi amado...

Prepárate Kirishima Zen, porque te acabas de ganar a un contrincante poderoso, que tiene deseos de amar a Takafumi y de que él me ame a mí...


---Yokozawa---

Me sorprendí de ver a Kirishima y a Hiyo en ese lugar, no me esperaba que vinieran aquí...

Un minuto...

¿Cómo se enteraron que estaba aquí?

¿Casualidad?

Ni una mierda...

¿Kioshi se los dijo?

No lo creo...

¿Isaka?

Tal vez él le haya dicho algo...

Maldición porque cuando quiero alejarme y sentirme tranquilo él aparece y me destruye mi tranquilidad.

-Onii-chan me alegro verte.
-Yo igual Hiyo.
-Onii-chan vamos a dar un paseo y...
-Lo siento pequeña damisela pero, -sonrió Albert y me tomo de la mano- este osito tiene una cita conmigo.
-¿C-Cita? –nos miró Kirishima.
-AL. –gruñí.
-Me encanta como me has llamado mi vida, -suspiro- ¿nos vamos?
-LO siento Hiyo, -me hinque y tome sus manos- yo tengo un compromiso.
-¿Eh? Onii-chan, yo quiero...
-Lo lamento Hiyo, será otro día ¿sí?
-Está bien. –bajo la mirada.
-Mañana, -hablo Kirishima- ¿Puedes venir con nosotros mañana a dar una vuelta?

No entiendo que pretende él haciendo esto, ¿tanto quiere verme sufrir?

-NO PUEDE. –comento Albert.
-¿Eh? –ambos castaños lo miraron.
-Pequeña dama, si gustas puedes acompañarnos, pero él, -lo señalo- no puede estar al lado de mi osito.
-Al, -lo mire- iré con ustedes pero un rato porque estas vacaciones se las debo a Albert.

Tuve que mentir para que no hicieran más preguntas y Kirishima no me atormentara con su presencia.

-Entonces ¿mañana temprano? –pregunto Hiyo con un brillo en los ojos.
-Sí. –sonreí.
-Gracias Yokozawa. –murmuro Kirishima.
-Lo que digas.

-Vamos porque tengo muchos planes para hoy. –me tomo de la cintura.
-Oee, que crees que haces.
-Quiero tocar tu piel un poco. –murmuro en mi oído.
-Juro que te golpeare.
-Valdrá la pena.

Al ir caminando por inercia voltee atrás y mi mirada se encontró con la de Zen, pude ver el cansancio, tristeza y ansiedad en sus ojos...

"Tal vez su nueva presa no cayó ante sus encantos..."

-TAKAFUMI. –hizo un puchero.
-¿Mande?
-Quiero que solo pienses en mí, que me mires a mí cuando estemos juntos. –dijo seriamente.
-Q-Que cosas dices. –me sonroje.
-Que te amo y no me hagas encelar.
-¿Ah?
-Takafumi, -me tomo del mentón- te amo.

Junto sus labios con los míos en un beso tierno y luego pasional, trate de empujarlo pero me acorralo en la pared.

-D-Deja de hacer eso. –gruñí.
-No.
-¿Cómo qué no?
-Takafumi, estoy realmente enamorado de ti y te lo voy a demostrar en la cama.
-IDIOTA. –golpe su cabeza.
-Solo bromeaba, -se carcajeo- relájate Takafumi, desde que lo viste estás muy rígido.
-Ah, -suspire- no pensé encontrarlo aquí.
-A mi igual me sorprendió.
-Hasta es un idiota, -murmure- se atreve a usar a Hiyo para poder molestarme a gusto, ¿acaso no fue suficiente? ¿Quiere seguirse burlando de mí?

Sentí como mis lágrimas comenzaban a caer y Al me abrazo fuertemente.

-No llores Takafumi, me parte el corazón verte así.
-Lo siento, no puedo evitarlo, que ridículo me he de ver.
-No lo eres, -beso mi mejilla- él es un idiota por no valorarte.
-Al, yo...
-Tranquilo, estaré a tu lado...



---Takano---

-¿QUÉ ACABAS DE DECIR? –me exalte.
-Eso mismo, -me miro- estoy enamorado de Takafumi y quiero conquistarlo.
-Sabes lo que dices ¿cierto?
-Estoy seguro de lo que siento. –refuto.
-Kioshi, -murmuro Ritsu- tal vez estés confundiendo tus sentimientos y...
-NO LO ESTOY, -levanto la voz- ¿ACASO NO PUEDO ENAMORARME?
-Nadie te niega eso Kioshi, -trate de controlarme- pero Yokozawa ha sido tu... mamá.
-Yo no lo veo así, yo lo amo.
-Kioshi, tú sabes que él jamás...
-SI ME LO PROPONGO PUEDO DEMOSTRARLE QUE SOY EL INDICADO.
-Kioshi...
-Solo quiero saber una cosa. –nos miró.
-¿Sí? –pregunto Ritsu.
-¿Me apoyarán?
-¿Cómo? –lo mire.
-Sí me apoyarán cuando lo quiera conquistar.
-Eso que pides, -se aclaró la voz mi amado- es muy difícil, Yokozawa-san siempre ha sido como tu madre, y que tú quieras algo más con él, no lo creo conveniente.
-Hijo, -me levante y lo tome de los hombros- deberías de buscar otras personas, divertirte y enamorarte de alguien más, tal vez solo sientes admiración.
-USTEDES QUE SABEN. –gruñó- YO LO AMO.
-Kioshi...
-Ya veo que no cuento con su apoyo, lo haré por mi cuenta.
-Hijo espera...
-NO QUIERO.

Salió de la oficina hecho furia y Ritsu se acercó a mí y me abrazo.

-LO recomendable es que sea Yokozawa-san quien lo oriente.
-Quieres decir, ¿Quién lo desilusione?
-Así es, -suspiro- tengo miedo por él, quedará destrozado.
-No lo creo, -comente- él tiene mi perseverancia, no se va a rendir tan fácil.
-Lo maleducaste.
-No es mi culpa, para llegar a ti tuve que hacer de todo un poco.
-¿Me estás culpando? –me miro con reproche.
-Algo así.
-Baka. –gruñó.
-Yo también te amo- lo bese.



---Kirishima---

Odio a ese tipo, como se atreve a hablar con él cariñosamente, a llamarle osito, si yo soy el único que puede decirle así...

Ese estúpido se atrevió a tocarlo cuando él me pertenece a mí...

Me quede con Hiyo en la playa esperando a que llegará la noche, dejar a Hiyo dormida en el hotel y visitar a mi amado.

Y afortunadamente para mí el día paso muy rápido.

En cuanto Hiyo se durmió tome mis llaves y cartera. Salí del hotel y me dirigí al hotel de mi osito. Me pasee por el lugar antes de ir a recepción y lo vi sentado en un camastro cerca de la alberca que tenían al aire libre.

Sonreí inconscientemente y me acerque hasta él. Me senté en el camastro de a lado y comencé a acariciar su cabello.

-Al por favor deja de fastidiarme.

Sentí mucho coraje al escuchar el peor nombre que pude escuchar, me hierbe la sangre de solo pensar que ese tipo haya tocado o besado a mi amante.

Tome su mano libre y la bese.

-¿Qué no te puedes esperar Albert? –me miro.
-Hola Takafumi. –sonreí.
-K-Kirishima. –se sorprendió.
-Quiero hablar contigo.
-NO QUIERO. –aparto su mano.
-Takafumi déjame explicarte...
-¿Qué me quieres explicar? ¿Qué te divertiste al jugar conmigo?
-Eso no es yo...
-Basta, -gruñó- no quiero oírte, ya déjame en paz.
-Espera...
-¿Por qué trajiste a Hiyo contigo? ¿Para burlarte más de mis miserables sentimientos? ¿Para restregarme en la cara que no te van los hombres? ¿Qué yo no te puedo dar hijos? A eso viniste....
-Tranquilízate por favor...
-Vete a la mierda Zen.
-Takafumi, -lo tome de su brazo- te amo.

Él me miro y por sus mejillas comenzaban a caer lágrimas.

-Mi amor. –trate de abrazarlo.
-NO ME TOQUES, NO TE ME ACERQUES, NO SABES CUANTO TE ODIO.
-Todo fue mentira...
-DEJA DE ENGAÑARME. –grito.
-No quise lastimarte.
-LARGO...
-Solo te amo a ti, nunca vi a nadie más yo...
-QUE TE VAYAS...
-Me encele cuando vi a Kioshi en tu departamento, estaba en paños menores y...
-NO TE ATREVAS A METER A MI HIJO EN ESTO.
-Osito escúchame.
-QUE ME DEJES...

-No lo oíste, -comento el rubio y abrazo a mi amado- lárgate.
-Tengo que hablar con él. –lo mire con despreció y el me devolvió la mirada.
-Al, llévame a mi habitación. –sollozo.
-Lo haré mi amor.
-NO ES TU AMOR.
-Vete Kirishima, tú lo perdiste, lo lastimaste y ahora yo me encargare de sanar sus heridas.

Ese rubio se llevó a mi amado...

No pude decirle todo lo que siento.

No me dejo explicarle nada.

Me deje caer sobre mis rodillas liberando todo el dolor en mi pecho...

Yokozawa perdóname por favor...

  

Destino Incierto (Kirishima x Yokozawa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora