CAPITULO 30 Unión matrimonial.

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---Ritsu---

Mañana es un gran día para Yokozawa y Kirishima, contraerán nupcias, tanto Takano como yo somos sus testigos.

Su boda se hará en un jardín cerca de la editorial, todo mundo habla de su boda, de cómo irá vestido o lo que le regalará a los novios.

Al igual que todo mundo sabe acerca del embarazo de Yokozawa, desde que lo anunciaron en la editorial Kirishima está muy a la defensiva y no deja que se le acerquen mucho a mi amigo.

Es gracioso verlo discutir de esa forma...

Takano cada que puede quiere hacerme un hijo, pero ese hombre no razona bien, ya le he dicho que todo a su tiempo pero...

-Ritsu quiero que le saques copia a estos documentos y me traigas un café.
-¿Ah?
-Con dos de azúcar.
-Ya decía yo que vería a Rit-chan como su sirvienta.
-Kisa-san, por favor no digas más. –suspire.
-Es un decir.
-Sí claro.
-Trabajen que para eso les pago.
-Corrección, -lo mire- tú no nos pagas.

Él se levantó y camino hacia mí.

-Acaso, ¿quieres que te bese para que todos sepan a quién amas? –susurro en mi oído.
-B-Baka. –me sonroje.
-EN un momento te alcanzo para tomar mi beso de los buenos días.
-Con permiso.

Él solo me dedico una sonrisa tierna y camine hacía la fotocopiadora.

-Hora Ritsu.
-Yokozawa-san, ¿listo para el gran día?
-Algo así. –suspiro.
-Recuerde que saliendo de este lugar las chicas de Zafiro le prepararon una sorpresa.
-Porque presiento que nada bueno saldrá de esto.
-¿Cómo?
-Ya sabes que las chicas de Zafiros son muy especiales con estos temas.
-No creo que le pase nada.
-Ritsu, -suspiro- eres o muy ingenuo o... mejor no digo nada.
-No sea así conmigo.
-Es que hasta pareces nuevo, no te imaginas acaso ¿Qué clase de regalos o sorpresas darán esas mujeres?
-Pues...
-NO digas nada, ya lo verás con tus propios ojos.
-¿Eh?
-Bueno no te entretengo más.
-Yokozawa-san, ¿ocurre algo?
-¿Por qué lo preguntas?
-Se ve un poco triste.
-La verdad me siento preocupado, -suspiro- no he visto a Kioshi desde que encontró a su padre.
-¿Le has preguntado?
-Es por eso que me veo así, -me miro- dijo que Kioshi estaba en el extranjero estudiando para ser mejor.
-¿LO extrañas?
-Mentiría si te dijera que no.
-Takano también se ve en algunas ocasiones triste, solo espero que Kioshi venga a visitarlos.
-A veces lo dudo, por mi culpa él...
-No digas eso Takafumi.
-Masamune, ¿Qué rayos haces aquí?
-Vine a ayudarle a mi subordinado, por cierto, -cruzo los brazos- ¿Cómo está la feliz mamá?
-¿Ah? ¿A QUIÉN DIABLOS LE DICES MAMÁ?
-Pues no veo a nadie más embarazado.
-Idiota. –se sonrojo- Yo me voy.
-Y no te duermas tarde que mañana a medio día es tu boda.
-Lo sé. –refunfuño y camino hacia el elevador.

Takano coloco su cabeza en mi hombro y me abrazo.

-¿De que hablaban?
-Solo de su boda.
-Mmmmm, eres muy extraño.
-Baka.
-Ahora debemos sacar copias.
-¿Eh?
-Te enseñare como.
-Ya lo sé.

Me tomo de la mano y me acorralo en la pared.

-Buenos días Ritsu. –me beso.
-Waaa, no hagas eso aquí.
-¿Por qué no?
-Estamos en el trabajo Takano-san.
-Solo quiero demostrar que eres mío.
-Eres un loco.
-Sí, una persona que te ama con locura.
-Eres imposible. –abrace su cuello y lo bese.



---Takafumi---

Después de tanto esperar, me casaré con Zen, me siento muy nervioso, no sé cómo expresar mis emociones en este momento.

Incluso Usui se siente ansioso ya que no deja de patearme.

-Maldición, -susurre- se me antojo una crepa de fresa.
-Yokozawa-san.
-¿Qué ocurre Henmi?
-Le traje un postre.

Me le quede mirando y él se sonrojo.

-Gracias. –suspire
-N-No hay de que, -sonrió- ¿Cómo está su bebé?
-Creciendo cada día más, es muy latoso.

Abrí la bolsa de papel y saque una rosquilla.

-Espero le guste, las compre en mi tienda favorita.
-Saben deliciosas, gracias.
-NO hay de qué.

Seguimos trabajando hasta que llegó la hora de la salida

-¡¡Yoko-chan!!
-No puede ser...
Tome mi maletín con la intención de irme pero esas mujeres me detuvieron.
-¿A dónde vas? Ya te habíamos dicho que te llevaríamos a tu despedida de soltero.
-Tengo asuntos pendientes que atender.
-No importa, -me sujetaron de mis brazos- andando.
-SALVENME....

Y aquí estoy, sentado en una silla más lejana a esas chicas habladoras, debo agradecer que Ritsu me esté acompañando.

-Parece que está aburrido. –comento.
-Esto no es lo mío, además, ¿Por qué solo hay chicas?
-Porque eres el uke. –comento una chica.

Fruncí el ceño ante esa palabra.

-Maldito Zen, muérete mil veces.
-Él no lo puede escuchar.
-Aun así quiero insultarlo.
-Ah, -suspiro la chica- es hora de la sorpresa mayor.
-¿Sorpresa mayor? –me confundí.
-Sí, -aplaudió- bailarines exóticos.

Sino fuera porque Ritsu me detuvo hubiera correteado a esa mujer.

-Calma Yokozawa-san.
-Suéltame, le daré su merecido. –gruñí.
-Lo ayudare a escapar.
-¿Eh?
-Lo esperan afuera.
-No me digas que te aliaste con Zen.
-No precisamente.
-¿Eh?

Me dirigí al baño y luego Ritsu me acompaño hasta la salida trasera.

-Hola osito.
-¿Al?
-Mucho tiempo sin vernos. –me abrazo.
-¿Dónde estabas? –lo mire.
-Fui a Inglaterra a terminar unos asuntos, -sonrió- me voy un tiempo y ya estas embarazado y a punto de casarte, como pasa el tiempo.
-Baka. –me sonroje.
-¿Me aceptarías un café?
-Claro.
-Bueno vamos.

Me llevo hasta una cafetería y comenzamos a platicar acerca de lo que había pasado estos meses que estuvo fuera.

-Así que recuperaste tu memoria.
-Sí.
-Me alegro.
-Yo, quiero agradecerte por todo lo que hiciste por mí.
-No tienes que agradecer nada, -beso mi mano- lo volvería a hacer.
-Espero pronto encuentres a alguien que te corresponda.
-Lo he hecho, -sonrió- conocí a un chico increíble.
-¿Lo estás acosando?
-Un poco, -rio- su nombre es Ranmaru.
-Espero pronto me des la noticia que son pareja.
-Yo espero lo mismo.

Cuando empezó a anochecer me llevo hasta el departamento de Zen y nos despedimos. Al entrar me encontré con Hiyo y mi suegra.

-¿Cómo te fue en tu despedida?
-Fue algo inusual. –murmure- ¿Y Zen?
-Lo mande a dormir a un hotel, porque quiero que sea algo tradicional, -comento mi suegra- que no se vean hasta mañana.
-Mi abuela es muy inteligente.
-Sí.

Hablamos un poco y me mostro de nuevo mi traje blanco, me fui a la cama temprano porque me moría de sueño, así que me recosté en mi cama junto con Hiyo.



---Kirishima---

Mi madre y mi niña están en mi contra...

¿Por qué no me dejaron estar con mi osito? No es justo...

Me levante temprano y me di un baño relajante-

Por fin puedo reclamar a Takafumi como mío, y no dejaré que nada ni nadie me lo quite, porque soy un egoísta.

Después de bañarme me coloque mi traje negro y guarde los anillos en el bolsillo de mi saco.

Me quede sentado en lo que pasaba el tiempo.

Por fin, después de tanto tiempo, tendré una familia, al amor de mi vida a mi lado y a mis dos hijos, Hiyo que es una niña muy inteligente y Usui que aún sigue creciendo en el vientre de mi amado, tengo tantas ganas de tenerlo en mis brazos

Me di cuenta que era hora de ir al jardín, tome mis cosas y me dirigí al lugar.

Cuando llegue todos estaban presentes, así que me coloque a lado de la mesa donde estaban los certificados y el juez.

Takano y Onodera estaban a mi lado.

-Parece que estas ansioso. –comento Takano.
-Ya se está tardando.
-Kirishima-san, aún faltan 5 minutos.
-Soy muy impaciente.
-Y posesivo. –murmuro.

De un momento a otro una linda melodía comenzó a sonar, todos miramos a la entrada donde estaba mi amado osito con su traje blanco, su pancita se le veía tan bien, estaba sonrojado y me miraba con mucha ternura.

Mi madre y mi hija lo acompañaron hasta mi lado y yo tome su mano.

El juez comenzó a hablar y yo en todo el rato mire a mi amado.

-Pon atención. –murmure.
-Tú tienes la culpa. –sonrió.
-...

Él solo se sonrojo y me recargue un momento en su hombro.

-Kirishima Zen, ¿acepta a Yokozawa Takafumi como su esposo, en las buenas y en las malas, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, para amarlo y respetarlos todos los días de su vida?
-Acepto. –sonreí y le coloque el anillo.
-Y tú Yokozawa Takafumi, ¿acepta a Kirishima Zen como su esposo, en las buenas y en las malas, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, para amarlo y respetarlos todos los días de su vida?
-A-Acepto. –dijo nervioso mi amado.
-A partir de hoy yo los declaro esposo. –comento el juez.

Tome lentamente el mentón de mi osito y lo bese.

-Por fin seremos una familia de ositos. –sonreí.
-Muérete mil veces Zen. –desvió su mirada.
-Yo también te amo...  

Destino Incierto (Kirishima x Yokozawa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora