---Saki---
Gracias a ese estúpido mocoso debo estar escondido como un prófugo, un maldito ladrón, maldito seas Kioshi, juro que te mataré cuando te vea.
ESTO ES EL COLMO.
Ya lo tenía en mis brazos, ¿Cómo fue que paso esto?
Fui muy descuidado, me deje llevar por el deseo de poseerlo.
Maldita sea...
Debo de recuperarlo.
Él me pertenece, alguien como Kioshi no podrá satisfacerlo ni mucho menos él idiota de Kirishima, ese hombre no vale nada.
¿POR QUÉ? ¿POR QUÉ?
¿POR QUÉ RAYOS TAKAFUMI ESTÁ CON ESE IDIOTA?
¿QUÉ TIENE ÉL QUE NO TENGA YO?
SOY MÁS FUERTE, MÁS VALIENTE, MÁS FUERTE Y ATRACTIVO.
¿Por qué no me eligió?
¿Por qué me hace todo esto?
Yo quería amarlo, quería que estuviera conmigo.
Pero...
Siempre hay alguien que se interpone entre nosotros.
Supongo que quererlo mío por las buenas no funciono...
Entonces SERÁ POR LAS MALAS.
-Mi amado Yokozawa si tan solo te hubieras quedado no me obligarías a esto...
Saque mi arma y la empecé a limpiar.
-La primera bala será para Kioshi... porque estoy seguro que él le metió la idea a mi Oso de que debía escapar.
Disfrutare dispararle en medio de sus cejas...
-La segunda bala será para Zen...
Como me voy a divertir al ver su sangre rodear su cuerpo inerte.
Y las últimas dos balas serán para esos mocosos a los cuales les llaman "hijos".
Yo estoy dispuesto a darle los hijos que me pida.
No quiero que quede descendencia de ese idiota.
Acabare con todos sin importar las consecuencias, puesto todo está a mi favor.
Guarde mi pistola y camine hacia la ventana del hotel de mala muerte que me conseguí para no ser capturado.
Tengo que viajar a Japón, debo eliminar a los estorbos y luego llevarme a Yokozawa.
Como me voy a divertir...
Esto es tan genial.
Debo matarlos a todos y obtener mi premio.
Pobres, pobres idiotas...
Siento tanta lastima por ellos.
No quisiera estar en su lugar.
Pero solo los más fuertes sobreviven.
Solo los más capacitados pueden demostrar poder y reclamar lo que es suyo.
Soy el único que obtendrá lo que quiera.
Guarde mi pistola en mi cinturón y tome mi chaqueta.
-Debo de conseguir un poco de ayuda...
Tal vez uno o dos asesinos aunque me gusta hacer las cosas yo solo.
Supongo que yo puedo solo...
---Yokozawa---
Después de haber platicado entre los tres regresamos a Japón, fueron menos horas de las que pensaba.
Pero me alegraba que así fuera porque me muero de ganas de ver a nuestros hijos y darles la nueva noticia.
En todo el camino Zen me contaba la desesperación que había vivido cuando no sabía nada de mí, me dijo que nuestros hijos siempre me buscaban, que me extrañaban.
Que Hiyo estaba muy preocupada y que Usui me buscaba todo el tiempo y que lloraba por la noche al no tenerme.
-Te echamos tanto de menos. –comento Zen mientras me abrazaba- Nos hiciste mucha falta osito, no sabes cuánto.
-Lo siento tanto Zen yo...
-Pero eso quedo atrás, -acaricio mi mejilla- ahora estás en mis brazos y no te soltaré ni un segundo, porque te amo y en tu vientre está creciendo otra prueba de nuestro amor.
-Podrían por favor hacer eso en privado. –murmuro Kioshi.
-Bueno debes acostumbrarte a ver a tus padres dándose su cariñito.
-Ah, -suspiro- con que no escuche ruidos en la noche...
-¡Kioshi! –me sonroje.
-Mejor me calló.
-Mi amor no tienes que ocultar lo que hacemos en la noche.
-Muérete mil veces Zen.
-Ese es mi lindo osito.
Sonreí ante un pensamiento que atravesó por mi mente.
-Zen...
-¿Sí?
-Estás en abstinencia por lo menos durante 3 meses.
-¿Qué?
-Está dicho.
-Pero...
-Nada.
-Piensa en los niños.
-Por eso lo digo.
-Hablo de los próximos que vamos a tener.
-Entonces quieres abstinencia de aquí hasta dentro de 9 meses ¿no?
-¡¡¡No!!!
Sonreí y él siguió rogando que le quitara ese "castigo".
Al llegar al aeropuerto los tres nos subimos a un taxi y Zen dio la dirección.
-E-Espero que mis hermanitos puedan aceptarme. –comento mi hijo.
-No te preocupes Kioshi, -comento Zen- Hiyo entenderá todo y Usui créeme que te va a encantar y sé que él se encariñara contigo.
-Gracias Zen, yo aún no tengo cara para verte y...
Zen le dio un golpe en la cabeza.
-¡¡¡Zen!!! –lo regañe.
-¿Estamos a mano Kioshi? –estiro su mano.
Kioshi sonrió y estrecho su mano.
-Lo estamos.
Sonreí y los abrace.
Llegamos a la casa que había comprado Zen, bajamos del taxi y respire profundamente.
-¿Listo mi amor?
-Sí Zen.
Abrió la puerta y escuche varios murmullos provenientes de la sala.
-Abuelita.
-¿Sí Hiyo?
-¿Crees que mi papá encuentre a mi mami?
-Sí mi vida, debes de tener fe.
-Es que no entiendo porque mi mami se fue, tal vez no...
-Takafumi te adora, eres como su hija además tienes a un lindo hermanito.
-Usui es muy lindo se parece tanto a él.
Sin poder evitarlo corrí hasta la sala y vi a mi Hiyo cargando a Usui.
-Hiyo... -murmure.
-¿Mami? –se sorprendió.
-Sí, aquí estoy.
Camine hasta ellos y los abracé.
-Lo siento tanto... -llore.
-Mamá no te vayas.
-No lo haré, -bese la frente de mis hijos- ya no.
-Me alegra que estés de vuelta. –comento la señora.
-Gracias por cuidarlos yo le debo mucho.
-No me debes nada Takafumi, solo cuida de mi hijo y sean felices.
-Lo haré, en verdad lo siento.
-No llores mi niño, -comento la señora- te mereces ser feliz.
-Gracias.
Hiyo me paso a Usui y lo cargue.
-Me parece que está más grande.
-Sí, -sonrió Hiyo- mi hermanito crece muy rápido.
-Saben les quiero dar una noticia.
-¿De qué trata? –pregunto mi hija.
Zen se sentó a mi lado y le pase a Usui, Kioshi se sentó frente a nosotros.
-Yo, -me sonroje- estoy esperando otro bebé.
-¿ENSERIO? –sonrió mi suegra.
-Sí.
-Felicidades, -sonrió- Zen donde pones el ojo pones la bala.
Me sonroje tanto y desvié la Mirada, Kioshi solo se empezó a reír.
-Y aún faltan otros 3 más.
-¿3? –me sorprendí.
-Por supuesto.
-Zen ¿sabes lo que pides?
-Solo quiero una familia muy grande, ahora tenemos 4 hijos 2 más y ya.
-¿6?
-Sí.
-Por cierto, -tome las manos de Hiyo- quiero presentarte a tu hermano mayor.
-¿EH?
Kioshi camino hasta nosotros.
-Él es Kioshi mi hijo, -Kioshi ella es Hiyori mi niña.
-Hola Hiyo es un placer conocerte. –sonrió.
-L-Lo mismo digo. –susurro Hiyo- ¿Me quitaras a mi mami?
-No Hiyo, entendí que es mi mamá y debo respetarlo.
-Entonces, ¿seremos hermanos?
-Sí es que me aceptas.
-Sí.
Kioshi abrazó a Hiyo y luego Zen se acercó.
-Él es Usui, tu hermanito.
Kioshi lo miró y pude ver como sus lágrimas comenzaban a resbalar por sus mejillas.
-Es tan lindo, ¿puedo cargarlo?
-Adelante.
Con mucho cuidado Zen le dio a Usui y mi hijo lo cargo.
-Gracias por aceptarme en su familia.
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Destino Incierto (Kirishima x Yokozawa)
Fanfiction¿Qué pasaría si tanto Takano como Yokozawa no solamente compartieran un gato? ¿Sí fuera un niño que adoptaron cuando eran jóvenes? ¿Qué pensará Kirishima cuando vea a un chico muy pegado a su amado? Cuando Takano y Yokozawa tenían 18 años se encontr...