---Takano---
Ha pasado una semana y mi amigo no ha mejorado, lo estaban perdiendo pero afortunadamente lograron estabilizarlo, en todo este tiempo tanto Ritsu como yo nos hemos quedado para cuidarlo, al igual que Kioshi que no me habla, Kirishima también no se despega de él ni un segundo.
También el hombre rubio, Albert que en algunas ocasiones debemos separarlos cuando empiezan a discutir por los celos que sienten, yo solo quiero a mi amigo.
Me siento muy mal por Yokozawa, es mi gran amigo y no me gusta perderlo, no podría hacerlo, él no se merece esto, él siempre ha visto por los demás antes de por él.
Los doctores no nos han dicho nada, solo dicen que si no despierta para el viernes tendrán que tomar algunas decisiones preventivas, aunque algunas otras enfermeras me dijeron que está en un estado de coma temporal, ruego que sea mentiras sus palabras.
Nadie ha dormido bien, todos estamos cansados esperando la noticia que Yokozawa ha despertado y que mandara a la mierda a Zen.
Maldita sea...
Mi hijo ahora se encuentra tomando un café en las bancas cercana a la habitación.
-Kioshi. –me acerque a él.
-Déjame en paz.
-Hijo por favor yo...
-QUE ME DEJES, -grito- dejaste que el imbécil de Zen entrará a ver a mi Takafumi cuando él lo lastimo más que a nadie.
-Pero eso es asunto de ellos.
-No lo es, -gruñó- no me hables.
-Lo siento hijo.
-NO SOY TU HIJO.
-Kioshi, -comento Ritsu- tal vez no sea tu padre de sangre pero te ha dado todo el cariño y la atención, no digas esas cosas porque no sabes el dolor que causas.
-Tsss. –chasqueo la lengua y se fue.
-Takano que no te afecten sus palabras, él está herido y le duele lo que ha pasado, estoy seguro que te adora. –sonríe mi castaño.
-Ritsu, -besé su frente- no sé qué haría sin ti.
-Masamune, -sus ojos se llenaron de lágrimas- lo siento.
Me abrazo aferrándose a mi espalda, su llanto me partía el corazón, lo acurruque más a mi pecho, mi lindo castaño, no quiero verlo en este estado.
-Ritsu, sabes que te amo.
-Masamune yo también, yo, yo.... No puedo estar a tú lado.
-¿Qué? –me sorprendí.
-Lo siento, no puedo, si sigo a tu lado te pueden lastimar y...
-Ritsu, ¿Qué pasa?
-Debemos hablar.
Tome su mano y lo dirigí hasta la cafetería que estaba vacía afortunadamente.
-¿Qué ocurre amor? –tome sus manos.
-Takano-san. –suspiro- Lo que le ocurrió a Yokozawa no fue un simple accidente.
-¿Qué quieres decir?
-M-mi padre mando a alguien para que lo lastimará.
-¿Ah?
-Perdóname, lo siento, si me odias podría entenderlo y...
Tome su mentón entre mis manos y le di un beso.
-Ritsu, tú no tienes la culpa, nunca hubieras deseado que esto le pasará a él.
-Es mi amigo.
-Vamos a aclarar todo esto.
-Pero...
-¿Tu padre sabe de lo nuestro?
-Sí. –bajo su mirada- Es por eso que lastimo a Yokozawa, quiere que me aleje de ti o él va a herir a...
-Vamos a superar esto Ritsu, pero no dejaré que me dejes solo de nuevo, no te permitiré huir de mi lado como hace años, así que no me abandones. –suplique- No lo podría soportar de nuevo, porque sin ti mi vida es nada.
-Masamune, -sollozo- no quiero alejarme de ti, pero tampoco quiero que te pase algo.
-No me pasara nada, te lo aseguro, -limpié sus mejillas- mi amor por ti será más fuerte y me dedicaré a darte protección.
-Te amo, en verdad te amo Masamune.
-Y yo a ti Ritsu, siempre nos cuidaremos y le mostraremos al mundo que nada ni nadie nos separara.
-Es una promesa. –sonrió.
Llegamos de nuevo a la sala de espera y nos quedamos sentados en lo que recibíamos noticias de mi mejor amigo.
---Kirishima---
No puedo más, cada minuto es una tortura para mí, por poco lo pierdo, afortunadamente Yokozawa es más fuerte que antes, está vivo, aunque no ha despertado, me siento desesperado, lo necesito, lo amo, es mi todo.
Mi lindo osito es lo que yo más amo, es mi vida entera junto con Hiyo, son tan importantes para mí, me siento frustrado.
MALDITA SEA, NO PEDO ESTAR AQUÍ MÁS TIEMPO, QUIERO ESTAR A SU LADO Y DECIRLE QUE DESPIERTE, QUE LO AMO.
-¿Cómo está Onii-chan?
Miro hacía la entrada y veo a mi madre con Hiyo, ambas tienen un semblante triste y apagado, Hiyo tiene sus ojos hinchados.
-Hija, -trato de calmar mis nervios- él estará bien, ya verás.
-Pero... quiero verlo.
-Lo se Hiyo pero no puedes entrar.
-Es mí Onii-chan, yo también tengo derecho.
-Mi niña, -comento mi madre- aun eres pequeña para entrar a verlo, él estará bien, no te preocupes.
-Quiero que despierte. –por sus mejillas comienzan a descender sus pequeñas lágrimas.
-Así será, solo hay que esperar.
La abrazo a mi pecho mientras trato de consolarla con la poca fuerza que me queda, trato de hacerle entender que nuestro osito estará bien, que en cuanto se recupere viviremos juntos como familia.
-Eso si se lo permito. –dijo Kioshi.
-¿Quién eres tú? –pregunta mi niña.
-Soy...
-Es el hijo de Yokozawa. –comente.
-ESO NO ES VERDAD. –gruñó.
-¿Es mi hermano?
-No lo creo, -rio sarcásticamente- no creo que Takafumi quiera tener algo que ver con tu papi después de que se enteró que es un mentiroso.
-TÚ, -lo tome del cuello de su camisa- ¿Qué diablos le dijiste?
-Le dije la verdad, -se apartó- le mostré como usted se divierte con otras y él es su juguete.
-¿Ah?
Ese chico me mostro una foto donde salía besándome con la secretaria.
-¿Qué es...?
-Sabía que debía guardarla para mostrarle a mi Takafumi la clase de persona que es usted.
-ESO FUE SIN MI CONSENTIMIENTO.
-Es lo que menos me importa.
-Eres un...
Estaba a punto de pegarle hasta que Takano nos separó.
-No es el momento ni el lugar para discutir, recuerden que estamos en el hospital.
-Lo siento. –dijo Kioshi.
-¿Quieres a mi Onii-chan? –me miro Hiyo.
-Más que a mi vida.
-Entonces...
-Hiyo, -tome sus manos- esa chica me beso de sorpresa y yo la aparte, en verdad amo a Yokozawa, no lo dudes.
-Es que...
-Te lo aseguro, es lo que más me importa.
-Te creo papá. –me abrazo.
-Hiyo es hora de volver a casa. –comento mi madre.
-Quiero quedarme.
-Debes descansar hija, -bese su frente- cualquier cosa te la diré.
-Gracias.
Me quede recargado en la pared y el rubio se acercó a mí.
-Antes pensaba que eres un idiota insensible y pesado, -sonrió- pero veo que eres un hombre enamorado.
-Tú no tienes idea de mucho que amo a mi osito, estoy arrepentido por todo lo que hice y le dije.
-Hablemos de hombre a hombre, -me miro- a pesar de nuestra rivalidad por querer conseguir el amor de Takafumi, creo que debemos preocuparnos por su bien, por lo que él desea.
-Tienes razón, -suspire- debemos darle su espacio, lo estamos acosando.
-Habla por ti, -rio- estoy desesperado.
-Yo igual, -trato de contener las lágrimas- no sé qué voy a hacer si lo pierdo.
-Tratemos de ser positivos.
-Tienes...
-¿Familiares de Yokozawa Takafumi?
-Somos nosotros. –comente.
-Él ha...
---Yokozawa---
Sentí mi cuerpo muy adolorido, lentamente abro mis ojos dándome cuenta que una tenue luz entra por una ventana, trato de acomodarme pero siento como mi cuerpo empieza a punzarme.
-¿Qué me paso? –susurre.
Miro a mi alrededor y me doy cuenta que no reconozco nada.
Trato de recordar donde estoy y mi cabeza empieza a dolerme.
-Ahhh, -me queje- ¿Qué diablos?
Miro como la puerta se abre y una mujer se sorprende al verme.
-Ha despertado, -susurro- Doctor, doctor, el paciente.
Varios hombres con una bata puesta entran a mi habitación y comienzan a observarme.
-¿Se encuentra bien?
-...
No respondo ya que no tengo muchas fuerzas para hacerlo.
-Debe seguir cansado, debemos hablar a sus familiares.
Todos salen de la habitación y me quedo confundido.
Después de unos minutos un castaño entra corriendo y me ve.
-Yokozawa, osito.
"¿Osito? ¿Por qué rayos me habla con tanta familiaridad?"
Lo miro y trato de recordar pero mi cabeza duele.
Él lentamente se acerca a mí y me abraza.
-Pensé que te perdía.
-¿Quién...?
-¿Eh?
Me mira con preocupación y un poco de nostalgia.
-¿Qué ocurre Osi...?
-¿Quién diablos eres? –lo interrumpo.
Él se queda callado y solo se dedica a mirarme.
No sé qué ha pasado pero no tengo recuerdos, mi cabeza se siente vacía, no sé quién es, no sé quién soy, ¿Qué diablos paso?
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Destino Incierto (Kirishima x Yokozawa)
Fiksi Penggemar¿Qué pasaría si tanto Takano como Yokozawa no solamente compartieran un gato? ¿Sí fuera un niño que adoptaron cuando eran jóvenes? ¿Qué pensará Kirishima cuando vea a un chico muy pegado a su amado? Cuando Takano y Yokozawa tenían 18 años se encontr...