---Kirishima---
Me quede bebiendo una taza de café en lo que mi amado Yokozawa despertaba, no quiero presionarlo ni molestarlo en su día de descanso, aunque me muero de ganas por molestarlo y ver esos hermosos sonrojos que me regala.
En verdad quiero descansar pero, hace tiempo que no lo hacemos y lo deseo tanto.
Me acerque hasta la cama y lo aprecie un poco, sus facciones tranquilas, su cuerpo relajado, su respiración lenta, en verdad me seduce inconscientemente. Acaricie su mejilla y removí un mechón de cabello que tenía pegado en la frente.
-Te amo Takafumi. –sonreí y bese sus labios por un instante.
Me aventure a tocar un poco de su piel metiendo mis manos por debajo de su playera, acariciando sus pezones mientras besaba su cuello.
-Ahhhmm, -gimió- ahhh.
-Me encanta esta respuesta. –susurre en su oído.
Seguí con lo mío y levante un poco de su playera, comencé a lamer sus pezones lentamente, mientras con mi mano libre acariciaba su trasero que me vuelve loco.
-¿Te gusta lo que hago? –sonreí.
Seguí chupando sus botones y metí mi mano por debajo de su pijama acariciando su entrada mientras metía uno de mis dedos.
Ahhhhh, -jadeo- PERO QUE MIERD....
No lo deje terminar ya que me apoderé de sus labios desesperadamente mientras el trataba inútilmente de apartarme. Coloque mi mano en su entrepierna y reí.
-Apenas jugué un poco con tus pezones y ya estas duro, me alaga saberlo, porque eso quiere decir que mi técnica es buena. –bese su cuello.
-M-Muérete m-mil veces. –susurro.
-Bueno ya que estas despierto podemos jugar más tiempo.
-¿Eh?
-Así que prepárate.
-Oye...
-No escucho. –sonreí.
Lo desnude por completo y pude apreciar su hermoso cuerpo. Tome su miembro entre mis manos y comencé a lamerlo desde la punta hasta la base.
-K-Kirishima... -suspiro.
-Di mi nombre Takafumi, enciéndeme como solo tú sabes hacerlo. –lo mire con lujuria.
-Z-Zen. –jadeo.
-Buen chico, los niños buenos como tú se merecen un premio.
Metí su miembro en mi boca y comencé a succionarlo, al igual que metí uno de mis dedos en su entrada y luego el segundo, haciendo que mi osito se estremeciera y se aferrara a las cobijas.
-Ahhh, t-tan bueno. –gimió.
-Al menos eres honesto en estas situaciones.
Metí el tercer dedo y seguí chupando su miembro.
-Z-Zen pa-para que yo voy a...
Aumente la velocidad hasta que se corrió en mi boca y yo con gusto trague todo.
-Delicioso.
-No tenías por qué tragarte eso. –gruñó.
-Lo sé pero quería hacerlo, -me quite mi ropa- bueno ahora es mi turno.
-¿Ah? -me miro.
-No pensabas que solo tú ibas a disfrutar. –me quite mi bóxer.
Yokozawa se sonrojo al ver mi miembro erecto, lo roce con su entrada mientras él soltaba suspiros.
-¿Lo quieres? –bromee.
-Ni una mierda. –gruñó.
-Vamos Yokozawa, dilo, sabes que lo quieres. –hice un puchero.
-MUÉRETE MIL VECES. –se sonrojo.
-Está bien, sé que algún día me los dirás. –sonreí.
Entre en él de una embestida haciendo que él gimiera un poco fuerte consiguiendo excitarme más.
-N-No te muevas. –suplico.
-Lo siento osito, -coloque sus piernas a mis costados- no puedo detenerme cuando se trata de ti.
Comencé a moverme lentamente haciendo que mi amado se acostumbrará a mí, en verdad me gustaría hacerlo tan salvajemente pero no quiero lastimarlo, lo amo tanto.
-M-Más. –gimió.
-Me encanta cuando eres sumiso conmigo. –sonreí aumentando un poco el ritmo.
-¿Q-Quién es s-sumiso? –me miro.
-Mi lindo osito. –lo bese.
-Eres u-un... ahhhh, -se aferró más a las cobijas- a-ahí.
-Mmm, interesante, -sonreí- ¿aquí?
Di una gran embestida al punto donde me indico mi amante y con un fuerte gemido me dio a entender que le atine a su punto erógeno.
Luego de un rato salí de su interior y él me miro.
-Ponte en cuatro amor. –lo mire.
-Yo no voy a... -empezó a quejarse.
-¿Quieres quedarte así? –sonreí.
-Idiota. –mascullo e hizo lo que le indique.
-Gracias.
Tome sus caderas y entre de una embestida de nuevo, mis movimientos eran fuertes y rápidos, los gemidos de mi osito se escuchaban por toda la habitación. Tome su miembro entre mis manos y comencé a masturbarlo al compás de mis embestidas.
Seguimos en nuestro vaivén de pasión ya que el ambiente y el lugar nos permitían poder estar todo el tiempo que quisiéramos.
-K-Kirishima n-no puedo más.
-Yo tampoco, -suspire- quiero ver tu cara Takafumi.
Lo voltee sin salir de su interior y lo bese apasionadamente.
Él se corrió en mis manos y yo al sentir como su interior se contraía me corrí dentro de él.
-Sí terminaste ya sácalo. –susurro cuando recupero el aliento.
-Que malo eres Yokozawa, -hice un puchero- deberías ser más romántico.
-... -él solo se sonrojo y bese sus labios.
-Te amo.
-Y-Yo también. –murmuro.
---Externo---
El fin de semana paso muy rápido para las parejas.
El lunes por la mañana cierto editor en jefe recibió un mensaje de una persona a la cual esperaba ver, así que junto con su pareja, se dirigieron al aeropuerto donde encontraron a un chico pelirrojo muy bien portado y a leguas se veía el aura de caballero que lo rodeaba.
-Kioshi, vaya que has cambiado. –comento el pelinegro.
-Así es padre, ya no soy aquel niño. –sonrió.
-Tienes razón, -comento- por cierto te presento a mi pareja Onodera Ritsu.
-Mucho gusto Onodera, yo soy Kioshi. –hizo una reverencia.
-Takano-san me ha hablado mucho de ti. –comento el castaño.
-Espero que cosas buenas. –bromeo.
-Demasiado buenas hijo. –comento Takano palmeando la espalda del pelirrojo.
-¿Y Takafumi? –pregunto el chico alegre.
-¿Desde cuándo le llamas por su nombre? –pregunto curioso el editor.
-Digamos que desde hace unos meses cuando hablamos, no le gusta que le diga "mamá".
-Oh ya veo. –comento.
-Takano-san, -dijo el castaño- ¿A dónde llevamos a Kioshi?
-Quiero ir a la oficina. –comento.
-¿Y tus cosas?
-Las puedo dejar en tú departamento padre, por lo mientras.
-Claro Kioshi, pasemos a mi departamento que queda cerca y luego te llevamos a la oficina.
-Me encanta la idea.
Los 3 se fueron en el auto del ojiavellana para dejar las cosas. El pelirrojo contaba los minutos para darle la sorpresa a cierto oso gruñón de su llegada.
Mientras que por otro lado, después de un fin de semana agotador, tanto Kirishima como Yokozawa llegaron juntos a la oficina y se separaron en el elevador cuando Yokozawa se dirigió al departamento de ventas.
-Henmi ¿Dónde están los informes? –pregunto al llegar a su lugar.
-Aún no están terminados. –dijo con miedo.
-¿Cómo que aún no están terminados?
-Enseguida se los traigo. –murmuro- Por cierto, Isaka-san me dijo que vendrá un chico a trabajar con nosotros.
-¿Otro más? –se quejó el peliazul.
-S-Sí.
-Supongo que nunca piden mi opinión. –suspiro pesadamente.
Después de dejar las cosas del chico los 3 se dirigieron a la editorial. Al llegar al lugar Takano le indico donde se encontraba el departamento de ventas y el pelirrojo salió corriendo.
Al llegar pregunto por Yokozawa y al verlo no pudo resistir el impulso de abrazarlo.
-¿Ah? –se quejó el peliazul.
-He llegado Takafumi, -sonrió el chico- por fin te veo de nuevo...
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Destino Incierto (Kirishima x Yokozawa)
Fanfiction¿Qué pasaría si tanto Takano como Yokozawa no solamente compartieran un gato? ¿Sí fuera un niño que adoptaron cuando eran jóvenes? ¿Qué pensará Kirishima cuando vea a un chico muy pegado a su amado? Cuando Takano y Yokozawa tenían 18 años se encontr...