Destino Incierto (Kirishima x Yokozawa)

CAPITULO 40 En calma.

---Zen---

Se me revuelve el estómago de ver a ese pelirrojo que quiso separarnos solo porque es un egoísta y una persona caprichosa.

No sé porque mi osito está a su lado, seguramente él fue el causante de todo, tal vez quiso chantajearlo y como mi osito es tan noble...

En verdad ese chico es un dolor de cabeza.

-Suéltame Takafumi yo debo darle una lección a ese tipo.
-Por favor Zen, contrólate un momento y escúchame.
-Pero...
-¿Me amas? –pregunto de repente.
-Como un loco. –respondí.
-Entonces confía en mí y escúchame.

Respire profundamente y lo mire.

-Está bien.

Entramos a la habitación y me hizo sentarme en el sofá.

Kioshi tenía su mirada clavada en el piso mientras mi amado me daba una botella de agua.

-Lamento mucho haberlos dejado.
-Osito.
-Yo... yo...
-Permíteme explicárselo mamá. –comento Kioshi.
-Está bien Kioshi.

¿Mamá?

¿Acaso ellos...?

Kioshi se sentó frente a nosotros.

-Primero que nada quiero disculparme con usted de todo lo que he hecho.
-¿Piensas que con solo disculparte todo se va a arreglar? –comente.
-Zen. –me regaño mi osito.
-No Takafumi, deja que se exprese y me diga lo que realmente merezco, yo me porte como un idiota.
-Idiota se queda corto.
-¡Kirishima!
-Ya me calmo. –suspire.
-Por favor Kirishima Zen usted puede decirme todo lo que quiera, me lo merezco, yo hice algo imperdonable.
-Al menos ya lo reconoces.
-Lo siento.
-Por favor continua con tu trágica historia.
-Zen.
-Lo siento no puedo evitarlo, -mire a mi amado- ¿Qué quieres que piense que después de encontrarnos de nuevo él está contigo?
-Por favor mamá, déjalo que diga lo que quiera, me lo merezco.
-Prometo guardar silencio mientras cuentas la historia.
-Gracias. –suspiro.

Él empezó a contarme que fue secuestrado por su supuesto padre, que era "verdadero", que lo utilizó para llegar a mi osito.

Que ese hombre estaba observando todo el tiempo a mi familia para saber los movimientos y lo que hacía mi amado para poder actuar y llevárselo.

Que en todo este tiempo lo mantuvo encerrado y cada vez que no quería cooperar lo golpeaba hasta dejarlo inconsciente.

Empezaba a sentir lástima por aquel chico.

A pesar de todas sus maldades creo que nadie merece sufrir.

Además mirándolo bien de cerca aún tiene la mejilla inflamada y moretones en sus brazos.

"Que crueldad"

-¿Quién fue ese hombre? –gruñí- ¿QUIÉN ES?
-Hiroyasu Saki. –murmuro mi amado.
-¿Saki?
-Fue el hombre que te presente cuando fuimos a Hawaii.

Es verdad...

Ahora que recuerdo.

Ese hombre se le declaro a mi amado.

-MALDITO, -me levante- ¿DÓNDE ESTÁ? Lo mataré yo...
-Zen, -me detuvo mi amado- no hagas una locura.
-Mi amor...
-Deja que Kioshi termine de contarte la historia.

Me senté de nuevo y él me siguió diciendo que ese hombre amenazo a mi osito con matarlo sino iba a su encuentro, y que no le tenía que decir nada a nadie.

-Osito.
-Lo siento tanto Zen, -sollozo- Kioshi no se merecía esto solo porque se obsesiono conmigo.
-Debiste decirme, lo hubiéramos solucionado juntos.
-No quería que te pasará algo.

Abrace a mi amado y lo acurruque en mi pecho.

-Perdóname Zen yo...

Tome su mentón y lo bese.

-No tengo nada que perdonar, ahora ya estamos juntos ¿no es así?

Sus lágrimas seguían cayendo acaricie su cabello.

-Por favor Kioshi, continúa.
-Claro.

Me sigo contando que todos los días ese hombre le hablaba de mi osito de forma pervertida y hasta que lo llevo e intento abusar de él pero con una estrategia y con un plan todo resulto bien para los dos.

-ESE INFELIZ. –gruñí.
-Ya le llame a los oficiales pero que fueran tras Saki, pero aún no he recibido noticias.
-Espero y lo encarcelen.
-Yo igual.
-Zen, quiero irme de aquí.
-Sí osito, nos iremos lejos.
-Quisiera que Kioshi vinera con nosotros.
-Mamá no es...
-Debes de venir, -lo interrumpí- puesto que eres mi hijo.
-¿Eh?
-Pero eso sí, -sonreí- te daré varias clases de disciplina.

Sus ojos se llenaron de lágrimas y se tapó la cara.

Me levante y camine hacia él, le di un pequeño golpe en su frente y me miro.

-No tienes que llorar, es momento de remediar tus errores.
-Gracias Zen.
-Nada de Zen, soy tu padre y me respetas. –sonreí.
-S-Sí papá.

Le di un abrazo y mi osito me sonrió.

-Gracias.

Me aparte de mi nuevo hijo y me hinque frente a mi osito.

-Gracias a ti por darme una gran familia, -suspire- espero sea niña para tener a la parejita.
-S-Sí.
-Y tú Kioshi, espero y te acostumbres a la idea de tener dos hermanos y uno en camino.
-Quisiera verlos de nuevo.
-Sí.

Tome el mentón de mi amado y lo bese apasionadamente.

-Bueno yo me iré por allá. –comento Kioshi.

Nuestro hijo nos dejo un momento a solas y abrace a mi amado.

-B-Baka. –se sonrojo mi osito.
-Te amo Takafumi, así que déjame cuidarte como tu esposo que soy.
-No quiero volverme a separar de ti.

---Takano---

Estoy en el hospital esperando a que me den noticias de Ritsu.

Todo iba muy bien, ambos salimos a pasear pero su padre.

Ese estúpido, empezó a decirle cosas horribles a mi niño hasta que él no aguanto más y empezó a tener las contracciones.

Aún faltaba mes y medio para que naciera nuestro querido niño Delion, esto no es justo maldita sea.

Quiero golpear a ese hombre hasta el cansancio.

***Flash-back***

-Takano ya verás que Yokozawa regresara sano y a salvo.
-Lo se mi amor, aunque aún me siento preocupado.
-Todo saldrá bien. –sonrió.
-Ritsu gracias por darme todo tu amor y tranquilizarme.
-Debo de protegerte. –rio.

Lo abracé y lo besé.

-Quiero un helado. –hizo un puchero.
-Delion está de antojadizo ¿verdad?
-Sí.
-Bueno vamos a comprar algo delicioso.
-Genial.

Caminamos por la avenida hasta que mi amado se detuvo y se aferró a mi brazo.

-¿Qué sucede?

Mire hacia enfrente y gruñí de ver a ese tipo.

-¿Qué es lo que quiere?
-Vaya si es mi hijo el rarito y este idiota. –me miro.
-Por favor papá, basta.
-BASTA NADA, ME DAS TANTO ASCO RITSU.
-No le permito que le hable así, -exclame- usted es lo peor que existe.
-De haber sabido que ibas a ser un gay asqueroso hubiera rogado que te abortaran.

Mi amado tenía lágrimas en sus mejillas y no aguante más y sujete a ese tipo de su camisa.

-ERES UN...
-Malditos homosexuales, ese niño no debe nacer, es un engendro.

Le di un puñetazo y lo tiré al piso.

-Usted es lo peor que existe. –gruñí.
-Aggg. –se quejó mi amado.
-¡Ritsu!
-D-Duele, -sollozo- m-mi bebé.
-Tranquilo amor.
-Ahgggg. –jadeo- l-la fuente.

"Maldición"

Cargue a Ritsu y lo lleve al hospital más cercano.

***Fin del flash-back***

Ya llevo un par de horas aquí y me estoy desesperando.

-¿Señor Takano?
-Sí.
-Felicidades su niño ha nacido sin ningún contratiempo, ambos están muy bien, ¿quiere verlos?
-Sí por favor.

Lo acompañe hasta la habitación y abrió la puerta. Mi amado estaba cargando a nuestro bebé. Me acerque a él y bese su frente.

-Es hermoso.
-Gracias Takano-san.